Tras casi 19 meses de permanecer cerrada la frontera de México con Estados Unidos como una medida necesaria para contener la propagación del Covid-19, finalmente hoy 8 de noviembre se abrió el paso para los viajeros no esenciales en los cruces terrestres y arribos marítimos. La medida fue anunciada desde el fin semana por el Departamento de Seguridad Interior (DHS).
De la redacción
La nueva disposición del gobierno federal estadunidense, que abre las fronteras norte y sur de Estados Unidos y que comenzó a partir de hoy, exige a los viajeros que deseen ingresar a Estados Unidos que además de portar los documentos habituales de viaje (pasaporte y visa vigentes), deberán contar con el esquema completo de vacunación, con la o las vacunas aprobadas por la Administración de Medicinas y Alimentos estadunidense, FDA, y por la Organización mundial de la Salud, OMS (Pfizer-BioNtech, Sinovac, AstraZeneca, Moderna, Covishield y Sinopharm).
Además, los viajeros deben haberse practicado una prueba de coronavirus negativa tomada dentro de los tres días previos al viaje. Pero los estadunidenses no vacunados y los niños menores de 18 años están exentos del requisito, aunque deben realizarse una prueba anti covid un día antes de viajar.
En tanto, viajeros internacionales de docenas de países abarrotaron aeropuertos, desde donde iniciaron esta mañana decenas de vuelos hacia Estados Unidos, algunos por razones de negocios y otros de salud; y en las fronteras terrestres, a los largo de la línea divisoria de México con Estados Unidos, los habitantes de esa extensa zona fronteriza pudieron romper al fin los casi 19 meses de permanecer separados de sus familias y amigos o en ocasiones de sus negocios, porque en esa zona conurbana, dividida por la frontera, sus habitantes han vivido históricamente conectados a ambos lados de la línea, en una vida cotidiana compartida.
Además, los negocios de la zona fronteriza recibieron la noticia ‘con bombos y platillos’, porque para ellos el cierre de la frontera ha significado casi dos años de multimillonarias pérdidas económicas, pero ahora celebran el inicio de un largo proceso de recuperación; pues los comercios del lado estadunidense por ejemplo, dependen en gran medida de los consumidores mexicanos o que cruzan la frontera desde México hacia Estados Unidos, y también, aunque en mucho menor escala los que cruzan a través de la frontera con Canadá.
Como se sabe, la temporada navideña, que comienza a insinuarse con el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving) viene a ser un salvavidas para la atribulada industria del turismo, que espera ansiosamente una afluencia de visitantes internacionales especialmente en destinos populares de las grandes ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Miami.
La prohibición extendida de viajar desde 33 países, incluidos los miembros de la Unión Europea, China, India e Irán, devastó el sector turismo y provocó pérdidas de casi 300 mil millones de dólares en gastos de visitantes, y más de un millón de empleos estadunidenses, según la Asociación de Viajes de Estados Unidos■