De La Redacción
El incendio no es metafórico, sino literal. Los disturbios desatados en Baltimore (Maryland) tras la muerte por una herida fatal en la columna vertebral del joven negro de 25 años de edad, Freddie Gray, mientras se hallaba bajo custodia de la policía local hace poco más de una semana (19 de abril), desató la furia de una sociedad hastiada por la brutalidad policial que se ha enseñoreado no sólo en esta parte del país sino en muchos lugares de Estados Unidos, incendiando comercios e inmuebles de esa ciudad.
La tarea de apagar dichos incendios recayó en los bomberos, que hasta la noche de ayer se afanaban en controlar las llamas, mientras el humo se extendía algunas partes del oestes de Baltimore. Los disturbios alcanzaron varias cuadras más allá de la funeraria donde se velaban los restos del occiso Freddie Gray, lo que motivó la presencia de la Guardia Nacional, solicitada por el gobernador republicano de Maryland, Larry Hogan, quien decretó el estado de emergencia el día de ayer, dicen agencias de noticias.
La alcaldesa de Baltimore, también de ascendencia negra, Stephanie Rawlings-Blake declaró sin embargo a CNN que “no era necesaria la presencia de la Guardia Nacional”. La ciudad cuenta con 620 mil habitantes, de los que el 61.5 por ciento son afroestadunidenses, y está situada a 64 kilómetros de Washington, DC.
La policía efectuó al menos 27 arrestos ayer y colegios de Baltimore cerraron este martes. Un partido de béisbol de los Orioles fue cancelado, y negocios y estaciones de tren no abrieron en la ciudad.
En los disturbios, además de la destrucción de automóviles hubo saqueos de almacenes, farmacias y otros comercios, que los familiares de Freddie Gray repudiaron públicamente ayer. Y la refriega con la policía antimotines local arrojó un saldo de 15 agentes lesionados -seis de gravedad-, lo que fue catalogada por la prensa nacional como uno de los enfrentamientos con la uniformada más violentos desde las revueltas desatadas en Ferguson, Misouri el año pasado, tras la muerte del también afroestadunidense Michael Brown.
De acuerdo con Reuters, el abogado de la familia de Gray asegura que “su espina dorsal estaba cortada en un 80 por ciento, a la altura del cuello mientras permanecía bajo custodia”. A pesar de las súplicas de Gray a los policías cuando lo arrestaban, los agentes se negaron a brindarle la atención médica que solicitaba, violando el propio protocolo de la policía dijo un investigador de la cadena MSNBC.
La agencia Reuters señala que Freddie Gray “fue arrestado cuando huía de la policía… y transportado a la comisaría en un furgón, sin cinturón de seguridad, donde sufrió una lesión en la espalda que acabaría causándole la muerte una semana después”.
A través de un tuit, The Guardian señala que seis policías que participaron en el arresto de Gray fueron suspendidos, y que el Departamento de Justicia está investigando posibles violaciones de los derechos civiles del occiso. También que las tareas de limpieza, tras los disturbios, comenzaron el día de hoy■