De la redacción
Cuando la administración Trump anunció en la primavera de 2018 el arranque de la política de cero tolerancia contra aquellos que cruzaron la frontera sin autorización, ya el gobierno se hallaba en problemas con esa política impuestga a toda prisa bajo el mando de la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen.
Hoy, dos años después del más reciente informe del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), tras examinar 12 puertos de entrada fronteriza de julio de 2018 a abril de 2019, confirma que 40 niños migrantes fueron separados de sus familias por la agencia de Aduana y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos, lo que no tenía por qué ocurrir, pues se les había garantizado lo contrario a esas familias, reporta BuzzFeed News.
Nielsen agregó que el DHS sólo separaría a las familias en los puertos “si no podemos determinar que existe una relación familiar, si el niño puede estar en riesgo con el padre o tutor legal, o si el padre o tutor legal es remitido para su enjuiciamiento».
En marzo de este año la Oficina de Responsabilidad del Gobierno descubrió que todas las agencias estadunidenses involucradas en la separación de familias inmigrantes no pudieron rastrear con precisión a padres e hijos, lo que dificultó al gobierno reunirlos en muchos casos. El informe analizó la coordinación entre el DHS y el Departamento de Salud y Servicios Humanos, que se encarga de la custodia de los niños inmigrantes separados.
Y claro, como se sabe, fueron muchos más de 40 los niños migrantes separados de sus padres y madres tras ser detenidos y enjaulados simplemente porque solicitaban asilo en la frontera de Estados Unidos■