El presidente mexicano llegó a Estados Unidos y se instaló el miércoles en la residencia de la Embajada de su país en Washington, D.C., ciudad donde dará comienzo hoy la IX Cumbre de Líderes de América del Norte, entre México, Estados Unidos y Canadá. Tras una pausa de cinco años por la impertinencia de Trump, se retomará el tema de la migración y se proporcionará un foro para discutir los desacuerdos comerciales y el intercambio de vacunas.
De la redacción
En su tercera visita a Estados Unidos el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) presenció a distancia manifestaciones de apoyo de un pequeño grupo de mexicanos simpatizantes qu e le dio la bienvenida, y aunque el mandatario no se detuvo a saludarlos directamente, les envió un abrazo a la distancia bajo el celoso cuidado del servicio secreto estadunidense, que se encarga ya de su seguridad y la de los miembros de su comitiva.
La reunión llega en un momento crítico para Estados Unidos, ya que la ruptura de las cadenas de suministro globales y el movimiento masivo de personas en las Américas ha hecho que la cooperación con México y Canadá sea más vital que nunca.
De acuerdo con la Presidencia de México, por la mañana de hoy López Obrador se reunirá con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y más tarde con la vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris, en la Casa Blanca; después sostendrá una reunión bilateral con el presidente Joe Biden, y ya entrada la noche López Obrador tendrá un encuentro con el mandatario Trudeau y Biden, nuevamente en la Casa Blanca.
Tres altos funcionarios de la administración de Estados Unidos dijeron a la TV el miércoles que los líderes discutirían “la creación de vías más humanas hacia el asilo, o la creación de empleo para los migrantes desplazados por el cambio climático, o la trata de personas; y que buscarán también mostrar un sentido de solidaridad estratégica y económica en medio de un aumento en la competencia de Asia y Europa.
Trascendió sin embargo que los mandatarios de los tres países de Norteamérica no discutirían las políticas que se han convertido en puntos de inflexión para los activistas de inmigración en Estados Unidos, como el programa que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en México (MPP), que hemos reportado en este espacio repetida y oportunamente, mientras esperan que sus casos se resuelvan en las cortes de Inmigración.
Biden dijo también que las defenderá las disposiciones en apoyo a la protección de los derechos laborales, una referencia a una disputa resuelta contra México a principios de este año.
Tony Payan, director del Centro de México del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice, dijo a The New York Times que “Al final del día, volver a estar juntos dará la impresión correcta… La mala noticia es que los problemas son muchos y espinosos». Además, expertos en la relación trilateral han dicho que no se esperan acuerdos sustantivos sobre los actuales desacuerdos acerca de cómo cada país ha manejado sus compromisos comerciales.
Según el periódico mexicano, La Jornada, AMLO habría dicho que “el tema de su propuesta de reforma eléctrica no se encuentra agendado”. Y no obstante, sostuvo que “estará dispuesto a defenderlo” ante Trudeau y Biden. “Lo que queremos es que no aumente el precio de la luz y acabar con los abusos de las empresas particulares. ¿Ustedes creen que me va a costar trabajo decir esto al presidente Biden o al primer ministro Trudeau? ¡Pues no! Ni modo que ellos estén a favor o protejan a corruptos”.
Se dice que hoy buscarán “actualizar las leyes laborales de México, fomentar una mayor producción de automóviles en América del Norte y abrir los mercados canadienses para los productores lácteos estadunidenses”.
Pero según los medios estadunidenses, las discusiones más delicadas vendrán con López Obrador. “Durante mucho tiempo México, ha sido un perdedor en la relación con sus vecinos”, pero no obstante «ha ganado innfluencia» en un año que vio un éxodo migratorio desde América Latina hacia el norte, impulsado por la pandemia”, dice el Times.
Y es que Biden ha tenido que depender cada vez más de México para evitar que el flujo de personas abrume sus fronteras del sur, que se han movido hacia el Río Suchiate, donde la Guardia Nacional y el Instituto de Migración mexicanos “disuaden” a los migrantes de Centroamérica, que de otro modo podrían llegar al norte. Para los funcionarios de Biden, la importancia de mantener una fuerte aplicación de la ley mexicana quedó clara en septiembre, cuando miles de haitianos cruzaron la frontera hacia Texas.
Funcionarios de los tres países esperan que se llegue a acuerdos sobre el intercambio de vacunas. Canadá y México acordarán compartir «millones» de dosis con los países más pobres de América Latina y el Caribe.
Por otro lado, según el Times México solicitó a Estados Unidos que permitiera el ingreso a Estados Unidos de agentes mexicanos de seguridad, para trabajar con los agentes de la ley locales en este país en el combate al tráfico de armas estadunidenses haciael sur de la frontera estadunidense. La administración Biden aceptó esa propuesta.
En otro renglón, los tres países firmarán un pacto para reducir hasta en un 75 por ciento las emisiones de metano en las industrias del petróleo y el gas, para 2030; y formarán un grupo de trabajo para abordar los problemas de la cadena de suministro■