De la redacción
Como lo habíamos anunciado en su oportunidad, el servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE continuó con la segunda fase de su ataque nacional a las ciudades Santuario, denominado “Operation Rise”, y arrestó a más de 170 inmigrantes indocumentados según dio a conocer Chad Wolf, el Secretario interino de Seguridad Nacional (DHS). Esta operación que ICE echó andar a principios de mes en Seattle, para luego seguir con Denver, Nueva York, Philadelphia, Baltimore y Washington, DC tiene un incentivo especial para ICE en California.
Dice un dicho que ‘sobre advertencia no hay engaño’, y esto es precisamente lo que comprobó ICE con el inicio de la segunda fase de su operativo, “Operación Rise”. Como puede observarse, todas estas redadas desatadas por ICE están dirigidas a jurisdicciones donde las policías locales teóricamente no colaboran, o lo hacen de manera limitada con los agentes federales en la detención y deportación de inmigrantes indocumentados; a menos que los federales cuenten con una orden judicial de aprensión, firmada por un juez. Y las autoridades locales sólo hacen excepciones cuando se trata de criminales violentos, como asesinos o violadores.
En conferencia de presa, Wolf anunció hace días que “Las políticas de ciudad santuario son una amenaza para la patria y ponen en peligro la seguridad del pueblo estadunidense, para que ciertos políticos locales puedan ganar puntos baratos –con la opinión pública- a costa de la vida y la seguridad de los estadunidenses”. Y agregó que “la política no prevalecerá antes que la seguridad al hacer cumplir la ley y mantener seguros a nuestros ciudadanos”.
Pero activistas y defensores de los inmigrantes denunciaron esta segunda fase del operativo de ICE, que reanudaría hoy lunes, como un plan con fuerte tintes electorales, a dos semanas de las elecciones generales de Estados Unidos, las más cruciales en varias décadas, y en las que de acuerdo a las encuestas Trump se halla por detrás ligeramente de su oponente demócrata en la recta final.
Como se sabe, California ha sido el ‘saco de golpeo’ de las políticas en general de la administración Trump. Pero sobre todo respecto a la inmigración –indocumentada y no-, debido a la promesa de campaña del presidente en 2016, dice Los Angeles Times. Por eso el ‘Estado Dorado’ ha sido uno de los primeros blancos de este ataque del gobierno federal, desde que el 7 de octubre Wolf anunciara el arresto de 128 inmigrantes durante una redada que duró 5 días, enfocada sobre todo en las ciudades de Los Ángeles y San Diego, en la frontera con México.
El secretario Interino de ICE declaró también que las redadas se dirigen a migrantes con condenas pendientes, principalmente por haber sido deportados y reingresar legalmente al país, así como por haber cometido otros actos criminales. Pero en repetidas ocasiones organizaciones de defensa y académicos que estudian el tema han demostrado que la gran mayoría de los arrestados no tienen dichos antecedentes.
Además, activistas revelaron la existencia de una nueva medida que permite las deportaciones aceleradas en todo el país, para indocumentados que hayan estado viviendo menos de dos años en Estados Unidos y que no estén en espera de ninguna petición a las cortes de Inmigración o del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS).
Vale se ñalar que en días pasados el Consejo Editorial de The New York Times, un grupo de periodistas de opinión basados en «la experiencia, la investigación, el debate y ciertos valores de larga data”, separado de la sala de redacción, publicó un editorial donde denuncia que “La administración Trump ha perseguido meticulosamente la destrucción de la inmigración en Estados Unidos mediante órdenes administrativas de la Casa Blanca que han atacado prácticamente todos los aspectos de la inmigración”, declarando la guerra «a los inmigrantes, legales e indocumentados».
Esta transformación del Sistema de Inmigración estadunidense, dice la editorial del Times, «ha sido quizás el logro más audaz de la administración, supervisado con un enfoque decidido por Stephen Miller, un importante asesor del presidente Trump con fuertes afinidad por el nacionalismo blanco”.
Por su parte, el Instituto de Política Migratoria constata dichas afirmaciones. La administración federal, dice en un informe, “ha impulsado más de 400 acciones sobre inmigración, promulgadas por una amplia gama de departamentos federales… A través de cambios audaces y radicales, así como de ajustes técnicos menos notados”, en lo que va de la era Trump.
Dichos cambios han abarcando “desde la aplicación de redadas fronterizas y en el interior, hasta el reasentamiento de refugiados y el sistema de asilo; la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA); los tribunales de Inmigración y los procesos de investigación y visado”. Este informe ofrece un catálogo completo por temas de esas acciones, incluidas sus fechas y los materiales de origen subyacentes.
Además, continúa el editorial, un análisis de The Brookings Institution afirma que en tres años (2016-19) el gobierno federal redujo a casi la mitad la inmigración, o a unas 600 mil personas por año, “lo que no ocurría desde 1980”; y a partir del inicio de la pandemia de Covid 19, las cifras de recepción de solicitantes de asilo tienden a reducirse cada vez más”■