Sin agua, gas o electricidad, Texas impactada severamente por vientos árticos y la nieve

De la redacción

Uno de los más severos brotes de vientos árticos en la última década, asociado con dos grandes tormentas invernales golpea sin tregua a ambas costas del país. Estados como Texas, Luisiana, Kentucky, Virginia Occidental y otros han sido castigados severamente, y en el noreste estadunidense la nieve ha comenzado a caer otra vez, amenazando con generar una peligrosa falta de energía eléctrica y calorífica, y hasta de agua potable para millones de personas por toda la franja que se extiende desde el Río Grande, en Texas, hasta Nueva York.

El Servicio Meteorológico Nacional ha hecho sonar a todo volumen las alarmas y reporta que otra gran tormenta invernal se avecina y podría traer lluvia helada, nieve y temperaturas muy por debajo de las temperaturas promedio. Hasta el momento, este clima glacial ha dejado al menos 38 personas muertas en todo el país, intransitables muchas carreteras e interrumpido incluso la distribución de vacunas contra el Covid-19 en medio de la voraz pandemia. Es decir, al país le llovió sobre mojado. Casi las tres cuartas partes del territorio continental de Estados Unidos se halla cubierta de nieve.

Pero como reportamos este miércoles en Línea Abierta, de los más de 4 millones de personas que se hallaban sin los vitales suministros para el consumo de la vida doméstica, en Texas más de 2.5 millones de personas seguían sin electricidad tras el colapso del tendido eléctrico; sin agua, por el congelamiento de las tuberías; sin gas y hasta con serias dificultades para conseguir gasolina en un estado inmensamente rico en petróleo y gas natural, pero sin regulaciones gubernamentales porque éstas han venido siendo desmanteladas por los sucesivos gobiernos republicanos.

Al respecto, el director de Noticias de Radio Bilingue, Samuel Orozco reportaba el miércoles en Línea Abierta que “unos 3 millones de usuarios en Texas estaban en la obscuridad y aún sin electricidad después de que las históricas nevadas y temperaturas de congelación provocaran un aumento en la demanda de electricidad para calentar hogares que no estaban acostumbrados a niveles de temperatura tan bajos, por el colapso de la red eléctrica del estado, lo que provocó apagones generalizados”.

Y, como suele suceder, añade Orozco, “para variar, los más necesitados son los primeros en resultar damnificados: son los primeros en quedarse a oscuras y sin calefacción por los apagones y en depender de sus cobijas para poder calentarse”. Léase, los habitantes de los vecindarios latinos, los negros, y los pobres.

Y es que, señala el Director de Noticias, en algunos casos “la desesperación por encontrar un poquito de calor se volvió mortal”. Además, afirma que «los funcionarios de emergencia del condado de Harris informaron de varias muertes por inhalación de monóxido de carbono –que no huele ni se ve- en Houston y sus alrededores, y recordaron a las personas que no deben calentarse en automóviles ni operar generadores de gasolina en el interior de sus hogares».

Advierte Orozco: “OJO: no lo haga, dicen las autoridades de salud. No traten de quedarse a dormir para calentarse en sus carros. Trece niños en Houston han sido tratados por intoxicación con el monóxido de carbono que sale del humo del escape. Algunas personas han muerto ya por esta intoxicación… tres niños pequeños y su abuela, que se cree que estaban tratando de mantenerse calientes, también murieron en un incendio en una casa de Houston la madrugada del martes».

Agrega: “Desde la frontera se nos reporta que los migrantes pasan por una situación muy precaria en los campamentos improvisados. Sortean la tormenta casi a la intemperie. Hemos visto el video de un niño de un campamento que no dejaba de llorar porque a pesar de las cobijas los pies le dolían del frio. Además se reporta también una crisis de luz y agua en la gente que reside en las Colonias”.

Para brindar a la audiencia de Radio Bilingüe un reporte desde el lugar de los desafortunados sucesos, Línea Abierta invitó al programa a nuestra colaboradora en Houston, Mariana Pineda, quien siendo ella misma víctima de las inclemencias de esta ola gélida que azota a Texas, y al país, narró cómo vive la gente en ese estado sureño los vientos árticos.

Escuche:


La organización LUPE ha lanzado una campaña de respuesta rápida para llevar ayuda a los damnificados. Han formado un fondo de emergencia para los residentes de las colonias en previsión de la siguiente helada. (comida caliente, cobija, calentones pequeños y hotel), ha provisto un número de teléfono para la emergencia: 211.

La mitad de la ciudad de Río Grande City no tiene agua ni luz, desde hace dos días. La gente reporta que está batallando para conseguir gasolina.

Para empeorar las cosas: las expectativas de que los cortes serían un sacrificio compartido por los 30 millones de residentes del estado se han topado con una fría realidad, ya que los usuarios en algunas de las ciudades más grandes de Estados Unidos, incluidas San Antonio, Dallas y Austin, se quedaron con la peor parte de los catastróficos apagones que los operadores de la red de Texas sabían ya que se avecinaba.

El colapso provocó generalizada indignación, quejas y demandas de respuestas sobre cómo es que Texas, cuyos líderes republicanos el año pasado se burlaron de California por los apagones de ese estado demócrata, fallaron a la hora que su Sistema de energía se sometió a prueba. Texas es el único estado de EE. UU., con su propia red eléctrica separada■

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