Contra escases de trabajadores domiciliarios de la salud en EE UU: inmigrantes y salarios

Trabajadores inmigrantes de la salud, una fuerza laboral importante para el cuidado domiciliario en tiempos de pandemia. Foto: dreamstim.com.

Trabajadores inmigrantes de la salud, una fuerza laboral importante para el cuidado domiciliario en tiempos de pandemia. Foto: dreamstim.com.

La zaga humana que ha atravesado la pandemia del Covid-19 y sus variantes entró hace tiempo en su etapa permanente o de larga duración. Y aunque las tasas de hospitalización y cuidados intensivos no registran los dramáticos niveles de hace un año, las buenas y las malas noticias al respecto arrojan sombra a la atención domiciliaria a pesar de la tremenda escases.

De la redacción

Las agencias de atención domiciliaria en Estados Unidos han venido ‘dándose contra la pared’ en los últimos dos años para tratar de aliviar la escases de personal, intentando extraer trabajadores de otras áreas del sector salud, o haciendo todo lo posible para evitar que sus propios trabajadores ingresen a otras industrias, como la venta minorista o la comida rápida, dice la publicación especializada, Home Health Care News. (PHI)

Y es tanta la necesidad de estos trabajadores para el cuidado domiciliario que hay quienes han volteado la vista a los migrantes de otros países como una ‘mina de oro’ para llenar este hueco.

“Necesitamos más inmigrantes para ayudar a llenar la brecha de fuerza laboral en el cuidado de la salud en el hogar”, sostiene la fuente, y propone una solución potencial: “reiniciar un programa descontinuado en 2009, que considera a los asistentes de salud en el hogar como una ocupación calificada para que los empleados nacidos en el extranjero puedan solicitar visas de trabajo”.

Poco se sabe sin embargo de este programa de visas que fue descontinuado por el Congreso debido a una subutilización, “que no reflejaba la necesidad… sino sólo que la gente no lo sabía», declaró a la fuente Kristie De Peña, del Centro Niskanen. Ella sostiene que debe abordarse dicha escases de rápido crecimiento lo más pronto posible, «o no vamos a tener la mano de obra inmigrante necesaria para satisfacer todas estas necesidades”.

Y es que a medida que la población estadunidense envejece, se prevé que los trabajadores de atención médica domiciliaria sean la tercera ocupación de más rápido crecimiento, dice la Oficina de Estadísticas Laborales; tan sólo en el otoño de 2021, afirma, hubo 3.3 millones de trabajadores retirados, o el 7 por ciento de la fuerza laboral en este país.

Por su parte, datos del Instituto de Política Migratoria señalan que los inmigrantes representaron el 25% de los asistentes de cuidado personal en el área de la salud, y el 38% de los asistentes de salud en el hogar. «Estos han demostrado ser trabajadores esenciales de la salud, pero a menudo son pasados por alto”.

De acuerdo con PHI, “Se necesitarán más de 7 millones de trabajadores de atención directa para 2029 en Estados Unidos. Al menos 4.5 millones de ellos deberán ser trabajadores de atención domiciliaria, y potencialmente más, dada la creciente demanda».

Ahora bien, ¿cómo mitigar esta escasez de mano de obra y asegurar los servicios de atención médica domiciliaria necesarios para la población estadunidense que envejece y la pandemia que perdura con nuevas variantes cada vez más agresivas?

De acuerdo con Kristie De Peña, del Niskanen Center, hay muchos estadunidenses que ya realizan trabajos de cuidado del hogar y lo hacen bien. Pero las razones por las que otros estadunidenses no quieren hacer este trabajo son económicas y tienen que ver con la inmigración.

Por ejemplo, según el portal de investigación y análisis de políticas, Vox EU, “más de una cuarta parte de los asistentes de salud en el hogar y casi la mitad de las ‘amas de casa’ nacieron fuera de Estados Unidos».

Además, los trabajadores que permanezcan en la fuerza laboral se irán a otros empleos de otras industrias con mejores salarios y condiciones, sostienen.

“Si alguna vez vamos a llenar 7.4 millones de trabajos de atención directa, tendremos que comenzar aumentando los salarios”, señala por su parte un reporte de Quality Care Through Quality Jobs. “Los salarios de atención domiciliaria no son competitivos con los trabajos en comida rápida o venta minorista, y eso contribuye en gran medida a la alta rotación” laboral.

La administración del presidente Joe Biden está tratando de ayudar a encabezar ese esfuerzo en su propuesta de infraestructura recientemente presentada, de 2 billones de dólares, de los que reservaría 400 mil millones para servicios basados en el hogar y la comunidad, y apuntaría a mejorar el reclutamiento y la retención de cuidadores.

Además, «la atención domiciliaria se encuentra entre las formas más importantes de infraestructura nacional… una inversión multimillonaria en esta fuerza laboral fundamental contribuiría en gran medida a estabilizar la atención, tanto ahora como en el futuro”, sostiene HPI.

Una inversión federal significativa sin duda ayudaría, pero también reiniciar el referido programa descontinuado en 2009, que considera a los asistentes de salud en el hogar como una ocupación calificada para que los empleados nacidos en el extranjero puedan solicitar visas de trabajo¶
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