Socava Trump estrategia republicana para cambiar CHIP por la Dream Act en el plan de gastos

De la redacción

“Espero que cierren el maldito gobierno”, dice esta mujer que protesta en Washington, DC por la incertidumbre que genera el juego político entre la Casa Blanca y el Congreso. Foto:  www.commonsensenation.net.

“Espero que cierren el maldito gobierno”, dice esta mujer que protesta en Washington, DC por la incertidumbre que genera el juego político entre la Casa Blanca y el Congreso. Foto: www.commonsensenation.net.

Esta tarde la Cámara de representantes podría someter apresuradamente a votación una controversial medida para terminar con el popular –y muy necesario- programa de salud infantil, CHIP, usado por los republicanos como moneda de cambio en el proyecto de ley de gastos. La idea es canjear la permanencia de CHIP por una ley que resuelva de una vez por todas el asunto de los Dreamers, luego de que el presidente Trump desafiara –vía tuit, claro está- la estrategia del propio Partido Republicano para evitar un cierre del gobierno, al declarar que “la extensión de CHIP no debe ser parte de un plan a corto plazo”, a 24 horas de la fecha límite para potencialmente paralizar al gobierno.

El presidente Trump ‘tuiteó’ afirmando que una extensión de CHIP, «debería ser parte de una solución a largo plazo, no una extensión de 30 días o de corto plazo», reporta The Washington Post.

Esto contradice directamente la idea de los republicanos en el Congreso, que han estado ansiosos por obligar a los demócratas a elegir entre el popular programa de salud infantil, cuya renovación y financiamiento han impulsado sin éxito durante meses, y su esfuerzo por obtener protecciones legales permanentes para cientos de miles de jóvenes inmigrantes indocumentados, beneficiados con el programa implementado por la administración previa, que difiere temporalmente su deportación (DACA).

Pero cambiar el proyecto de ley de gastos de los republicanos y Trump, 24 horas antes de la fecha límite de un potencial cierre de gobierno podría retrasar la consideración del propio plan de gastos, reduciendo aún más el margen de maniobra en la negociación, dice la fuente.

Los republicanos habían planeado votar en la cámara baja tan pronto como esta noche por un proyecto de ley provisional que mantendría el financiamiento del gobierno hasta el 16 de febrero, “mientras continúan las delicadas negociaciones para proteger a los ‘Dacamentados’ de la deportación”, dice por su parte The New York Times.

Y es que los líderes republicanos han pasado la semana presionando a los demócratas para que voten por la ley de gastos, argumentando que “oponerse a ella bloquearía efectivamente una extensión de seis años para el programa de salud infantil”, un apartado pegado como parche de último momento a la ley de gastos «con la intensión de endulzar el trago amargo para los legisladores de ambos partidos».

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano de Wisconsin, Paul Ryan dijo ayer a la televisión que sería «inconcebible» que los demócratas se opongan al financiamiento de CHIP con un «no» en el proyecto de ley de gastos a corto plazo.

Pero el tuit de Trump “pareció dar a los demócratas una excusa para oponerse a la medida: el presidente quiere que el programa de salud se aparte de la ley de gastos”, cita la fuente.

No obstante, para evitar mañana un cierre de gobierno, suponiendo que el proyecto pase en la cámara baja, como se prevé, todavía tendría que pasar más tarde en el Senado, donde los republicanos necesitan al menos nueve votos demócratas, lo que se mira cuesta arriba dado que este partido tiene planeado, según ha trascendido, boicotear o ‘filibustear’ la votación en la cámara alta.

Cualquier resolución de ambos partidos tiene en su mira el horizonte electoral de noviembre, cuando el Congreso se renueva. Para los demócratas es importante extender la permanencia de CHIP por otros seis años, y han venido protestando enérgicamente porque el programa expiró el otoño pasado y los republicanos no se han dignado en renovarlo.

En tanto, el líder de la mayoría en el Senado, el republicano de Kentuky, Mitch McConnell también destacó la necesidad de otorgar los fondos a CHIP, con la esperanza de convencer a los demócratas para que respalden su proyecto provisional de la ley gastos.

Y sin dejar de culpar a los demócratas por un posible cierre del gobierno a partir de este sábado, el presidente tuiteó: «Un cierre del gobierno será devastador para nuestro ejército… ¡algo que a los demócratas les importa muy poco!», dice el Times.

Como se sabe, los republicanos mantienen el control de las tres ramas del gobierno, incluida una mayoría en la Suprema Corte de Justicia si se considera que el nuevo juez, Neil Gorsuch vota en favor de ellos. Por tanto, si el gobierno llegara a cerrar maña, esta será la primera vez que un gobierno con el control completo deje de operar, o por lo menos en las funciones “menos” indispensables, como recoger la basura, por ejemplo, algo que para las grandes ciudades como Nueva York sería catastrófico, y para el Partido Republicano sería vergonzoso, dice por su parte la cadena NBC.

Pero los demócratas están bajo una fuerte presión para oponerse a cualquier gasto de ley que no proteja a los Dreamers, mientras todos los días más de 100 de ellos pierden esta protección que data de 2012, y que Trump rescindió. En su defensa acusan a los republicanos de usar a CHIP como moneda de cambio para obligarlos a abandonar sus demandas sobre la Ley Dream Limpia.

Como siempre, las razones que impulsaron a Trump a socavar los argumentos de su propio partido no están claras, dice el Times; pero ayer la administración federal emitió un comunicado oficial respaldando la medida provisional, incluida la extensión de los fondos para CHIP■

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