A su paso por Los Ángeles, padres de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, México, lograron amplio apoyo entre muchos angelinos, que se presentaron en marchas y foros para exigir la aparición con vida de los jóvenes y que el gobierno de Obama retire los recursos militares que otorga a México por medio del Plan Mérida. El encuentro más emotivo fue entre los padres de Ayotzinapa y los familiares de otras víctimas mexicanas y centroamericanas de violencia y desaparición en México, que ahora radican en Los Ángeles. Con más detalles del encuentro, nuestro corresponsal Rubén Tapia.
Una de las madres que compartió públicamente su tragedia con la delegación de padres y estudiantes de Ayotzinapa en Los Ángeles fue Karla Castañeda, madre soltera con 4 hijos y asilada política en Estados Unidos por amenazas de la policía de Ciudad Juárez. Castañeda lleva más de 7 años, luchando casi sola, para buscar a su hija Cinthya, de 13 años de edad.
“Vieran que el apoyo que tienen estos compañeros es muchísimo y le doy las gracias por toda esa gente que los ha apoyado. Cuando desaparecen los estudiantes es cuando miro cómo la gente se está levantando. Las madres de Ciudad Juárez no tienen el apoyo de nadie, incluso ni de la gente de Juárez, porque tienen miedo”
También se sumó la salvadoreña -naturalizada estadunidense-, Mercedes Moreno. Su hijo José Leónidas desapareció a su paso por Tapachula, Chiapas, hace más de 20 años.
“Dirán, ¿por qué hasta ahora lo ando buscando? No sabía adónde ir, caí en una depresión tremenda. ¿Dónde está Tapachula? ¿Dónde está la oficina del IMI (Instituto Mexicanos de Inmigración)?»
A la caravana 43 en Los Ángeles también se sumó el dolor de Nansi Cisneros, ciudadana de Estados Unidos, quien lleva más de año y medio buscando a su hermano Javier, levantado en Tala, Jalisco, por hombres armados que parecían policías municipales. No ha encontrado respuesta de las autoridades mexicanas.
“Es nuestro deber luchar por México, no sólo como mexicana sino como norteamericana, tengo esa responsabilidad. No solamente por mi hermano, sino para el resto de desaparecidos que no tienen voz”
Por último, Belén Asencio, inmigrante mexicana tiene 4 años buscando a su hermano desparecido en Tamaulipas.
“La lucha de las comunidades indígenas siempre ha estado allí, los que no habíamos estado somos nosotros. Hasta que la suerte o el destino nos está uniendo. Hoy Dios me da la gracia de unirme a la lucha por mi hermano, por los más de 27 mil desaparecidos”
La respuesta de la caravana 43 que viaja por la región oeste ante las tragedias locales vino del profesor indígena, Cruz Bautista Salvador, tío de uno de los desparecidos de Ayotzinapa.
“Sabemos que en todas partes del mundo, ha habido injusticas, ha habido impunidad. Ahora es el momento de unificarnos y hacer la fuerza, con la comunidad latina, la comunidad de Los Ángeles para pedir justicia”
La caravana 43 región oeste todavía tiene más de un mes para recorrer los estados de California, Oregon, el estado de Washington, Nevada y Colorado, hasta que se reúnan con las otras dos caravanas en la capital del país a fines de abril.
Se escucha consigna: ¡Aquí y allá!, ¡la lucha seguirá!■