En abril, el gobierno comenzará a enviar nuevas tarjetas de Medicare, iniciando un esfuerzo masivo que durará un año para modificar la identificación de 59 millones de personas inscritas en el programa federal de seguro médico.
Históricamente, las tarjetas de identificación de Medicare contenían los números de seguro social de los miembros, que hoy en día son alrededor de 50 millones de adultos mayores y 9 millones de personas con discapacidades graves. Pero eso ha sido problemático: si roban una billetera o un bolso, un ladrón podría usar esa información, junto con una dirección o fecha de nacimiento en una licencia de conducir, para robo de identidad.
Durante años, los que estafan por teléfono se han aprovechado de los adultos mayores, apelando a distintas razones para que les den sus números de Medicare. Los que se han dejado engañar, han descubierto cuentas de banco vacías, desvíos de pagos del seguro social o facturas impagadas que nunca recibieron, porque su correo se reenviaba a un impostor.
Las nuevas tarjetas abordan estas inquietudes eliminando el número del seguro social de cada miembro y reemplazándolo con un nuevo “número de Medicare” de 11 dígitos generado aleatoriamente, que incluye algunas letras mayúsculas. Este número se usará en el futuro para verificar la elegibilidad en servicios y con fines de facturación.
Este gran cambio puede encontrar baches en el camino, por lo que habrá un período de transición durante el cual se podrán usar las dos tarjetas en consultorios y hospitales. Ambas deberían funcionar hasta el 31 de diciembre de 2019.
Si el beneficiario olvida la nueva tarjeta en su casa, el personal del consultorio podrá buscar el nuevo número de Medicare en un sitio seguro de la computadora. O bien, pueden usar información que ya está en sus archivos durante el período de transición.
“Nos han contactado algunas personas que nos preguntan ‘si no tengo la nueva tarjeta en una cita médica, ¿significa que mi proveedor no me va a ver?’”, dijo Casey Schwartz, abogada senior de educación y política federal en el Medicare Rights Center. “Eso no debería ser un problema”.
Las tarjetas se irán enviando a los beneficiarios de Medicare durante un período de 12 meses que finalizará en abril de 2019. Los adultos mayores en Alaska, California, Delaware, el Distrito de Columbia, Hawaii, Oregon, Pensilvania, Virginia y West Virginia serán los primeros en recibirlas por correo, entre abril y junio, junto con varios territorios estadunidenses: Samoa Americana, Guam y las Islas Marianas del Norte.
La última ola de estados será Kentucky, Louisiana, Michigan, Mississippi, Missouri, Ohio y Tennessee, junto con Puerto Rico y las Islas Vírgenes.
“Si su hermana vive en otro estado y recibe su tarjeta antes que usted, no se preocupe”, explicó la Comisión Federal de Comercio (FTC) en una nueva alerta. Como las cartas salen en oleadas, “su tarjeta puede llegar en otro momento”.
Si cree que el Seguro Social podría no tener su dirección actual, llame al 1-800-772-1213 o consulte su cuenta del Seguro Social en internet en https://www.ssa.gov/myaccount/, informó la FTC.
Cuando tenga la nueva tarjeta de Medicare en sus manos, no tire la vieja a la basura. En cambio, “dedique tiempo a cortarla con un par de tijeras” para asegurarse que se destruya la parte que muestra su número de seguro social, aconsejó Amy Nofziger, experta en fraude de AARP.
Los estafadores seguirán pidiendo esos números, y los grupos de AARP y Senior Medicare Patrol han estado recibiendo estos informes de fraude relacionados con tarjetas de Medicare desde el año pasado.
Hace un mes, Alfonso Hernández, de 65 años y quien vive en Moreno Valley, California, recibió una llamada de un hombre que le dijo en español que Medicare iba a emitir nuevas tarjetas y que necesitaba verificar cierta información, incluido su nombre, dirección y número de seguro social.
“Dije que no, normalmente no doy mi número de seguro social a nadie”, dijo Hernández. En ese momento, la persona que llamó puso a su “supervisor” al teléfono, quien dijo que el gobierno necesitaba asegurarse que tenía la información correcta. Sorprendido, Hernández recitó su número de seguro social y, “tan pronto como lo hice, colgaron”.
“Inmediatamente, dije ‘oh Dios mío, qué hice’”, contó Hernández, quien rápidamente contactó a las agencias de crédito para que pusieran una alerta en su cuenta. “Sigo orando para que no pase nada”.
En una estafa, reportada por la Agencia de Envejecimiento del Área 1 de California, una persona que supuestamente representa a Medicare u otra agencia gubernamental afirma que necesita la información de su cuenta bancaria para que Medicare pueda organizar un depósito directo de fondos en su cuenta. Las nuevas tarjetas de Medicare se utilizan como excusa.
En otra, que circula en Iowa, los timadores amenazan con cancelar el seguro de salud de las personas mayores si no entregan sus números de tarjeta de Medicare actuales. “Le estamos diciendo a la gente, nunca le den a alguien este número, simplemente cuelgue”, dijo Nancy Ketcham, especialista en derechos de adultos mayores en la Agencia de Envejecimiento Elderbridge, que ofrece servicios en 29 condados en el noroeste de Iowa.
La semana del 6 de marzo, el programa Senior Medicare Patrol de Medicare recibió un informe de otra estafa detectada en el condado de Riverside, en California: una persona que llama afirma que antes que un adulto mayor pueda obtener una nueva tarjeta de Medicare, tiene que pagar de 5 a 50 dólares por una tarjeta “temporal”, de acuerdo con Sandy Morales, administradora de casos del programa.
Nofziger, de AARP, dijo que un representante de Medicare nunca contactará a un adulto mayor por teléfono o correo electrónico acerca de las nuevas tarjetas y, sin duda, “nunca pedirá dinero o información personal ni amenazará con cancelar sus beneficios de salud”. Las nuevas tarjetas de Medicare son gratuitas y no hay que hacer nada para recibirlas: se envían automáticamente a todos los inscritos. “No dé ninguna información a las personas que llaman por teléfono”, aconsejó.
Si sospecha de fraude, repórtelo a la FTC, a la línea de ayuda contra fraudes de AARP, 1-877-908-3360, o a su programa local de Senior Medicare Patrol.
Si se encuentra entre los casi 18 millones de adultos mayores y personas con discapacidades graves que tienen cobertura a través de un plan Medicare Advantage, conserve la tarjeta que le dio su plan. Estos planes los ofrecen compañías de seguros privadas, que tienen su propia forma de identificar a los miembros. Y si tiene cobertura de medicamentos recetados a través de Medicare, otro beneficio ofrecido por compañías privadas, también conserve su tarjeta para ese plan.
La cobertura de KHN relacionada con el envejecimiento y la mejora de la atención de adultos mayores está respaldada en parte por la John A. Hartford Foundation.
Judith Graham: @judith_graham