Senador Tim Kaine
Una rebelión interna de los republicanos en el Senado forzó a sus líderes a aplazar la votación de su propuesta de salud por considerarla perjudicial para los más necesitados, especialmente ancianos, mujeres y niños. A pesar del aplazamiento temporal, una coalición de organizaciones latinas y senadores demócratas unieron esfuerzos para frenar lo que denuncian como una medicina tóxica para los latinos y sus familias. Con los detalles desde la ciudad de Washington, José López Zamorano.
Se escucha barullo en los pasillos del Congreso… Al cabo de esfuerzos infructuosos por lograr el apoyo de su partido, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell aceptó lo inevitable:
“No votaremos por la iniciativa esta semana pero seguiremos tratando de tener a 50 senadores a donde se sientan cómodos con la propuesta”
En conferencia con la prensa
Pospusieron la votación después que la Oficina Presupuestal del Congreso (CBO) estimó que de aprobarse la propuesta republicana del Senado, 22 millones de personas podrían perder su cobertura médica.
El informe fortaleció la posición de media docena de republicanos cuyo voto era necesario para que la iniciativa se sometiera a votación. Aunque todos se reunieron con el presidente, Trump no los convenció de cambiar su voto, pero continuarán el dialogo.
Charles Shcumer es el líder de los demócrata en el Senado:
“No importan que ajusten le hagan, no importa cuanto la cambien en las esquinas, está fundamentalmente errada en lo medular… La propuesta republicana está podrida en lo esencial”
En las afueras del Senado organizaciones latinas se manifestaron preocupadas de que los republicanos vayan a querer hacer ajustes menores al proyecto y tratar de aprobarlo después del receso del 4 de julio.
“Nos vamos a movilizar y a luchar para que no se destruyan estas protecciones para los trabajadores latinos en el país”, dijo Héctor Sánchez.
Hector Sanchez presidente de la Agenda Nacional de Liderazgo Hispano
Sánchez es líder de la Agenda Nacional de Liderazgo Hispano, coalición que representa a los 40 grupos latinos más grandes del país. Sostuvo que harán lo que sea necesario para confrontar una iniciativa que pone en riesgo la cobertura médica que 4.2 millones de latinos, logrados con el ahora cuestionado Obamacare.
“Ellos van a seguir insistiendo en estos cambios y nosotros vamos a seguir luchando”, dijo.
Con la propuesta de los republicanos del Senado se estima que en un lapso de 9 años hasta 6 millones de latinos podrían perder su cobertura de salud en el país. El Centro para el Progreso Estadunidense calcula que California sería el estado más afectado. En nueve años, 2.58 millones de personas perderían su seguro médico, seguido por Texas, con 2.51 millones y La Florida, con 2 millones.
Los senadores demócratas Bob Menéndez, Catherine Cortes-Masto y Tim Kaine se comprometieron a luchar por evitar que la iniciativa del liderazgo republicano se convierta en ley.
Manifestante
“No es una reforma de salud, es una sentencia de muerte para millones que se quedarían sin un seguro médico. Nuestra lucha para detenerla por completo continua”
El Congreso inicia su receso este viernes, pero muchos senadores aprovecharán este paréntesis para hacer asambleas comunitarias en sus distritos, donde escucharán las opiniones de sus electores, en momentos que menos del 20 por ciento de los estadunidenses apoyan la versión de salud de los republicanos.
