Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
La crisis de la educación en Estados Unidos hunde sus raíces en distintos problemas, económicos, pedagógicos, raciales o étnicos, etcétera, y la búsqueda de soluciones para salir del atolladero, o de los bajos rendimientos académicos especialmente en las escuelas de vecindarios pobres y de las minorías, es también variada e intensa.
Hoy el sistema de educación pública en este país está reviviendo un viejo modelo educativo que se remonta a siglos pasados: lo que unos llaman la segregación por sexo o por género, en lugar de la coeducación, que es el modelo mayoritario que los países occidentales utilizan.
Impartida principalmente por escuelas privadas y/o parroquiales la separación de niños y niñas en distintos salones de clases tuvo su auge en el siglo 19, que cedió paso a la llamada coeducación, con niños de ambos sexos juntos en un solo salón de clases. Desde entonces, con resultados variados cada tendencia dice haber demostrado la superioridad académica de una sobre la otra.
En su edición de hoy The New York Times cita a la Escuela Primaria Drew Charles, ubicada en un suburbio de Fort Lauderdale (FL), en la que cerca de un cuarto de sus clases son segregadas por sexo, atendiendo a la hipótesis de que las diferencias entre niños y niñas pueden afectar el aprendizaje y el comportamiento de los alumnos.
Los que separan a los niños de las niñas argumentan que así se facilitan las mejores oportunidades para cada sexo, tratando específicamente a cada uno. Con frecuencia eso supone la diferenciación por sexos de todas o algunas de las clases, pero sigue manteniéndose un mismo currículo para niños y niñas. Sus detractores la llaman educación segregada.
Un estudio publicado en la revista ‘Science’ (“La pseudociencia de la escolarización por sexos”) asegura que la separación de los niños y las niñas en las aulas alimenta estereotipos y afianza el sexismo; pero los partidarios de la segregación por géneros insisten en que el rendimiento escolar es mayor.
En un intento de mejorar las escuelas, es importante recordar que no todas las reformas conducen a ganancias significativas para los estudiantes, dicen los autores del estudio. Sostienen que un cambio en particular (segregar por sexo) en la educación está profundamente equivocado, y a menudo justificado por débiles o malinterpretadas afirmaciones científicas en lugar de por la evidencia científica válida. No existe investigación bien diseñada que muestre que la educación impartida a un solo sexo mejora el rendimiento académico de los estudiantes. No obstante admiten que tampoco hay evidencia de que la segregación sexual aumenta los estereotipos de género y la legitima el sexismo institucional, que son críticas al método de segregación.
Volviendo al Times, algunos maestros reconocen la importancia de entender que una niña aprende de manera diferente que un niño, dijo Angeline H. Flores, directora de la referida escuela Charles Drew, una de varias escuelas públicas del Condado de Broward que ofrecen algunas clases de un solo sexo. Esta “teoría” goza de muy baja estima entre los científicos de las ciencias sociales, sostiene la fuente. Pero la señora Flores señala que después de la escuela, donde casi todos los estudiantes son elegibles para almuerzos gratuitos o a precio reducido, comenzó a ofrecer las clases de un mismo sexo hace dos años; ella afirma que la calificación del estado pasó de una D a una C. Y que mejoras similares se han observado en otros lugares, “causando que se propaguen clases de un solo sexo a otros distritos escolares públicos en Chicago, Nueva York y Filadelfia.
Qué dicen las autoridades federales del ramo
El Departamento de Educación Pública de Estados Unidos indica que hay cerca de 750 escuelas públicas en todo el país con al menos una clase de un solo sexo, y 850 escuelas públicas con clases totalmente de un solo sexo. Aunque las cifras del gobierno no están disponibles para años anteriores, la Asociación Nacional para la Educación Pública Diferenciada estima que en el año escolar 2004-05, 122 escuelas públicas ofrecieron al menos una clase de un solo sexo y 34 escuelas públicas sirvieron totalmente a sólo uno de los sexos. Hace ocho años, sólo cuatro escuelas públicas en Estados Unidos ofrecen oportunidades de educación de un solo sexo.
Rebecca Bigler, psicóloga de la Universidad de Texas, dijo a la fuente que la segregación por sexo -o cualquier categoría social- aumenta prejuicios basados en estereotipos.
Esto preocupa a la Unión Estadunidense de Libertades Civiles, que este año presentó quejas ante el Departamento de Educación contra cuatro distritos escolares de la Florida, acusándolos de violaciones a la ley federal de derechos civiles, y de la utilización de «estereotipos excesivamente amplios» para justificar que las niñas y los niños sean separados en diferentes aulas. También presentó una denuncia en Austin, Texas contra dos nuevas escuelas intermedias con salones de un solo sexo, y ha sometido reclamaciones que están pendientes en Idaho y Wisconsin, así como una denuncia que lleva casi dos décadas en Nueva York. Otras demandas han sido fincadas en Louisiana y Virginia Occidental, porque han dado lugar a clases de un solo sexo revirtiendo allí la coeducación.
Los defensores de las clases de un solo sexo a menudo citan que los niños persistentemente se quedan atrás, con respecto a las niñas en las pruebas nacionales de comprensión de lectura, y que son mucho más propensos a tener problemas de disciplina y abandonar la escuela. Los educadores también argumentan que las niñas muestran un desempeño inferior en la ciencia, en comparación con los niños, y que se benefician de estar con otras niñas. Y los funcionarios escolares sostienen que los niños pueden ser fácilmente distraídos por el sexo opuesto en el aula, reporta el Times.
La administración federal le entró al tema esta semana, y precisamente el presidente Obama ordenó que se emitieran guías para las escuelas públicas. Las escuelas pueden establecer esas clases de un solo sexo si pueden demostrar que la estructura mejorará académicamente o la disciplina de una manera que las medidas de escuelas mixtas no pueden. Los estudiantes deben tener una alternativa mixta, y las familias deben colocar voluntariamente a sus hijos en cualquiera de los dos sistemas.
Padres de familia sostienen que separar a sus hijos por sexo atenta contra la socialización, pero los defensores de la segregación por sexo afirman que el proceso de socializar se puede dar en el recreo o en el almuerzo, donde todos están juntos. Los primeros dicen que las niñas se distraen en el salón de clases con los chicos del sexo opuesto, y viceversa, especialmente en materias como matemáticas, y que están más protegidas del bullying o el acoso. Pero los defensores de la coeducación refutan esta tesis argumentando que la intimidación se da también entre los niños del mismo sexo.
Una evaluación externa, realizada por Metis Associates, una firma de investigación encontró que después de dos años de ofrecer clases de un solo género en cinco escuelas del Condado de Broward, casi la mitad de los estudiantes experimentaron una disminución de referencias o castigos disciplinarios, detenciones y suspensiones, en comparación con el año que le precedió.
Un análisis preliminar de resultados de las pruebas estatales mostró por otro lado que cerca de tres cuartas partes de los estudiantes matriculados en las clases de un solo sexo mejoraron su ranking de percentiles en los puntajes de lectura, mientras que cerca del 70 por ciento de los estudiantes de primaria en clases de un solo sexo elevó sus calificaciones en matemáticas.
Los funcionarios del condado de Broward dijeron que aunque el distrito ha añadido dos nuevas opciones de un solo sexo en una escuela secundaria este año, los administradores no estaban planeando expandir este método rápidamente.
Pero la Asociación para la intervención e Investigación Familiar Psicoeducativa y Social asegura que los colegios segregados por sexos parecen un reducto de la educación católica más conservadora hasta hace apenas una década. Que comenzaron desde entonces a extenderse en varios países en distintas modalidades: separación total o sólo en algunas materias, durante toda la instrucción académica o restringida a algunos ciclos.
Esta asociación agrega que en Estados Unidos, por ejemplo, había media docena de centros públicos que seguían ese modelo en 2003; más de 300 un lustro después y alrededor de medio millar hoy, avalados por una supuesta mejora de los resultados académicos para ambos sexos si se estudia por separado. Pero estas teorías, dice, sufrieron un buen golpe la semana pasada, con la publicación en la prestigiosa revista Science del referido artículo, “La seudociencia de la escolarización por sexos”, que asegura que los datos de mejoras académicas no son sólidos; que las diferencias cerebrales entre sexos no justifican una educación dual, y que lo único que consigue es aumentar el sexismo y solidificar los estereotipos.
Y usted padre o madre de familia, en base a la experimentación empírica que significa convivir con sus hijos en uno u otro método o preferencia educativa todos los días, ¿qué opina? Su opinión es valiosa. Háganosla saber en este espacio■