Nutrición para todo mundo rica en vitamina B7. Foto: www.healthnutritionreview.com
Las recomendaciones dietéticas más recientes del gobierno para comer más saludable fueron saludadas por la industria de la carne y recibidas con sentimientos encontrados por expertos de la salud. Los científicos ya habían advertido antes al gobierno sobre los grandes riesgos del consumo de las carnes rojas y procesadas y las bebidas azucaradas. Marco Vinicio González nos presenta el análisis de uno de los integrantes del comité asesor de alto nivel.
Cada cinco años el gobierno federal emite una serie de guías alimentarias para una dieta nacional saludable. Este año recomienda comer frutas y verduras, granos enteros, y evitar el exceso de bebidas endulzantes, como los refrescos. Además, advierte sobre el peligro de las grasas saturadas, las carnes rojas y sus derivados procesados, que la ONU recientemente declaró sospechosas de ser cancerígenos.
Sin embargo, para el Dr. Rafael Pérez Escamilla, profesor de epidemiología y salud pública de la Universidad de Yale, en Connecticut, las recomendaciones del Comité Científico Asesor del gobierno, del que él forma parte este año, fueron traicionadas de algún modo a la hora de ser traducidas cabalmente a políticas públicas, dijo:
“Nuestro comité recomendó específicamente que las guías indicaran que el pueblo norteamericano está consumiendo carnes rojas y carnes procesadas en exceso y que deben de disminuir su consumo. … Para mi ese es un cambio muy grande”
Pérez Escamilla considera que no todas las recomendaciones se reflejan en las políticas oficiales de nutrición ni en los etiquetados que advierten de los riesgos de esos productos a la salud, debido a la influencia del fuerte cabildeo en el Congreso, por los lobbies de las industrias de alimentos y bebidas endulzadas.
“Este cabildeo, o lobby in que hacen los sectores de la industria, es a través del Congreso de los EU, quienes por ejemplo ejercieron mucha presión sobre los secretarios de Agricultura y la Secretaria de Salud, para que no se incluyeran la recomendación de alimentos y patrones de dieta que sean sostenibles, desde el punto de vista del medio ambiente”
El Dr. Escamilla afirma que estas industrias argumentaron en las visatas públicas del Congreso, que el medio ambiente no tiene nada que ver con las guías alimentarias. Pero la ciencia indica completamente lo contrario, dice el experto, cuyo comité examinó y concluyó con evidencia fuerte que los patrones de consumo de alimentos ricos en frutas y vegetales, y granos enteros, son más saludables tanto para la salud humana como para la salud del planeta.
“Ya que la cría de reses, toda la industria de la carne ejerce una presión muy fuerte sobre la carga de carbono”
¿Y entonces, cómo debemos comer más saludablemente?
“Las dietas que consistentemente se asociaron con mejores desenlaces de salud, menor riesgo de diabetes, menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, menor riesgo de distintos tipos de cáncer… se identificó que contienen alto nivel de frutas… vegetales con hoja verde de color oscuro, vegetales de color amarillos y rojos… también una dieta rica en pescado, nueces… el pollo también encaja perfectamente bien dentro de las fuentes de proteínas que consistentemente se han asociado con una dieta saludable”, sostuvo el experto.
El gobierno recomienda evitar productos de harinas refinadas, grasas saturadas, y recomienda también el consumo de aceites saludables, como el aceite de oliva o aceites ricos en ácidos grasos omega 3, aquellos derivados del pescado. Y por primera vez en la historia, se puso un tope al consumo de azúcar, agregada en los productos y bebidas, no mayor al 10 por ciento del consumo diario de calorías.
Pero a raíz del cabildeo, dice Pérez Escamilla, el Congreso destinó un millón de dólares a la Academia Nacional de las Ciencias para revisar si se le está suministrando al público la información debida.
“Esa fue una medida que es el resultado de millones de dólares que han invertido sectores de la Austrian de alimentos como la de la carne, como la de los refrescos, en cabildear al Congreso a través de agencias de relaciones públicas. Estos sectores tienen mucho poder porque financian las campañas de los políticos, y dejan a los políticos sin otra opción que seguir sus indicaciones. Entonces yo pienso que no es nada distinto a lo que hace el National Rifle Asociation”
El Dr. Rafael Pérez Escamilla piensa que este millón de dólares más bien debió haberse usado para tratar de remover a los grupos de cabildeo de la industria y a los políticos que no plasmaron las guías científicas en el documento de políticas públicas.
“Yo creo que éticamente, si uno piensa en la salud pública de todas las personas que vivimos en Estados Unidos esa sería la mejor utilización de esos fondos”■
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, Marco Vinicio González.
