Interiores de la Panadería del Medio Oriente en Phoenix, Arizona.
Un acto de vandalismo contra una panadería propiedad de un inmigrante de Medio Oriente en Phoenix, Arizona, se convirtió en el detonante de una explosión de gestos de solidaridad ciudadana y de repudio al odio. Al saber del ataque, los vecinos se reunieron para defender a la panadería, que resulta ser un lugar donde convive gente de extracción diversa, y donde, según nos reporta Valeria Fernández, el principal ingrediente es el amor. Este reportaje es parte de la serie «Hablando de la Raza».
En la Panadería y Deli del Medio Oriente, el panadero libanés Hussein Shahin prepara baklava, un dulce de pistacho típico de esa región, al ritmo de música mexicana, aunque no habla español. En la cocina, Rosie Gutiérrez, una mexicana, prepara platillos de tierras lejanas que jamás visitó.
“Tenemos la combinación de libano, libanés griego, árabe, entre otros, y ya mi toque un poco más latinito”, dice Rosie Gutiérrez.
Como se combina la comida, así también es diverso el equipo de trabajo en esta panadería que lleva más de 30 años como un pequeño ícono cultural en el centro de Phoenix. En estos últimos días han estado más ocupados que siempre, desde que la panadería fue objeto de vandalismo.
Detrás del mostrador está Isam Saed, el director de esta orquesta culinaria de acentos milenarios y latinos, nacido en Palestina y de ciudadanía israelita. Su mano derecha es una guatemalteca, Argentina Gutiérrez.
Argentina Gutiérrez:
“Isam es una persona encantadora con un corazón muy noble; él es muy cariñoso, muy acogedor con todos sus clientes, no tiene ninguno en especial; todos para él son sus clientes y los trata con mucho cariño”
Isam Saed se preocupó cuando leyó en las noticias que ha habido un incremento en los crímenes de odio desde que ganó la elección el presidente electo, Donald Trump.
Isam Saed:
“Trump subió al poder por acusaciones y actos racistas, porque quiso instigar a la gente anglosajona haciéndoles creer que el resto del mundo quiere venir a conquistar a América. Eso es muy, muy triste”
Isam Saed guardó una copia del periódico en noviembre con la imagen de un grafitti que decía: Hagamos que América (EU) sea blanca otra vez. Jamás pensó que esto podría sucederle a su propio negocio.
Saed guardó una copia del periódico de noviembre con la imagen de un grafitti que decía: ‘Hagamos que América sea blanca otra vez’. Jamás pensó que este acto de odio podría sucederle a su propio negocio. Pero a comienzos de diciembre llegó y se dio cuenta de que alguien había quebrado de una pedrada una de las ventanas principales de la panadería. Para él, esto fue un acto de odio, por ser un negocio de un inmigrante y del medio oriente.
Isam Saed:
“Le agradezco a Dios que nadie salió lastimado, el resto son sølo cosas materiales”
Cuando Kym Ventola supo de lo sucedido, de inmediato puso manos a la obra. Ventola vive a escasas dos cuadras de la panadería y su hijo de 9 años tiene una amistad con Saed desde que apenas empezaba a caminar.
Kym Ventola una cliente muy frecuente de la panadería es quien inició una campaña para recabar fondos y arreglar la ventana que fue destrozada.
“Me rompió el corazón y sabía que eso le iba a romper el corazón a mi hijo también cuando se lo dijera. Sentí las ganas de hacer algo por Isam, porque cuando la gente va a verlo él los trata como familia, y quería corresponder a su amabilidad», dijo Kym Ventola.
Ventola abrió una cuenta en internet en el sitio, Gofundme, con la intención de juntar algunos cientos de dólares para la panadería. Pero la repuesta rebasó sus expectativas.
Kym Ventola:
“En un par de horas ya habíamos juntado mil 500 dólares. Eso es un testimonio de lo mucho que la comunidad ama a Isam”
Ventola logró recabar más de 13 mil dólares en un par de días.
Después de que la historia se hizo pública en todos los medios locales de Arizona, Saed recibió una gran sorpresa. En domingo, el día en el que normalmente cierra su panadería, una fila de más de 300 clientes esperaba para probar su deliciosa limonada y la especialidad de la casa, el pollo libanés.
Isam Saed:
Isam Saed, detrás del mostrador y de frente en la foto, disfruta de atender a sus clientes cómo si cada uno fuese especial.
“Lo que pasó aquí fue un poquito, un poquitito de odio, pero nuestra comunidad no quiso tolerarlo”
Fue grande su alegría cuando recibió la donación. Un dueño de una vidriería le donó además el vidrio y lo instaló. El resto del dinero irá para renovaciones de su panadería.
Saed se para en las puertas de su tienda para señalar algo muy especial para él. Es un pequeño grabado sobre el vidrio con la forma de un corazón que dice: “Eres amado”. Es lo primero, dice, que sus clientes hicieron por él. Y a pasos de empezar el 2017, Saed piensa en aquellas familias inmigrantes que se sienten aisladas y temerosas en este momento con el triunfo del presidente electo Trump.
Isam Saed:
El panadero prepara el famoso baklava del Middle Eastern Bakery and Deli.
“No me gusta ver que la gente tenga que sentir que después de que trabajaron muchos años para construir una vida aquí de pronto la van a perder. La comunidad hispana es la más trabajadora que he visto”
La esperanza es lo que nunca hay que perder al final del día, recuerda Saed, y el amor siempre triunfa. De su panadería, todos salen a manos llenas.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, reportó Valeria Fernández, Phoenix, Arizona.
Foto: Valeria Fernández.
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