Marco Vinicio González
Científicos señalan que el agua de los embalses más grandes de Estados Unidos, tras una prolongada sequía, ubican a California “bajo el agua”, tras una emergencia de inundaciones en Nevada. Además, dicen, se está liberando agua de algunos embalses de Arizona, previo a los escurrimientos propios de la primavera.
Entre tanto, este lunes la Corte Suprema parecía dividida al evaluar una disputa que involucraba al gobierno federal y la búsqueda de la Nación Navajo del agua del río Colorado, afectado por la sequía.
Los hechos del caso se remontan a dos tratados que la tribu y el gobierno federal firmaron en 1849 y 1868. El segundo estableció la reserva como el «hogar permanente» de la tribu, “una promesa que la Nación Navajo dice que incluye un suministro suficiente de agua”, reportó The Independent.
En 2003, sostiene, “la tribu demandó al gobierno federal argumentando que no había considerado o protegido los derechos de agua de la Nación Navajo de la parte inferior del río Colorado”.
Por su parte Arizona, Nevada y Colorado, tres de los siete estados que extraen agua del referido río, además de los distritos del agua en California, que también están involucrados en el caso
le están pidiendo a los magistrados fallar en contra de los Navajo.
Las autoridades encargadas de los asuntos del agua de Colorado sostienen que ponerse del lado de la Nación Navajo socavará los acuerdos existentes entre los siete estados, e interrumpirá la gestión del río. Cosa que según la fuente el abogado de la Nación Navajo, Shay Dvoretzky habría dicho a los jueces que “la solicitud actual de agua de la tribu es modesta”. Y agregó que “el alivio que estamos buscando aquí es una evaluación de las necesidades de la nación, y un plan para satisfacerlas”.
Entre tanto, el abogado de la administración Biden, Frederick Liu argumentó que si el máximo tribunal se pone del lado de los Navajo, “el gobierno federal podría enfrentar demandas de muchas otras tribus” en necesidad.
No obstante, los tres jueces liberales, Sonia Soto Mayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson parecían simpatizar con la petición de los Navajo. Sin embargo, los cuatro jueces conservadores, incluido el juez Samuel Alito se mostraron escépticos durante casi dos horas de argumentos en la Corte Suprema.
La demanda de los Navajo había sido originalmente desestimada por un juez federal, dice la fuente, pero un tribunal de apelaciones permitió que siguiera adelante. «¿Es posible tener un hogar permanente, criar familia y criar animales sin agua?”, argumentó Dvoretzky.
El río Colorado fluye a lo largo de lo que ahora es la frontera noroeste de la reserva de la tribu, que se extiende hasta Nuevo México, Utah y Arizona. Dos de los afluentes del río, el río San Juan y el río Little Colorad también pasan a lo largo y a través de la reserva. Aun así, “un tercio de las aproximadamente 175 mil personas que viven en la reserva, la más grande del país, no tienen agua corriente en sus hogares”.
La defensa del gobierno federal se apoya en la ayuda que dice ha prestado a los Navajo, como por ejemplo obtener agua de los afluentes del río Colorado y proporcionar dinero para infraestructura, “incluidas tuberías, plantas de bombeo e instalaciones de tratamiento de agua”. Pero sostiene que “Ninguna ley o tratado requiere que el gobierno evalúe y aborde las necesidades generales de agua de la tribu”.
En tanto, los estados involucrados en el caso argumentan que “la Nación Navajo está tratando de poner fin a un decreto de la Corte Suprema que dividió el agua en la cuenca baja del río Colorado”.
A fines de junio se espera una decisión en el caso, antes del receso de verano de la Corte Suprema.