La prolongada sequía que afecta a California por varios años ya, está afectando también la salud física y mental de los residentes de las áreas más golpeadas, que son los poblados más apartados del Valle Central de California. Una encuesta de las autoridades estatales de salud descubrió que las enfermedades respiratorias han aumentado, así como el estrés por la reducción de la jornada laboral y el desempleo. Nuestro corresponsal Rubén Tapia visitó una clínica de la pequeña ciudad de Lindsay, en el condado de Tulare, para constatar el problema.
Se escucha el sonido habitual de una clínica…
En la Clínica ‘Vida Sana’, ubicada en el poblado de Lindsay, la mayoría de los pacientes son trabajadores del campo.
Mario Celaya es el doctor asociado de esta clínica, y afirma que la sequía ha tenido un gran impacto en la salud de sus pacientes:
“Si tuviéramos que dar un porcentaje de incidencias de enfermedades respiratorias, o de cualquier otro tipo relacionadas con la sequía, yo creo que fácil pudiéramos hablar de un 40 o 50 por ciento, relacionado con eso”
Celaya afirma que este año el número de consultas podrían llegar a 18 mil, mil más que el año pasado. Vida Sana cuenta con otros tres médicos y en Lindsay hay otras cinco clínicas o consultorios médicos. Hace pocas semanas el nieto de Irma Medellín, de dos años y medio de edad, tuvo su primer ataque de asma.
“Lo llevaron tan malo a la emergencia que casi se moría. Hasta fiebre tenía, que no podía respirar. Sus ojitos…, se talla tanto sus ojitos, su nariz. Lo pusieron en una máquina que tiene vapor, aquí en la nariz y en la boca”
Al niño lo estabilizaron. Usa tres veces al día un inhalador pero tienen que estar vigilantes.
“Salimos a la tienda y cuando ya íbamos de regreso él ya iba que no aguantaba la comezón en los ojos, la nariz, y él dice: ¡nana! ¡I’m sick!, ¡medicine!…, que quiere su medicina”, dice la abuela.
La mayoría de la familia de Irma tiene problemas respiratorios. Sus otros dos nietos, de 3 y 5 años, tienen alergias al igual que ella. Una hija de 23 años tiene asma y la mayor de todas está enferma de la Fiebre del Valle en etapa avanzada. Necesita trasplante de riñón.
Irma Medellín dirige la organización comunitaria, El Quinto Sol de América. No tiene duda de que la sequía ha impactado la calidad del aire, ya de por si contaminado, enfermando a muchas familias como la de ella.
“Los días que está el aire tan fuerte, que se sienten los síntomas; usted puede sentir el pecho oprimido. La nariz, siempre obstruida también, los ojos llorosos. Los doctores siempre nos recomiendan que busquemos vivir en un lugar donde el aire no esté tan contaminado, y pues, ¿a dónde nos vamos?”, lamenta Medellín.
Es muy poco lo que se han reportado sobre este serio problema, a pesar de que la sequía ya lleva cinco años. Por primera vez fueron encuestados el año pasado más de 390 hogares de las ciudades, Cutler, Orosi y el Este de Porterville, poblaciones con el mayor número de pozos secos en California. La encuesta fue conducida por autoridades estales de salud, y del condado de Tulare, epicentro de la sequía en el Valle Central.
Encontraron aumentos en los problemas de salud física y mental, agravamiento de enfermedades crónicas, y disminución de sueldos y beneficios en estas tres comunidades. En algunos casos, como el de los problemas de salud mental en el Este de Porterville, aumentaron el 49 por ciento. También el doctor Celaya los ha visto aumentar en la vecina ciudad de Lindsay:
“Trastornos para dormir. Se llama una enfermedad sicosomática, que es mental pero que afecta el cuerpo también; con dolores de cabeza, con asuntos digestivos tipo estreñimiento, con pérdida de peso”
Celaya reconoce que ha podido tratar estos problemas médicos producidos por la sequía, así como otras enfermedades con más anticipación, gracias a que un mayor número de sus pacientes están cubiertos por Obamacare. Sin embargo le preocupa lo que vaya a pasar si esta cobertura es cancelada por la nueva administración federal.
“Yo creo que el gobierno va a tener una gran responsabilidad con toda esta gente que produce tanto, que trabaja tanto, que arriesga sus vidas a cada día. Espero que no se queden sin cobertura”
Sobre todo, dice, si la sequía continua, y aumentan aún más los problemas de salud.