En Los Ángeles, un grupo de trabajadoras que limpian aviones en el aeropuerto internacional están a punto de sostener careos en una corte laboral con su patrón, un contratista del aeropuerto, a quien acusan de escamotearle el pago de sus horas extra y su salario mínimo. Mientras este asunto se decide en la corte, en la legislatura de Sacramento avanza una iniciativa anti-robo de salarios, que propone imponer castigos contra aquellos patrones que, aun debiendo salarios a sus empleados, opten por evadir los pagos. En próximos dias, el presidente del Senado californiano, Kevin de León, autor del proyecto, sostendrá un foro ciudadano en Los Angeles, ciudad a la que se da en llamar capital del robo salarial en el pais. Con más detalles, nuestro corresponsal en Los Ángeles, Rubén Tapia.
Anabel González tiene diez años limpiando aviones. Entre vuelos, ella sube a los aviones con un equipo de más de diez trabajadoras para limpiarlos.
“Me gusta el trabajo. No me gusta lo que hace la compañía», dice González.
La compañía es “Scientific Concepts«, una empresa con más de 20 años y con más de un centenar de trabajadores en el aeropuerto de Los Ángeles. González lleva tres años trabajando con dicha empresa.
“Si el avión está listo antes de media hora, es break, y si no está listo antes de media hora, es lonche. Básicamente estábamos trabajando, porque estábamos cuidando que el avión estuviera listo, para subir”, explica.
González dice que la compañía no pagaba por esas guardias y tampoco las registraban oficialmente.
“Nosotros no teníamos un lugar a donde ir y ponchar fuera o dentro para el lonche. Ellos decidían a qué hora nuestro lonche empezaba”, dice.
Esta forma irregular de reducir o alargar las horas de descanso y comidas y también las de entrada y salida, de acuerdo a las necesidades de la compañía, hacía que las jornadas laborales de González iniciaran aproximadamente a las 9 de la mañana y terminaran pasadas las 7 de la tarde. Eso le causó problemas con su esposo.
“Teníamos problemas porque me decía, ‘¿Cómo puede ser posible que te vayas de mañana y regreses de noche y sólo hayas trabajado cinco o seis horas?’” dice González.
González, quien nació en Los Ángeles, ya había trabajado antes en otra compañía similar donde sí respetaban los horarios.
“Varias veces yo me quejé, pero ellos (Scientific Concepts) igual lo hacían”, dice.
Por eso, Anabel González y otras 19 de sus compañeras de trabajo interpusieron una demanda de robo salarial ante la Oficina del Comisionado Laboral de California. Después de una investigación que duró casi dos años, el estado resolvió en favor de todas las trabajadoras de “Scientific Concepts”. La empresa no respondió a nuestras llamadas pidiéndoles una entrevista.
“El ticket que el estado le dio a la compañía fue de 966 mil dólares, para 187 trabajadoras. Fueron cuatro citaciones: Sueldo mínimo, overtime, lunch y break”, dice Maricela Salinas, investigadora de una organización que trabaja por abolir las prácticas laborales ilegales e injustas en la industria de la limpieza (MCTF, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, Anabel González tiene sus dudas.
“Yo sé que vamos a ganar. Que recuperemos el dinero, lo dudo mucho”, dice González.
Según estadísticas del Proyecto Nacional de Derecho del Trabajo y la División de Normas Laborales de Registros de Aplicación de California, de cada 100 trabajadores que ganan demandas laborales por robo salarial en el estado, sólo 17 recuperan su dinero .
Es por eso que fue recibida con gran entusiasmo la reciente aprobación de la SB 588 o Ley de Salario Justo por parte del Senado de California.
“La propuesta del senado 588 proporciona al Comisionado de California herramientas adicionales para que combata el robo salarial en nuestro estado. Un reciente estudio de UCLA encontró que tan solo en el Condado de Los Ángeles a los trabajadores los roban de más de un billón de dólares cada año”, enfatizo el presidente del Senado, el demócrata Kevin de León antes de pedir el voto de sus colegas.
Todo indica que la Ley de Salario Justo tiene altas posibilidades de ser aprobada por la Asamblea y firmada por el gobernador Brown, según Tia Koonse, investigadora del Centro Laboral de UCLA.
«Sería la primera ley de su clase, que combina todas estas herramientas, responsabilidad individual y compartida, así como dará al Comisionado Laboral recursos específicos para que pueda recuperar los salarios robados”, destaca Koonse.
La investigadora Koonse dice que sería ejemplo a seguir para otros estados del país, porque el problema está muy extendido.
«En todo el país, en cualquier semana, el 68 por ciento de los trabajadores de bajos salarios experimenta violaciones a nuestras protecciones laborales más básicas: salario mínimo, tiempo extra, el derecho de comer o descansar durante el turno de trabajo, el derecho a no trabajar gratis o por un pago disminuido fuera de horas de trabajo y no sufrir deducciones ilegales como el robo de propinas”, dice Koonse.
Koonse destaca que los avances legislativos contra el robo salarial en California fueron posibles gracias a que se formó un amplio movimiento de apoyo, movimiento que se necesita construir también a nivel nacional para combatir efectivamente este serio problema.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Los Ángeles, yo soy Rubén Tapia.
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