En momentos en que millones más se suman a las filas del seguro de desempleo por la parálisis económica derivada del coronavirus, campos agrícolas del país no paran y los campesinos siguen presentándose a laborar para satisfacer la crecida demanda de alimentos de los que se quedan en casa. El problema es que, al trabajar con escasas medidas de protección, muchos trabajadores agrícolas van a los campos de cultivo arriesgando su vida. En respuesta, un grupo de legisladores de California presentaron una legislación de emergencia. El asambleísta demócrata de Coachella, Eduardo García, es su co-autor.
Asambleísta Eduardo García. Foto: de su página de Facebook.
Asambleísta Eduardo García:
“Esta es la ley de Salud y Seguridad de los Trabajadores Agrícolas en donde nos enfocamos asegurando que sean remunerados como trabajadores esenciales, que por si acaso se enferman tengan la habilidad de tomar el tiempo necesario para recuperar su salud y sean compensados al mismo tiempo. Que reciban un aumento para asegurar que también puedan tener para sostener los gastos de cuidado infantil que sabemos que es otro gasto que puede ser muy costoso. Asegurar que las agencias como CAL- OSHA y la Mesa Directiva de Relaciones Laborales estén exigiendo las más básicas regulaciones y protecciones para los trabajadores del campo, a fin de asegurar que las compañías les estén pagando el tiempo extra. Que los dueños de los ranchos, los granjeros puedan recibir un crédito de impuesto por las horas que están pagando. Sabemos que hay una necesidad de más mano de obra en los campos durante este tiempo y queremos que ese beneficio llegue directamente a los trabajadores del campo para que puedan poner las horas necesarias para que también al mismo tiempo la cosecha no se eche a perder y pueda llegar a las mesas de nuestras casas. También es una propuesta en donde se enfocan ampliado los servicios de tele salud, y las consultas electrónicas para los hospitales y las clínicas que se encuentran en las comunidades rurales, que sabemos son críticas para proveer los servicios de salud en nuestras comunidades; como en Coachella y el Valle Imperial, y en muchas áreas más del Valle Central donde se están ampliando ese tipo de servicio de salud. Al mismo tiempo, nos enfocamos en una ley para asegurar que la vivienda dirigida a los trabajadores del campo tenga un procedimiento de aprobación más eficiente, para poder construir más vivienda que sean saludables y respetables para nuestros trabajadores del campo. Y finalmente, un procedimiento electrónico que también trabaje de forma más eficiente y efectiva para el acceso a las cortes estatales; sabemos que en comunidades rurales es muy difícil el acceso a las cortes por razones de transporte y la distancia a las cortes centrales, y queremos asegurar que las cortes estén trabajando en este tiempo de manera eficiente con un enfoque a personas del trabajo del campo que tengan el mismo acceso que las personas que viven en las comunidades urbanas”.
Immokalee
Mientras tanto, en La Florida se oyen preocupaciones similares. Los jornaleros de la rica región agrícola de Immokalee siguen laborando los campos en condiciones que los exponen a un devastador brote infeccioso de coronavirus: viajan en autobuses repletos, trabajan el surco cara a cara y sin mascarillas, y sin estaciones sanitarias.
Lucas Benítez, coordinador de la Coalición de Trabajadores de Immokalee, pidió de urgencia al gobernador Ron DeSantis un hospital temporal en la región, en previsión de una epidemia.
“No tenemos hospital en Immokalee. El hospital más cercano para nosotros… estamos hablando entre 40 minutos a una hora para llegar al hospital más cercano. No hay pruebas para hacerse la prueba del Covid 19 aquí en Immokalee. Poner un hospital móvil que esté listo para dar servicio a la comunidad, donde se pueda aislar gente si sale positiva después de la prueba del Covid 19, poderse aislar ya que el aislamiento en las ‘trailas’, en las casas donde uno vive es básicamente imposible. Hay personas que tratan de hacerlo pero viviendo con otros 8, 10 o hasta 12 personas más. Es imposible el aislamiento. Tienes que compartir el mismo baño, la misma cocina, los mismos utensilios para cocinar. También proveer los materiales de protección personal y materiales desinfectantes para todos los trabajadores. Y si esto llegase a volverse un escenario bastante feo y que básicamente muchos tengan que dejar de trabajar; asignar también fondos públicos para el apoyo económico para todas estas familias, todos estos trabajadores. Son los 4 puntos que hemos hecho énfasis en esta petición que está circulando por las redes para hacérsela llegar al gobernador De Santis. Hasta el momento ya casi hay 20 mil firmas reunidas de gente de toda índole apoyando esta petición”.