Trabajadores contratados en la mira (primera)

Trabajadoras H-2B de la industria marisquera

Trabajadoras H-2B de la industria marisquera

El Departamento del Trabajo emitió por fin en abril una serie de medidas para proteger al trabajador contratado en el exterior, mayormente en México, para venir a Estados Unidos con las llamadas visas, H2B. Este programa, conocido también como de ‘trabajadores huésped’, es para quienes entre otros oficios vienen a realizar labores forestales, en hoteles, en jardinería o en empacadoras de mariscos. De las protecciones recién anunciadas destacamos los procedimientos más claros para el reclutamiento de trabajadores, los honorarios mínimos y los pagos por gastos de viaje y de visado. Sin embargo, estas protecciones hoy se hallan bajo ataque en el Congreso. Con ayuda de una experta, Chelis López da en este programan de Línea Abierta que ella misma conduce da un repaso a las referidas protecciones laborales y alerta sobre los desafíos que enfrenta el futuro de estos trabajadores migrantes. Esta es una edición de nuestra serie: “Voy Contratado”, Derechos del Migrante en Radio, realizado en parte con apoyo de la Fundación John D. and Catherine T. Macarthur.


Recientemente hemos podido ver como el lobby de las industrias que viven de los trabajadores huéspedes lanzó un duro contrataque en el Congreso de Estados Unidos, y ganó el apoyo de influyentes legisladores de los estados que más traen trabajadores extranjeros contratados. La industria logró incluir en la ley presupuestaria artículos que derogan algunas de las protecciones federales promulgadas en la nueva Ley del Trabajo durante la primavera de 2015, recientemente anunciadas.

El lobby de los empresarios logró también que se ampliara sustantivamente el programa H2B, para traer a miles más de trabajadores no calificados, y logró quitarle fondos al Departamento del Trabajo, con lo cual en la práctica se reduce la capacidad de inspección y vigilancia de los derechos del trabajador contratado con visa H2B.

No es todo. Todavía avanzan dentro del Congreso iniciativas pro empresariales llamadas ‘de apoyo a la pequeña empresa o al trabajo estacional’, que proponen ampliar aún más la capacidad de los patrones para traer trabajadores del exterior y diluir aún más las nuevas reglas que gobiernan estos programas de contratación y que gobiernan sobre las obligaciones de los patrones para cumplir a los obreros contratados sus más elementales necesidades salariales o de trabajo.

Elizabeth Mauldin es la directora de Incidencia Política, del Centro del Derecho del Migrante y participa desde Baltimore, en este programa de Línea Abierta que Chelis López conduce en Oakland, California.

-¿Cómo es que la asignación de fondos del presupuesto federal puede propiciar un retroceso en los derechos laborales conquistados con tanto esfuerzo? –pregunta López.

“Vimos cambios muy importantes en el programa H2B el año pasado. Muchas más protecciones para los trabajadores migrantes. Y una de estas protecciones es la garantía de ‘las tres cuartas partes’, que obliga a los empleadores a pagar por lo menos tres cuartas partes de lo que les prometieron a los trabajadores en su contrato”, responde Mauldin.

Esto significa que los trabajadores no pueden estar esperando mucho tiempo sin trabajar, y por lo tanto sin ganar. Porque “muchas veces lo que le pasa a los trabajadores que llegan a Estados Unidos, es que esperan y esperan y esperan… Pero esta garantía de las tres cuartas partes, que es una protección muy importante, lamentablemente está bajo ataque, en el Congreso”.

Porque la industria se resiste a pagar a los trabajadores como se les debe pagar, y rehúsa ofrecerles las protecciones laborales que merecen; tampoco quiere mantener la transparencia en el programa H2B, que realmente se necesita para asegurar que cumple con la ley, afirma Elizabeth Molina.

Señala que los primeros dos ataques legislativos, uno  en la Cámara de Representantes y otro en el Senado, buscan eliminar todas las protecciones obtenidas con la promulgación de la nueva ley.

Sin embargo, “Al momento no estamos viendo que estos proyectos de ley se muevan… Como están presentados, sobre la mesa, no vemos que tengan manera de avanzar en el Congreso”.

Agrega que “lo que sí pasó, a fin del año pasado, es que el Congreso pasó su ley presupuestaria…, el ‘Obnibus’, o la forma como el gobierno federal distribuye los fondos a sus agencias y departamentos para que estos hagan su trabajo”, y es ahi donde viajaron de polizonte las referidas enmiendas restrictivas.

Una de dichas provisiones bajo ataque es la que retira fondos al Departamento del Trabajo con los que éste vigila el cumplimiento de la garantía de ‘las tres cuartas partes’. Aunque  no significa que dicho derecho laboral deje de existir en la ley anunciada por el Departamento del Trabajo. Más bien quiere decir que el Departamento del Trabajo no va a poder hacer cumplir esta provisión, sin fondos para contratar suficientes agentes que monitoreen y supervisen el cumplimiento de la ley en el sitio de trabajo.

“Y entonces el trabajador tendría que ir a la corte, o pedir primero y directamente al empleador, que le pague el dinero por el tiempo aún no trabajado. Porque cada trabajador tiene el derecho a recibir por lo menos tres cuartas partes del pago que debe de recibir durante un periodo de 12 semanas”.

Entre otras de las nuevas protecciones laborales de la nueva Ley del Trabajo está la de que cada trabajador tiene derecho a recibir los términos de empleo. Es decir que antes de ir al consulado -a tramitar una visa- el trabajador tiene derecho a recibir los beneficios y obligaciones bajo los que ha sido empleado.

“Y eso es muy importante porque hemos visto en el pasado que muchos trabajadores escuchan unos términos de empleo, después llegan al consulado y les dicen otra cosa, y durante la travesía hacia Estados Unidos el reclutador les cuenta otros términos de empleo, y al final llegan al trabajo y es otra cosa completamente”.

En otras palabras la industria no quiere que el Departamento del Trabajo la supervise, sostiene Mauldin.

¿Cuál sería el impacto de estos ataques a dichas protecciones para futuro del programa H2B?

Para Elizabeth Mauldin es difícil imaginar la existencia del programa H2B sin esas protecciones. “Son ¡tan importantes!, para los trabajadores. Y como está escrita la ley, no se puede emplear trabajadores migrantes, temporales, con una visa de Estados Unidos, pagándoles menos de lo que se le pagaría a un ciudadano”.

Para los migrantes esto significa que no pueden ser explotados en su trabajo, abunda Mauldin. “Que no pueden ser víctimas de trata humana. No se les puede pagar menos, no pueden vivir en casas en condiciones muy malas. Que tienen que mantener un programa justo, que trata bien a la gente, como se le trataría a cualquier ciudadano de Estados Unidos».

Pero los empleadores tienen fuerza, dice la experta. Tal vez porque es un año de elecciones en Estados Unidos, en el que los empleadores piden a sus congresistas que satisfagan sus necesidades de mano de obra extranjera a cambio de donaciones de campaña.

Tal vez esto explique su fuerza, añade Mauldin. “Pero yo creo, espero, que el resultado de los proyectos de ley -sometidos por cabilderos de la industria-, no van a avanzar. Y espero que estas provisiones del presupuesto solamente duren nueve meses, hasta fines de septiembre; esperamos que no sigan después de esos nueve meses. Y que recuperamos toda la fuerza de las nuevas reglas”.

Es muy importante saber que todos los trabajadores tienen derechos bajo la ley. Y uno de esos derechos es el de poder someter un reclamo, o consultar con un abogado cuando se tiene una queja, sin tener que recibir represalias por esto.

“Si uno tiene una queja sobre algo que está pasando en el trabajo, tiene derecho a ponerse en contacto con un abogado, con el Departamento del Trabajo, con la policía, si es un crimen, ¡y no puede haber represalias por eso!

El Departamento del Trabajo sí recibe estas quejas, en inglés y en español, pero si persisten los problemas, como la barrera del idioma, o si tiene miedo, puede ponerse en contacto con el Centro de Derechos del Migrante, incluso si por alguna razón no somete su queja en este país y se regresa a México, puede hacerlo posteriormente desde allá, a través de este centro de derechos.

“Y si no podemos llevar el caso podemos ayudarlo a encontrar a alguien que sí pueda tomar el caso. Y aparte de esta, nuestras prioridades son también que queremos proteger las nuevas reglas”.

Mauldin apuntó además que dentro de sus prioridades está la de dar a los trabajadores herramientas, “como las que tenemos en contratados.org para que los trabajadores hablen uno con el otro, y se avisen sobre cuáles problemas están experimentando y qué pueden hacer”.

Una de las faltas enorme de transparencia es la que ocurre contra el trabajador huésped durante el procedimiento del reclutamiento, porque en la comunidad no se sabe muy bien quién es el reclutador. “Y lo que estamos intentando hacer es crear transparencia en toda la cadena del reclutamiento, para que los reclutadores no sigan evitando la fuerza de la ley”, dice.

Mauldin agrega que no sabe cómo se va lograr esta transparencia bajo las nuevas reglas, pero éstas requieren que los empleadores  apunten en sus formularios de empleo quienes son sus reclutadores. «Y nosotros pedimos en nuestros comentarios al gobierno, que se tuviera que escribir todos los reclutadores, toda la cadena del proceso de reclutamiento; sus abogados en Estados Unidos, una agencia con la que trabajan, que aliste a todos los intermediarios. Desde los contactos primarios en Estados Unidos, y el reclutador en la comunidad del trabajador».

Es importante saber que cada trabajador tiene derecho a recibir los términos de empleo durante el reclutamiento. Es recomendable revisar estos términos, para saber cuánto les van a pagar, cuántas horas por semana, cómo son las condiciones de trabajo, etcétera. Además, hay que recordar que hay una prohibición contractual de las fuerzas de reclutamiento laboral internacional, que dice que un reclutador no le puede cobrar al trabajador una cuota por el reclutamiento.

Finalmente está la provisión contra las represalias, lo que significa que el empleador no puede tomar represalias en contra de los trabajadores por ponerse en contacto con abogados, con el Departamento del Trabajo, o recibir consejos sobre cómo someter una queja.

Además, el trabajador tiene el derecho a recibir reembolso de lo que pagó por su visa y transporte, una vez que haya terminado el 50 por ciento del tiempo de trabajo estipulado en su contrato. También, al trabajador le deben reembolsar todo el dinero que pagó para poder llegar al lugar del empleo. Y cuando el empleador finaliza el contrato, el enmpleado debe recibir un pago para el transporte de regreso a su país de origen. Es muy importante exigir ese dinero a los empleadores, quienes deben de pagarlo por ley, concluye la directora de Incidencia Política del Centro del Derecho del Migrante, en Baltimore, Elizabeth Mauldin■

Centro de los Derechos del Migrante

Contratados (Voy contratado / Voy informado)

Escuche el programa completo:

Continúa…

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