De La Redacción
Se espera que en los próximos días la Suprema Corte de Justicia estadunidense falle –a favor o en contra- de la Ley de Salud Costeable (ACA), tras unos 50 intentos de los republicanos por derogarla y luego de que los magistrados hayan escuchado los argumentos de la demanda, King vs Burwell, cuyo texto señala que el gobierno puede ofrecer subsidios sólo en aquellos estados que han establecido sus propios mercados de seguros.
El debate jurídico sobre el alcance o significado del contenido de dicho texto es intenso y contencioso, por lo que no lo abordaremos aquí; pero si el máximo tribunal de la nación falla en contra de la referida ley, también conocida como Obamacare, por lo menos unos 6.4 millones, de los 7.1 millones de personas que se inscribieron al programa en el reciente periodo, podrían perder sus subsidios y por ende su cobertura médica quedando a expensas de los altos –e inalcanzables- costos del mercado de servicios de salud. De acuerdo con la administración federal, los subsidios en promedio alcanzan los 272 dólares mensuales, aunque existe un rango que va de 158 dólares (Arizona) a 536 dólares (Alaska).
Entre tanto, de 34 estados que utilizan el intercambio de seguros federal, Pennsylvania y Delaware son los mejor preparados, dice un reporte de The New York Times. Ellos han presentado planes detallados para la creación de sus propias bolsas, para el próximo año; una medida que busca mantener los subsidios que fluyen a sus residentes, aunque posiblemente con una interrupción.
Algunos estados como Mississippi, o asociaciones de médicos y hospitales como pasa en Illinois esperan que el gobierno flexibilice los requisitos para establecer su propio mercado de intercambios. Pero la vasta mayoría restante carece de un plan contingente si la Suprema falla en contra del Obamacare; y aun si estuvieran preparados, de todos modos todos tendrían que ser aprobados por sus respectivas legislaturas, que suelen ser los mecanismos que otorgan el financiamiento a las medidas legales propuestas por los gobiernos de los estados, dice la fuente.
Y agrega que si la Suprema decide fallar en favor de la Ley de Salud, estados como Pennsylvania, que como dijimos cuenta ya con un plan de contingencia desecharían inmediatamente dicho plan y seguirían operando con el mercado de intercambio vigente. Seguirían utilizando los mecanismos de Obamacare para establecer la elegibilidad a un subsidio, uno de los principales problemas que se presentaron en el arranque; o las tácticas para alcanzar nuevos clientes en las comunidades, así como los centros de llamadas telefónicas para asesorar en el proceso de inscripción. Y esto podría convertirse en un modelo para otros estados que están a punto de perder sus subsidios.
Por otro lado, dice la publicación Atlantic.com, el fallo de la Corte Suprema, King vs Burwell obligará a confrontar posiciones a los aspirantes presidenciales en el primer gran debate de la campaña 2016.
Si los cinco conservadores en el alto tribunal deciden invalidar los subsidios federales en el Obamacare, y arrojar tanto al sistema de salud como al Congreso en un estado de caos, los candidatos se enfrentarán a su primera prueba política en tiempo real. Esa decisión podría llegar tan pronto como el lunes, o se espera que pueda llegar en algún momento antes de que finalice el mes.
En muchos sentidos, las implicaciones políticas de la referida sentencia judicial podrían estar siendo el reverso de las preferencias de los candidatos de cada partido. Los demócratas por ejemplo, incluyendo a Hillary Clinton, confían en que la Corte preserve por segunda vez, la pieza de mayor alcance del legado nacional del presidente Obama. Pero al eliminar los subsidios haría que el costo del seguro se dispare para millones de personas, lo que podría desintegrar la expansión de la cobertura, algo que ha sido central en la Ley de Cuidado de Salud Asequible, y esto a su vez podría ‘jalar agua para su molino. Para los republicanos, derogar dicha ley es exactamente lo que han estado esperando, al menos en términos de política; pero el efecto inmediato de la anulación de los subsidios expondría, de nuevo, las profundas divisiones del Partido Republicano en materia de política de salud, sostiene la fuente.
La Decisión de la Suprema corte de Justicia mantiene en vilo las expectativas tano de políticos como de constituyentes. Estaremos pendientes■
