De la redacción
La Asociación Americana para las Personas Retiradas, AARP en colaboración con la Federación Asiático-Americana, la Federación Hispana, la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color, NAACP, y la Liga Urbana de Nueva York acaban de dar a conocer un estudio que presta atención por primera vez a las desigualdades que afectan a las personas de color, o sea negros, latinos y asiáticos mayores de 50 años que viven en Nueva York.
La población de personas de color mayores de 60 años en el estado de Nueva York creció un impresionante 43% entre 2000 y 2010; casi 20 veces más que el total de la población (2.1%) y más de cinco veces más que el 8% que creció la población ‘blanca’ de mayores de 60 en el estado, según la Oficina del Censo de EE. UU. Está previsto que este crecimiento desproporcionado continúe en las décadas sucesivas y empeore de forma significativa las disparidades que ya existen.
La iniciativa de AARP y aliados en este proyecto, «Deshaciendo las disparidades raciales y étnicas: Soluciones para neoyorquinos de 50 años o más», encontró que dichas personas en Nueva York encuentran más dificultades para mantener abiertas cuentas bancarias, pagar la hipoteca de su casa, y tampoco pueden encontrar con facilidad planes de ahorro para su retiro o jubilación.
El estado de Nueva York sufre el mayor nivel de desigualdad en los ingresos de todo el país, ya que un 1% de los neoyorquinos gana 45 veces más que el 99% restante.
Y estos son precisamente los temas que Línea Abierta toca en la ocasión, poniendo foco en cómo dichas prácticas bancarias afectan los planes de retiro de miles de personas de color mayores de 50 años. Por ejemplo, estas personas mayores no reciben un plan de ahorro para la jubilación, suelen vivir en vecindarios con muy pocas sucursales bancarias, y además batallan más para pagar la hipoteca de su casa y por lo tanto están más en riesgo de ser embargadas.
¿Qué implicaciones y que soluciones puede haber para enfrentar este serio problema de las personas de color mayores de 50 años en Nueva York, que seguramente se parecerá a los problemas que sufren sus iguales en otras partes del país? Estas preguntas y algunas posibles soluciones son abordadas aquí por Samuel Orozco, director de Noticias de Radio Bilingüe con ayuda de varios especialistas en el tema que participan en este programa.
Maggie Castro, Directora Asociada estatal de AARP-New York, y Andrés Castillo, Asesor Nacional también de AARP platican con Orozco sobre los pormenores de este peliagudo asunto y proponen también algunas posibles soluciones.
Por su parte Maggie Castro explica que el referido estudio “se centra en las desigualdades existentes en las áreas de la salud, la seguridad económica y la habitabilidad”, entre los grupos de afroestadunidenses, latinos y asiáticos mayores de 50 años en Nueva York.
“Encontramos que una proporción mayor de afroamericanos, asiáticos y latinos trabajan en empleos donde no se les provee un plan de ahorro para la jubilación… también somos los grupos con los más altos riesgos de sufrir una ejecución hipotecaria”. O sea, un embargo.
“Y ese reporte que AARP hizo, es una guía para el resto de los estados, sostiene el asesor nacional de AARP. Afirma que el estado de Nueva York está pasando una ley para atacar esta problemática descrita que están sufriendo en NY, y que están preparando su expansión ulterior para el resto del país.
Por ejemplo, en California e Illinois ya existe dicha ley, bajo el nombre de Secure Choice, y se busca pasar esta ley en otros estados.
Castillo señala que empresas con menos de 100 empleados “ahora tienen la habilidad de ofrecer una cuenta de jubilación a sus empleados; y esa es la mejor forma para que las personas encuentren seguridad financiera».
Pero la mayoría de los empleados del sector privado de las comunidades de color de Nueva York trabaja para compañías que no ofrecen la opción de un plan de ahorros para la jubilación (incluyendo dos tercios de los hispanos/lations, H/L).
Tan sólo hay una sucursal bancaria por cada 10,000 residentes en barrios de color de la ciudad de Nueva York, en comparación con 3.24 sucursales por cada 10,000 residentes en otros barrios.
¿En qué consisten y cuáles son algunas otras soluciones que se estudian para ayudar a las personas de color mayores de 50 años en el país, que sufren de estos atropellos y engaños de las instituciones bancarias? Al parecer la solución la tienen en sus manos los gobiernos estatales creando leyes que den protección a dicha población y que bancos mayores generen recursos para ayudar a los bancos comunitarios en esos vecindarios, sostiene el experto.
Escuche a a los Invitados de Línea Abierta:
Los cuidadores de familiares trabajan un promedio de 18 horas a la semana ofreciendo cuidados, dice el estudio. Incluso cuando un 60 por ciento de ellos tiene un trabajo a tiempo completo o parcial.
Y mientras que, a nivel nacional, en 2016 el promedio de cuidadores familiares gastó casi el 20% de sus ingresos en gastos derivados de estos cuidados, los cuidadores de comunidades de color gastaron más (un 44% de sus ingresos en el caso de los cuidadores H/L).
El número de residentes mayores de comunidades de color que se mudaron a residencias de ancianos entre 1999 y 2008 aumentó a un ritmo más rápido: Los H/L aumentaron un 54.9%, los asiático-americanos/nativos de una isla del Pacífico (AA/NIP) un 54.1%, y los AA/N un 10.8%, en comparación con una reducción entre los estadunidenses ‘blancos’ de un 10.2%.
Esta disparidad en los gastos por concepto de cuidado a personas mayores de la familia pues representa un golpe bastante serio a las finanzas de la las familias…, que tienen que subsidiar por cuenta propia, lo que en muchas sociedades es un asunto del Estado, en el que colaboran las instituciones públicas, sostiene Orozco.
–¿Puede comentar sobre esto? –pregunta.
“Seguro. Las barreras culturales, y las dificultades en la comunicación contribuyen mucho, responde Castro. «Poca comprensión e incumplimiento a los pacientes… y bueno, la baja calidad en la atención a nuestra gente en los centros de cuidados que proveen estos servicios en nuestras comunidades, a menudo tienen esas deficiencias. Poco personal, menor cantidad de enfermeros, enfermeras, o personas tituladas por paciente”.
Castro señala también que la recomendación que están haciendo los grupos que impulsaron el referido estudio en Nueva York “es que los legisladores deben requerir capacitación cultural y lingüística a todos los profesionales del cuidado de la salud que están registrados en el estado de Nueva York”.
Y agrega que también están pidiendo que “se debe aprobar un crédito impositivo estatal, para que los cuidadores familiares, como usted menciona, porque ya se sabe puede ser un poco costoso, para que se apoyen; apoyarlos, y reconocer lo importante que son por la contribución que dan…, y que reduzcan la demanda de servicios financiados por el Estado”.
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