Cerca de 400 trabajadores se contagiaron de coronavirus y 8 perdieron la vida mientras laboraban en la mega compañía procesadora de aves de corral, Foster Farms. Después de meses de ignorar las recomendaciones sanitarias oficiales y bajo la amenaza de un boicot laboral esta semana la empresa cerró sus puertas, se comprometió a desinfectar sus instalaciones y hacer pruebas de Covid-19 a sus más de 3 mil trabajadores. Nuestra reportera, María Esquinca habló con varios trabajadores sobre cómo y porqué llegaron a este mortal nivel de contagio.
Durante una conferencia de prensa desconsolada y sollozando Martha Vera lamenta la muerte por Covid- 19 de su esposo, un chofer que durante 27 años trabajó en la empresa Foster Farms.
“Cuántas muertes más quieren? ¿Cuántos muertos más para que ellos piensen algo? ¿Para que la compañía proteja a sus trabajadores? ¿Cuántos más?«
Al igual que el esposo de Martha fallecieron otros siete trabajadores y cerca de 400 se contagiaron de coronavirus. Rosa López ha trabajado en Foster Farms por 33 años, donde hace cuatro meses sospechaban de los contagios.
“Nos empezamos a dar cuenta en abril… Empezaron los rumores que había casos ahí en la compañía”
Rosa dijo que algunos se ausentaban y otros con síntomas de Covid-19 seguían trabajando.
“Pues ellos dicen que por necesidad estaban trabajando”
En mayo Jesús Ruiz, con 29 años en esa pollería, supo que se contagiaron unos trabajadores de limpieza; pasaron los meses y la compañía guardó silencio.
“No, no, nunca, nunca nos juntaron para decirnos, ‘saben qué, falleció fulano’, o este y el otro”
Durante ese tiempo el alcalde de Livingston, Gurpal Samra dice que empezó a recibir llamadas de trabajadores a los que no les informaban sobre los contagios y que la empresa multimillonaria solamente les daba pañuelos en lugar de las mascarillas apropiadas.
“Is that a multibillion dollar company?… And this is all they can do to protect the employees. Is to get them some scarves. Where are the proper masks?”
(¿Es esta una empresa de miles de millones de dólares? Y, ¿todo lo que pueden hacer para proteger a los empleados consiste en conseguirles unos pañuelos? ¿Dónde están las máscaras adecuadas?)
El alcalde Samra hizo públicas las críticas de los trabajadores. Foster Farms es una de las procesadoras de aves de corral más grandes del país, y uno de los principales empleadores en Livingston, pequeña ciudad latina con más de 14 mil habitantes en el valle central de California.
A finales de junio el Departamento de Salud del condado Merced les notificó que tenían un brote de Covid-19. Les recomendó medidas sanitarias y que les hicieran la prueba a sus trabajadores. Pasó un mes y solamente a un 10 por ciento le hicieron la prueba.
A finales de agosto el Departamento de Salud de Merced les ordenó cerrar sus puertas. Pero Foster Farms ignoró la orden. Discutieron y finalmente la primera semana de septiembre clausuraron casi todas sus operaciones. Foster Farms se comprometió a desinfectar sus instalaciones y hacer pruebas a todos los trabajadores. Sin embargo, el saldo de meses de dilación fue de 8 trabajadores fallecidos y casi 400 contagiados.
El director ejecutivo del Jakara Movement, Deep Singh, dijo que si la compañía hubiera actuado más pronto, se podrían haber evitado tantas muertes.
“I don’t think they took it as seriously as they should have some from the get go..had they done that, I think a lot of families would not be missing their loved ones right now”
(No creo que desde el principio se lo hayan tomado tan en serio como deberían. Si lo hubieran hecho, creo que en este momento muchas familias no estarían extrañando a sus seres queridos).
Una parte de los trabajadores de Foster Farms son representados por la unión de campesinos, UFW. Amenazaron con boicotear la empresa si no protege la salud de los trabajadores y mejora sus condiciones laborales.
Mientras Foster Farms reinicia operaciones, Rosa López lamenta la pérdida de su amiga y otros trabajadores.
“Mucho por la pérdida de mi amiga, mucho me afectó. Y saber que han muerto más personas y no había pasado nada”
Por su parte, Jesús Ruiz dice cómo se siente cuando regrese a trabajar:
“Yo siento miedo, siento tristeza por todo lo que está pasando. Pero todo depende de que tengan compasión de la gente y sepan que por toda nuestra gente ellos están donde están”
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Fresno California María Esquinca.
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