De la redacción
En medio del clima político enrarecido que se vive actualmente en el país por las políticas comerciales, migratorias, ambientalistas y judiciales de la Casa Blanca y esta administración, el Congreso avanza en el proceso de fincar una ley que proteja a los millones de hombres y mujeres que producen los alimentos que se sirven todos los días a la mesa de los habitantes de este este país, para oferecerles un camino a la ciudadanía. Este lunes se sumó al grupo de representantes que propuso el 30 de octubre el proyecto legislativo, el republicano de Utah, John Curtis.
La agricultura en Estados Unidos, así como otras industrias y sus trabajadores corren serios riesgos, amenazados por la administración Trump. Es por eso que una coalición bipartidista compuesta de 24 legisladores demócratas y 20 republicanos, presentó la semana pasada un proyecto de ley que estabilizaría y modernizaría el trabajo del campo, y que lleva por nombre Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola.
Esta ley busca proteger los derechos de los trabajadores y trabajadoras agrícolas, y le da certeza y estabilidad a esta industria, hoy en peligro sobre todo por la falta de mano de obra formada mayormente por inmigrantes indocumentados, en importantes regiones agrícolas del país.
El programa Línea Abierta de Radio Bilingüe abordó a fondo los pormenores de esta inciativa conocida como la Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola, para lo cual Samuel Orozco platicó con el congresista federal demócrata del Valle Central de California, T. J. Cox, sobre las expectativas tanto de rancheros empleadores como de los trabajadores del campo, recogidos por este congresista de sta vasta región agrícola.
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Como se dijo, esta propuesta de Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola de 2019, que se presentó el 30 de octubre en la Cámara de Representantes, contiene un paquete de medidas de corte laboral y temas de salud. Además, ofrece sobre todo un camino a la legalización para los trabajadores agrícolas. Así msmo, expande el programa de visas de trabajo temporal para trabajadores extranjeros, conocido como H-2A, y crea un programa de visas basado en méritos, el primero de su tipo, diseñado específicamente para el sector agrícola de la nación.
Es un proyecto de ley de reforma migratoria para mejorar las oportunidades de trabajo agrícola, que daría beneficios y seguridad a los trabajadores indocumentados y enfrenta la escasez de mano de obra disponible en dicha industria en Estados Unidos. También otorgaría el estatus de petición migratoria a los cónyuges e hijos de los trabajadores, para ayudar a construir una fuerza laboral legal y confiable.
Al proyecto de Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola de 2019 lo encabezan la demócrata de California, Zoe Lofgren y el republicano de Washington, Dan Newhouse (WA). Los acompaña un grupo de legisladores bipartidistade la cámara baja, entre quienes sobresalen los demócratas de California, Salud Carbajal y Jimmy Panetta, y los republicanos Mario Díaz-Balart (FL), Doug LaMalfa (CA), y Mike Simpson (ID). Y este lunes se sumó a la lista el republicano de Utah, John Curtis.
Se trata de una pieza legislativa derivada de “una cuidadosa política y un compromiso que equilibra los intereses de los campesinos, sus empleadores y todo el pueblo estadunidense para asegurar que la agricultura siga siendo un pilar vital de la economía de Estados Unidos”, dijo por su parte en un comunicado el Director Ejecutivo de America’s Voice, Frank Sharry.
Los trabajadores agrícolas, cuya inmensa mayoría son inmigrantes indocumentados, «ponen la comida en las mesas de Estados Unidos, hacen crecer nuestra economía y potencian nuestras exportaciones agrícolas”.
El también analista político, quien a lo largo de los años y a través de este espacio ha demostrado su inquebrantable compromiso con los derechos de los trabajadores inmigrantes, y en particular de los indocumentados, afirma que “todos los días, millones de trabajadores inmigrantes en Estados Unidos tienen que soportar el abrasante sol o el frío del amanecer para llevar a cabo la agotadora tarea de cultivar frutas y vegetales para alimentar al país y al mundo”.
Además, señala que el trabajo de estos campesinos “es mal pagado y subestimado”, y que la mayoría “no goza de la protección total de las leyes laborales de Estados Unidos, ni de los derechos y responsabilidades de la ciudadanía estadunidense”.
Por eso, sostiene que dicha legislación “crea un camino para que esos hombres y mujeres logren un estatus legal, protejan a sus familias de la explotación, de la deportación y de la separación familiar”, y para tal efecto los conduce a la ciudadanía.
En tanto, el Partido Republicano y el presidente Trump persiguen una agenda supremacista que va en contra de la realidad y los intereses de los trabajadores inmigrantes y en general de la inmigración. Es importante, añade el comunicado de America’s Voice, «mantener la prosperidad de las comunidades rurales”, y seguir un camino «que una a los representantes de todo el espectro político” en plano doméstico, así como a la industria agrícola y al sindicato de trabajadores del campo (UFW) de Estados Unidos.
Por el momento, concluye Sharry, esta pieza legislativa bipartidista “Es una luminosa esperanza en un momento por demás oscuro”■