De la Redacción
Una tras otra el presidente Trump va derogando las más importantes políticas públicas de su antecesor, y esta vez toca el turno a leyes relacionadas con el medio ambiente. El presidente Trump está a punto de anunciar sus planes para desmantelar la pieza central del legado de Obama sobre el cambio climático, el Plan de Energía Limpia, al tiempo que desmembrará varias otras regulaciones, de más bajo perfil pero igualmente significativas, dirigidas también a frenar el calentamiento global, entre las que incluye el cierre de cientos de plantas de energía, reporta The New York Times.
Esta vez los recortes más severos del plan de gastos de la administración Trump recaerían sobre la Agencia de Protección Ambiental, quitándole un 31 por ciento de su presupuesto anual; el mayor recorte presupuestal para cualquier agencia federal en el plan de gastos de este año,
De entrada eliminaría los programas de investigación y prevención del cambio climático en todo el gobierno federal, «y mandaría revisar los estrictos estándares que regulan la emisión de gases de los escapes de auto”, que influyen en el calentamiento global, y que forman parte de “otra de las políticas clave del cambio climático de la era de Obama”.
Estos estrictos estándares sobre la emisión de monóxido de carbono al medio ambiente son sin embargo parte de los compromisos que Estados Unidos contrajo en el Acuerdo de Paris de 2015 sobre la materia. Y en virtud de cómo está redactado este acuerdo en su forma actual, Estados Unidos se ha comprometido a reducir para el año 2025 sus niveles de contaminación con gases de efecto invernadero en alrededor del 26 por ciento, con respecto a los niveles de 2005.
“Eso sólo puede lograrse si Estados Unidos no simplemente aplica el Plan de Energía Limpia, sino que aprieta las normas contra la contaminación o añade más políticas similares en los próximos años”. Pero la política presupuestal para la materia, propuesta por el presidente Trump, haría virtualmente imposible cumplir con dichos propósitos, o respetar los referidos acuerdos.
Según la fuente, lo que estas movidas de Trump buscan es “enviar una señal inconfundible a la nación y al mundo de que él sostiene la intención de cumplir sus promesas de campaña” a sus votantes, para desmantelar “cada elemento de las políticas de Obama que hace frente al cambio climático”, algo que Trump ha llamado “estúpido”, dice el Times.
En una gira recienbte de Trump en el estado minero de Kentucky, este lunes el presidente declaró a una “animada” audiencia, que él está preparando una acción ejecutiva que «salvaría a nuestros maravillosos mineros de carbón, de continuar siendo puestos siempre fuera de servicio».
La fuente afirma también que dichas políticas de Obama fueron ideadas para cerrar cientos de centrales de carbón altamente contaminantes, y para congelar la construcción de nuevas plantas, que a la vez fueron reemplazadas con grandes parques eólicos y solares. El borrador de la propuesta de ley que Trump develará próximamente, “también establece opciones para bloquear o debilitar legalmente una media docena de órdenes ejecutivas y políticas adicionales de la era de Obama sobre el cambio climático”.
Y aunque científicos de todo el mundo y defensores de las políticas climáticas están observando con profunda preocupación las acciones y declaraciones de la actual administración sobre el calentamiento global, expertos en derecho ambiental sostienen que no será posible que Trump repita rápida o simplemente los elementos más sustantivos de las regulaciones de Obama sobre la materia. Señalan que tal proceso “representa un abrumador desafío legal que podría tomar muchos años”, y que es hasta probable que termine en la Corte Suprema.
Los economistas que analizan las propuestas de Trump se muestran así mismo “escépticos de que una reversión de las reglas restauraría las fuentes de trabajo perdidas en las minas de carbón, porque la demanda para el carbón se ha venido reduciendo constantemente durante años”.
Además, se espera que el borrador que anuncie Trump presuntamente levantará una moratoria sobre los nuevos contratos de arrendamiento a minas de carbón en terrenos federales, que el gobierno de Obama había anunciado el año pasado. Que eliminar o reducir el costo social del carbono podría proporcionar a la administración Trump la justificación económica para aplicar regulaciones menos estrictas. Lo que daría una óptima oportunidad al actual presidente para rescindir una orden ejecutiva de Obama dirigida a todas las agencias federales para tener en cuenta el cambio climático al considerar cualquier forma de permiso o arrendamiento para proyectos de impacto ambiental.
Los retrasos en el anuncio del referido borrador, “han ocurrido en gran parte como resultado de una desorganización o ineptitud, y de un proceso caótico de planificación y política de la actual administración”, declaró a la fuente una persona familiarizada con el tema y la administración, que pidió hablar bajo condición de anonimato «para evitar enfurecer al presidente Trump”, concluye el Times■