Marco Vinicio González
Noticiero Latino, Nueva York
Luego que la Oficina de Seguridad Interna a través de Inmigración anunciara en días pasados que flexibilizará los procesos de asilo político en Estados Unidos, y de advertir que no cobijará la impunidad de terrorista u otros infractores de los derechos humanos en este país, Jorge Sosa, un exoficial de fuerzas especiales del Ejército de Guatemala, de 55 años de edad y residente de Moreno Valley, California fue sentenciado el lunes por un Juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Virginia, a 10 años de prisión por encubrir su participación en la masacre del 6 de diciembre de 1982 en el poblado de Dos Erres, Guatemala. En este hecho todo un pueblo indígena (unos 200) fue asesinado y arrojado a una barranca. La sentencia también revocó la ciudadanía estadunidense adquirida por el militar guatemalteco en 2007.
El dictamen fue dado a conocer ayer 10 de febrero a través de un comunicado de prensa emitido por el director interino de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), John Sandweg, el Fiscal General adjunto de la Sala de lo Penal del Departamento de Justicia, Mythili Raman, y el Procurador André Birotte Jr., del Distrito Central de California.
«ICE está dedicado a identificar e investigar a los presuntos violadores de derechos humanos que se esconden en este país,» dijo Sandweg. «La sentencia de hoy reafirma nuestro compromiso de asegurar que Estados Unidos no se puede utilizar como un refugio seguro por los que han cometido atrocidades contra la humanidad».
Esta atrocidad sentenciada hoy se remite a 1982 cuando un grupo de kaibiles élite (fuerza de operaciones del Ejército de Guatemala especializada en tácticas de guerra en la selva y operaciones de contrainsurgencia), se hizo pasar por guerrilleros y llegaron a la aldea llamada Dos Erres, dicen testimonios de testigos corroborados a través de cables desclasificados del Departamento de Estado de E.U. El referido kaibil “obligó a los habitantes de Dos Erres a abandonar sus hogares; los hombres fueron segregados en un salón de la escuela y las mujeres y los niños en dos iglesias.
Los kaibiles primero mataron a sangre fría a los niños de la aldea, golpeándolos con martillos o contra los árboles. Luego casi todas las persona de esa aldea fueron interrogadas y posteriormente asesinados. Antes, violaron a mujeres y niñas, y a las embarazadas les extrajeron los fetos mutilando con un tajo su vientre. La mayor parte de más los 250 cuerpos de los habitantes de Dos Erres fueron luego arrojados a un pozo que las referidas fuerzas especiales cubrieron entonces dando la faena por terminada.
Los documentos desclasificados por otra arte sugieren que se conocía esta verdad y que dichos documentos que la reseñan durmieron sin embargo el sueño de los justos en los archivos del Departamento de Estado por todos estos años. Pero como dicen los viejos, “la mentira dura hasta que la verdad aparece”, y casi siempre termina por aparecer, como sucede hoy con el kaibil Jorge Sosa, quien “ayudó a orquestar la masacre despiadada y luego mintió sobre su pasado para obtener refugio en Estados Unidos», dijo Raman, Secretario de Justicia Auxiliar.Hoy el kaibil ha sido condenado a cumplir 10 años en una prisión de E.U. “Esta actuación demuestra nuestra determinación de negar acogida a los violadores de derechos humanos y garantizar que estos criminales son responsables».
Vale recordar que en aquel entonces de la masacre de Dos Erres el General Efraín Ríos Mont era el líder de facto de Guatemala. El 10 de mayo de 2012, el Tribunal de mayor rango en Guatemala condenó a Ríos Montt a 80 años de prisión inconmutables por la muerte de mil 771 indígenas ixiles a manos del Ejército entre 1982 y 1983, el periodo más sangriento de la guerra civil guatemalteca (1960-1996). Luego el octogenario general fue sentenciado a una máxima pena bajo arresto domiciliario por delitos de genocidio y crímenes contra la humanidad, y posteriormente absuelto con medidas legaloides en su país. Posteriormente fueron dejadas sin efecto todas las acusaciones judiciales.
El Fiscal Birotte Jr. declaró: «El señor Sosa huyó de su país natal después de ser un perseguidor que jugó un papel directo en la masacre de todo un pueblo en Guatemala. Porque él es el responsable de los crímenes de guerra y por no revelar su participación en una infracción de los derechos humanos, el Sr. Sosa será encarcelado por un largo período de tiempo y ya no será bienvenido en nuestro país».
Sosa había sido condenado por un jurado federal en Riverside, California el 1 de octubre de 2013, bajo el cargo de hacer declaraciones falsas en los procedimientos de Inmigración y otro cargo por la contratación ilegal de la naturalización estadunidense. Las pruebas presentadas durante el juicio demostraron que Sosa se convirtió en un oficial del Ejército de Guatemala en 1976, que formó parte de la división élite de las fuerzas especiales de Guatemala llamada Kaibiles, y que fue instructor en la Escuela Kaibil, o Centro de Adiestramiento y Operaciones Especiales kaibil ubicado en la región de Poptún.
Un año antes, en 1975 Sosa se habían graduado de ahí junto con más de mil 250 kaibiles en el curso KAIBIL internacional, con una duración de 8 semanas, en la que participaron soldados guatemaltecos (85%) y militares extranjeros de diversos países como Estados Unidos, Chile, China, España, Argentina, Perú y México entre otros. Estos entrenamientos se hicieron en “El Infierno», llamado así por su temperatura ambiente y permanente de 38 grados centígrados, ubicado a 415 kilómetros al norte de la capital de Guatemala y al que sólo se ingresa por invitación del Ejército. Los kaibiles del Ejército guatemalteco, también conocidos como “máquinas de matar” han sido entrenados por los Rangers de Estados Unidos, junto a militares de Chile, México, China y Colombia. Los kaibiles, son una mezcla de rangers estadunidenses, gurkas británicos y comandos peruanos, dice Wikipidia. Durante un periodo el Ejército de Guatemala interviene en un conflicto armado con las fuerzas anti-gubernamentales conocidas como «guerrillas».
Cuenta la historia que a principios de 1982 Sosa y otros instructores kaibil fueron elegidos para ser parte de la Patrulla Especial, una pequeña unidad formada para combatir la fuerza de la guerrilla. Esta patrulla se desplegó junto con aproximadamente otros 40 soldados Kaibil hasta el pueblo de Dos Erres con la supuesta intención de recuperar fusiles militares robados a soldados guatemaltecos durante una emboscada de la guerrilla. Cuando la Patrulla Especial entró en Dos Erres los rifles no fueron hallados y no hubo evidencia de soldados guerrilleros en la zona, de acuerdo con el documento de ICE.
Aproximadamente 12 años después de la masacre de Dos Erres, el Equipo Argentino de Antropología Forense exhumó los huesos de 162 esqueletos enterrados a 40 pies de profundidad en el referido pozo. De esos esqueletos, 67 parecían ser de niños menores de 12 años. Más tarde otro grupo de investigadores iba a encontrar entre los escombros medio calcinados de una de las iglesias mencionadas, muchos de los carnets de identificación.
En el juicio seguido a Sosa, según los testimonios desclasificados- se evidencia que en algún momento de la masacre, un aldeano gritó a Sosa desde el pozo, y que Sosa respondió maldiciendo y disparando su arma de asalto y lanzando una granada al hoyo.
La cosa es que cuando en 1977 Sosa solicitó la residencia permanente legal en Estados Unidos y se naturalizó en 2007 el jurado encontró que a sabiendas, Sosa omitió el hecho de que él era un miembro del ejército de Guatemala y que se había cometido un delito por el que no había sido arrestado. Durante el juicio en 2012, un examinador de la Oficina de Inmigración y Ciudadanía declaró que Sosa no había sido veraz sobre su pasado, por lo que su solicitud de residencia permanente y la ciudadanía se le negaron sumariamente.
Con todo, las preguntas que se antojan después de este relato pueden ser, ¿Cuántos como Sosa de otras partes del mundo residen legalmente en Estados Unidos? ¿Habrá que esperar que el Departamento de Estado desclasifique más documentos como este para saberlo?
