Vacilación de Biden con el número límite de refugiados molesta a demócratas

De la redacción

Tras el descontento demócrata con las vacilaciones del presidente Biden acerca del número tope de refugiados que Estados Unidos aceptaría, luego de que la pasada administración federal casi desmantelara el sistema de asilo que forma parte de la identidad de este país de inmigrantes, el presidente Biden impuso el límite de 62 mil 500 refugiados anuales.

Durante la campaña presidencial Biden prometió que elevaría el número de refugiados a 125 mil por año, de los 15 mil establecidos por la pasada administración republicana. Luego, ya como presidente Biden bajó la cifra a 90 mil, pero a mediados de febrero la Casa Blanca envió una propuesta al Congreso diciendo que planeaba cuadruplicar la cuota de Trump y estableció el límite de admisión de refugiados en 62 mil 500 al año.

Entonces explotó una recurrente crisis humanitaria en la frontera sur de Estados Unidos, cuyo componente más visible han sido los niños no acompañados que siguen llegando a la frontera y se suman a las decenas de miles que acampan, algunos desde hace dos años, esperando turno para ser admitidos como solicitantes de asilo.

Esto creó una crisis de percepción de “fronteras abiertas” que el propio Bden señaló como un problema y que los republicanos han sabido explotar haciendo vacilar nuevamente al presidente. Y este lunes la actual administración volvió a su propuesta inicial de febrero. Entonces la administración revirtió abruptamente el curso el mes pasado, cuando anunció que Biden firmaría una determinación de emergencia que mantendría el límite de refugiados de este año en 15 mil, y que no lo elevaría como se había comprometido a hacerlo.

Esto, además de un retroceso provocó un creciente descontento no sólo en los grupos defensores de los refugiados, sino en los legisladores demócratas frustrados por el cambio repentino y las recurrentes vacilaciones con los objetivos prometidos como candidato y las decisiones que Biden está tomando en este tema de los refugiados y en otros.

Dicho descontento aumentó cuando Biden declaró que el límite de 15 mil refugiados establecido por Trump seguía estando justificado, “por preocupaciones humanitarias y, por lo demás, de interés nacional», según dijo a la prensa, lo que indica que el actual presidente tenía la intención de mantener ese límite, dicen algunos.

Por ejemplo, el segundo demócrata en el Senado, el senador por Illinoi, Dick Durbin calificó ese límite inicial como “inaceptable”, lo que provocó que la Casa Blanca girara rápidamente el timón de su política de asilo y horas más tarde prometiera aumentar el límite históricamente bajo para el 15 de mayo; aunque dijo que probablemente no alcanzarían los 62 mil 500.

Por su parte, la representante demócrata de Washington, Pramila Jayapal había declarado que era «inaceptable e inconcebible que la administración Biden no esté revocando de inmediato el límite de refugiados, dañino, xenófobo y racista con que Donald Trump  restringiera cruelmente la admisión de refugiados a un nivel históricamente bajo».

En este tenor se pronunciaron el senador demócrata de Nueva Jersey, Bob Menéndez. Su clega y correligionaria de Minnesota, Ilhan Omar, quien vino a este país huyendo de Somalia cuando era niña y pasó años en un campo de refugiados en Kenia antes de llegar aquí dijo en un tuit: “Como refugiada, sé que encontrar un hogar es una cuestión de vida o muerte para los niños de todo el mundo».

Lo mismo dijo en un tuit Jerry Nadler, demócrata de Nueva Yok, afirmando que estaba «profundamente decepcionado por la decisión de hoy de mantener el objetivo de admisión de refugiados más bajo de Trump». Y la representante Zoe Lofgren, demócrata por California y quien preside el Subcomité de Inmigración y Ciudadanía de la Cámara de Representantes, también tuiteó: «No había ninguna justificación para este objetivo de refugiados históricamente bajo».

Y la lista de demócratas indignados crece todos los días: Julián Castro, de Texas, quien tambien expreso su descontento en un tuit. O Alexandria Ocasio-Cortéa, que tuiteó: “Total y absolutamente inaceptable. Biden prometió dar la bienvenida a los inmigrantes y la gente votó por él basándose en esa promesa. Mantener las políticas xenófobas y racistas del gobierno de Trump, incluido el límite de refugiados históricamente bajo, desplomado, es completamente incorrecto. Cumple tu promesa”, dijo a Biden.

El presidente Biden dijo por su parte que el límite de Trump «no refleja los valores de Estados Unidos como una nación que da la bienvenida y apoya a los refugiados». Pero reconoció la «triste verdad» de que Estados Unidos no alcanzaría el límite de 62 mil 500 para fines del año fiscal en septiembre, dada la pandemia de covid-19 y las limitaciones en las capacidades de reasentamiento del país; algunas de las cuales su administración ha atribuido a las políticas con que la administración Trump desmanteló casi el sistema para restringir la inmigración.

Por último, la Casa Blanca afirmó que no había podido hacer nada hasta ahora debido al fuerte aumento de jóvenes migrantes no acompañados de El Salvador, Guatemala y Honduras, que llega todos los días a la frontera sur; aunque cualquier vínculo entre la frontera y la decisión del gobierno sobre refugiados no fue claro de inmediato.

Los defensores de los refugiados, desde Durbin hasta Ocasio, pasando por otros como America’s Voice y algunos más, acusaron a Biden de “jugar a la política”■

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