Tras ser deportada, hondureña regresa 4 años después y se reúne con sus hijas

Niños detenidos por la Patrulla Fronteriza  en violación de su dignidad y derechos humanos. Foto: www.ignatiansolidarity.net.

Niños detenidos por la Patrulla Fronteriza en violación de su dignidad y derechos humanos. Foto: www.ignatiansolidarity.net.

Cuatro años después de dejar atrás a sus hijas, tras haberle sido arrebatadas de sus brazos por las autoridades de Inmigración en la frontera sur, a la hondureña María Hernández finalmente se le iluminó el corazón cuando la semana pasada viajó a Estados Unidos y se reunió con ellas en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, California, reporta Reuters. “Estaba lejos pero siempre pensando en ustedes”, le habría dicho entonces Hernández a sus hijas, al fundirse con ellas en un emotivo abrazo con el inmenso cariño de volverse a encontrar.

De la redacción

A María Hernández la deportaron a Honduras y en tras el arresto en algún punto de cruce de Arizona le quitaron a sus dos hijas para llevarlas a un refugio de la ciudad. Michelle es la mayor, de 8 años cuando la separaron de su madre, y ahora está convertida en una adolescente. Y Nicole, entonces de 3, y ahora de 7 años. Y cuatro años después María Hernández regresa a Estados Unidos legalmente.

Cuenta la fuente que apenas pasadas las navidades de 2017 la familia fue detenida por la Patrulla Fronteriza en Arizona. Venían en busca de asilo. Hernández habría dicho que “tras ser detenida se le dio la opción imposible bajo la política de «Cero Tolerancia» de la administración Trump: abandonar el país, con las niñas o sin ellas. Inquieta por las amenazas recientes de las pandillas hondureñas contra Michelle, “Hernández optó por la seguridad de sus hijas, que pensó era mucho mayor en Estados Unidos”, aún a costa del precio que tenía que pagar separándose de ellas, dijo.

Por su parte, Michelle habría dicho, «El pasado es el pasado… Ahora que mi mamá está aquí, quiero crear nuevos recuerdos».

La fuente señala un estudio que fue realizado en noviembre de 2021 por la organización sin fines de lucro, Physicians for Human Rights. “Encontró que los padres y los niños separados por la fuerza en la frontera sufrieron un trauma psicológico severo, que incluyó confusión y pánico; depresión, llanto frecuente y pesadillas. Los médicos encontraron además que “los síntomas pueden persistir incluso después de la reunificación”.

Para Michelle, dice Reuters, ha sido difícil hablar con otros sobre lo que ha pasado.
«Todos los problemas, me los guardé porque es extraño contárselo a un maestro o a un amigo o a alguien; porque tal vez no te entiendan o simplemente se sientan mal por ti», dijo la joven después de pasar su primer día con su madre. Y agregó que “trató de ser fuerte para su hermana menor Nicole, quien se puso triste cuando vio a otros escolares con sus madres. Le dije: ‘Algún día serás así, algún día estarás con tu mamá'»■

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