Presidente Donald Trump y Sheriffe Joe Arpaio. Foto: timesfreepress.com
De la redacción
El presidente Trump otorgó esta tarde un perdón presidencial al Sheriff de Maricopa, Arizona, Joe Arpaio, quien había sido condenado por desacato a la orden de un juez de distrito por ejercer el perfil racial o la discriminación contra los inmigrantes de color –mayormente mexicanos- a quienes no sólo trataba cruelmente sino que se complacía humillándolos en la cárcel del condado bajo su jurisdicción.
Durante más de 24 años de mandato como sheriff de dicho condado, Arpaio ganó notoriedad por detener a cientos de inmigrantes indocumentados en la cárcel de “Tent City”, formada de carpas de lona en esa zona desértica bajo temperaturas que con frecuencia rebasan los 120 grados Fahrenheit. También obligaba a los presos a usar ropa interior color de rosa.
En una declaración que raya en el escándalo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Saunders dijo en un comunicado hoy viernes por la noche que “la vida y la carrera de Joe Arpaio ejemplifican el servicio público desinteresado… A lo largo de su término como sheriff, Arpaio continuó el trabajo de proteger al público de los flagelos del crimen y la inmigración ilegal… Joe Arpaio tiene ahora ochenta y cinco años de edad, y después de más de cincuenta años de admirable servicio a nuestra nación, es un digno candidato a un perdón presidencial».
En su discurso del martes en Phoeniz, Arizona el presidente Trump insinuó que le otorgaría el perdón presidencial: “¿Debe el alguacil Joe ser convicto por hacer su trabajo? Saben qué, voy a hacer una predicción: Creo que va a estar bien”, dijo Trump exitando a su fanática base electoral ahí reunida, y enviando un claro mensaje a los fascistas y supremacistas blancos que protagonizaron recientemente los fatídicos incidentes de Charlottesville, Virginia.
Van aquí reacciones abreviadas de sólo algunas de las muchas organizaciones nacionales defensoras de los derechos civiles y humanos que hoy se apresuran a condenar el perdón presidencial:
La Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos (NALEO), que se opone firmemente a dicho perdón presidencial al ex comisario del Condado de Maricopa, Joseph Arpaio, en un comunicado expresó lo siguiente:
«Un perdón para Arpaio es un respaldo al racismo por parte de la oficina de más alto rango en el mundo, señalando a los estadunidenses que la conducta discriminatoria y un descarado desprecio por el proceso judicial es aceptable. Este tipo de acto es una intromisión extraordinaria en nuestro sistema de justicia, que amenaza la fe del público en la aplicación de la ley y en el estado de derecho”.
Janet Murguía, presidenta y CEO de UnidosUS (anteriormente el Concejo Nacional de la Raza, NCLR), la organización latina más grande del país en la defensa de los derechos civiles y humanos denunció esta noche de la siguiente manera la decisión del presidente:
«Es difícil imaginar a alguien menos digno de un perdón o de cualquier tipo de misericordia que Joe Arpaio. Él repetidamente violó la ley al involucrarse en el hostigamiento y abuso de gran parte de la publicidad y auto-servicio de millones de sus electores a expensas de la aplicación de la ley real y la seguridad pública… Todavía no ha cumplido un día en la cárcel ni ha pagado ningún otro precio legal por sus crímenes. Y no ha demostrado ni una pizca de remordimiento o arrepentimiento, ni ha hecho ninguna retribución a las personas que aterrorizó durante más de una década».
Cecillia Wang, Directora Legal Adjunta de ACLU, la Unión Americana de Libertades Civiles, que rechazó reiteradamente las órdenes judiciales de Arpaio, dando lugar tanto a sentencias civiles como criminales por desacato, contra él, dijo lo siguiente:
«Con su perdón a Arpaio, el presidente Trump ha elegido la anarquía sobre la justicia, la división sobre la unidad, el daño sobre la curación. Una vez más, el presidente ha actuado en apoyo de las prácticas ilegales y fallidas de lla aplicación de la ley de inmigración, que apunta a personas de color que han sido golpeadas por los tribunales. El perdón a Arpaio es un aval presidencial al racismo».
Algunas expresiones de sentido común se han aventurado a declarar que el perdón del presidente Trump al cruel alguacil Joe Arpaio, bien puede ser una manera de explorar la reacción del público ante un posible perdón a su hijo, implicado en la presunta colusión con los rusos en el caso de la manipulación de las pasadas elecciones presidenciales. O bien un probable perdón a sí mismo, al tiempo que brinda un aval a las fuerzas sociales más retrógradas, como los racistas del KKK y los nacionalistas blancos, que últimamente han vuelto a salir a la superficie del día.
