Miles de inmigrantes latinos sin documentos migratorios ni seguro de salud se ven obligados a trabajar para sostener a sus familias. Ellos han sido las primeras y mayores víctimas del coronavirus en la ciudad de Nueva York, epicentro de la pandemia en el país y enventualmente en el mundo. Del total de fallecidos en la ciudad, uno de cada 3 son latinos según datos del dempartamento municpal de Salud. Y estos sobrevivientes no son elegibles para la ayuda federal de desempleo ni ningua otra ayuda oficial. Ante esta enorme tragedia, activistas comunitarios con escasos recursos y a riesgo de su propia seguridad se movilizan para auxiliarlos y exigen apoyo de las autoridades. Con el reporte, desde la Ciudad de Nueva York, Marco Vinicio González.
Se escucha el sonido de las ambulancias, que surcan el espacio aéreo de la ciudad de Nueva York rasguñando el sistema nervioso...
Los enfermos de coronavirus están llegando en intervalos de minutos a los hospitales de la ciudad de Nueva York, pero con la salud muy quebrantada.
“Y al final del ataque de tos, ya no podía respirar, no me llegaba suficiente aire a los pulmones. Y ahí es cuando Naivy –la esposa- llamó a la ambulancia y me llevaron al hospital”
Moisés Tenesaca es un sobreviviente del coronavirus, que recuerda los amargos momentos que vivió cuando estaba en terapia intensiva, conectado a un respirador. Su dilema era comer, o respirar.
“Pues si tú no comes tu cuerpo no va a tener energía para resistir. Eso fue terrible, durísimo…”.
A casi un mes de que se contagió, tras 9 días hospitalizado y 5 de ellos conectado a un respirador. Hoy se está recuperando con mucha dificultad.
“A los nueve días que yo salí del hospital, si caminaba yo unos 50 pasos me quedaba sin aire. “Entonces, la recuperación es lenta. Sí mejoras todos los días, pero los pulmones son los que me afectaron más a mí”.
Moisés Teneseca es un ecuatoriano de 47 años, mesero del restaurante mexicano Picante, y en otro que se llama Road Café, ubicado en un barrio dominicano del norte de Manhattan. Cuando explotó la pandemia de coronavirus y el restaurante cerró, empezó con los síntomas de la enfermedad en su casa.
Ahora Moisés tendrá que seguir un tratamiento y conseguir alguna ayuda de desempleo, lo que se ve difícil porque las líneas telefónicas sitios web de ayuday para solicitar desempleo están saturadas, y la respuesta a su solicitud tardará varias semanas.
Hasta el 28 de marzo 366 mil 595 solicitudes de desmpleo habían sido sometidas al Departamento de Trabajo de la ciudad.
En la ciudad de Nueva York hasta el día de ayer había 87 mil personas infectadas con coronavirus, y 5 mil 280 decesos. Sin contar a muchos que están muriendo en sus casas.
“Se ha redefinido quién es el trabajador esencial, aunque se les paga una miseria, y viven en condiciones precarias”
Juan Carlos Ruíz es párroco de la Iglesia lutherana el Buen Pastor, que se halla en Brooklyn, uno de los tantos vecindarios más golpeados por la pandemia del COVID-19 , con una amplia población de trabajadores latinos que como Moisés no pueden dejar de trabajar.
“No tienen ese privilegio de quedarse en casa, de decir que tienen dinero en el banco para la comida, ¿no?”
Otro de los graves problemas de los latinos en la ciudad de Nueva York, que sumaban la mayor parte de los muertos por coronavirus (34%) hasta el día de ayer, es que una gran mayoría de ellos viven hacinados hasta con dos familias en un apartamento para poder pagar la renta, dice alarmado el párroco Ruiz.
“Tenemos algunos esposos, confinados, algunos infectados, y esos son los papás, mientras los hijos están ahí con ellos”, agrega Ruiz.
Son miles de familias en la misma situación, dice. Y aunque las agencias oficiales los quisieran ayudar, están sobresaturadas y por eso Ruíz está poniendo todo de su parte.
“No teniendo contacto con las personas físicamente, pero sí comunicándome por teléfono, y dejándoles la comida que necesitan, porque mucha de nuestra gente está pasando hambre”
Pero una cosa que le indigna más es que en medio de la tragedia la policía local siga colaborando con ICE, a pesar de que una ley municipal de 2014 lo permite sólo cuando un inmigrante ha sido condenado por uno de los 170 delitos graves o violentos en los últimos cinco años, o pertenece a una organización terrorista.
“Todavía la semana pasada hubo varias redadas, allá en Staten Island. Cómo vamos a escuchar ahora a la policía, cuando la policía encubrió su colaboración activa con la migra”.
El alcalde De Blasio sabe del problema y condena públicamente dicha colaboración, al igual que el gobernador Andrew Cuomo, quien rechazó dicha colaboración en su último encuentro con Trump en marzo, y sin embargo aceptó que ICE actúe en Nueva York sólo en casos específicos y con la orden de un juez.
Pero por muchos esfuerzos que se hagan la crisis apenas empieza y necesitan mucha ayuda. Hoy la prensa nacional reportó que muchos de los muertos por coronavirus no se están contando porque mueren en casa, y esto lo sabe de primera mano Ruiz.
“Tenemos gente que se les está muriendo el papá, o la mamá, y están en casa uno o dos días, hasta que los vaya a recoger el examinador”
Juan Carlos Ruíz concluye diciendo que en Brooklyn y en El Bronx hay edificios de familias inmigrantes que están totalmente infectados.
“El edificio completo, de 20, 30 familias. Entonces uno cómo puede hacerle frente a esta epidemia bajo estas condiciones, tan insalubres y con tanta inequidad”
Hasta el día de ayer 799 personas murieron en el estado de Nueva York elevando el total a 7 mil 067 decesos. Y en la ciudad hay 87,028 casos de coronavirus confirmados, y murieron ayer 518 personas, elevando la cifra total de muertos a 5 mil 150 decesos.
En la ciudad de Nueva York, los latinos representan el 34 por ciento de las personas que han muerto por el coronavirus pero representan el 29% de la población de la ciudad, según datos preliminares del Departamento de Salud de la ciudad. Los afroestadunidenses representan el 28%de las muertes, pero constituyen apenas el 22% de la población.
Para La Edición Semanaria del Noticiero Latino, desde la Ciudad de Nueva York, Marco Vinicio González.
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