Senadores republicanos develarían hoy su proyecto de ley de salud

El presidente Trump y Melania su esposa, junto con el senador republicano Mitch McConnell en Washington, DC. Tras una reunión sobre el plan de salud. Fotyo: http://www.pennlive.com

El presidente Trump y Melania su esposa, junto con el senador republicano Mitch McConnell en Washington, DC. Tras una reunión sobre el plan de salud. Fotyo: http://www.pennlive.com

La bancada republicana del Senado estadunidense se apresura a votar antes de volver del receso del 4 de julio por su plan de salud escrito en secreto o a puerta cerrada, sin aportaciones de nadie, en un esfuerzo por ocultarlo no sólo al Senado, incluidos los senadores republicanos que conforman el comité de redacción de la propuesta, sino al pueblo estadunidense en su conjunto. Y no se trata de frivolidades, sino de derogar la Ley de Cuidados Médicos Costeable (ACA), el sistema de salud vigente que representa la sexta parte la economía nacional. Los demócratas siguen protestando por la “grosera secrecía”, con que su contraparte redactó el plan.

De la redacción

A pesar de las promesas del liderazgo republicano, de restructurar de pies a cabeza la propuesta que sus correligionarios pasaron recientemente en la cámara baja, la propuesta de los senadores, que podría develarse hoy mantienen en cambio la misma estructura, con modestos ajustes, dice el semanario inglés, The Guardan.

La versión republicana del Senado es en algunos aspectos más moderada que el proyecto de ley de la Cámara de Representantes, “pues ofrece más ayuda financiera a algunas personas de bajos ingresos para ayudarles a sufragar el rápido aumento del costo del seguro médico privado”. Esto, de acuerdo a un borrador filtrado a la prensa y dado a conocer por las publicaciones de alcance nacional, The Washington Post, y Político, dice la fuente.
Sin embargo, tanto la medida del Senado como el proyecto de ley de la Cámara de Representantes “eliminaría gradualmente el dinero adicional que el gobierno federal ha proporcionado a los estados como un incentivo para ampliar la elegibilidad al Medicaid”, que aparece dentro un presupuesto aparte, y que “pone fin al programa como un derecho abierto a todos los estadunidenses actualmente”, dice por su parte The New York Times.

Así mismo, “anularía virtualmente todos los aumentos impositivos impuestos por ACA para pagarse por sí misma, entregando un amplio recorte de impuestos a los más adinerados”.

Es decir, se trata de la transferencia de casi 800 mil millones de dólares de los fondos del Medicaid, cifra estimada por la Oficina de Presupuesto del Congreso, que tendría que emitir una evaluación de los costos del proyecto antes de la votación en el Senado; o mejor dicho, se trata de la legitimación de un despojo multimillonario, arrancado a una clase social –trabajadora- y transferido a otra: la clase social más pudiente de este país.

Así como está, el Medicaid es un programa de salud que atiende a uno de cada cinco estadunidenses, y no como comúnmente se entiende, sólo a los pobres; sino que sirve por ejemplo a dos tercios de los hogares de ancianos, sostiene la fuente.

“El proyecto de ley, redactado en secreto, es probable que sea presentado hoy en el Senado y podría llegar a una votación después de 20 horas de debate”, y no de 50 horas, como originalmente se había estimado.

Vale recordar que previo a la implementación de ACA, también conocida como Obamacare, los demócratas bajo la pasada administración abrieron la propuesta de ley de salud a un debate en el Congreso, tanto a demócratas como a republicanos, durante 25 días antes de pasarlo al despacho del presidente Obama para su firma, que la convertiría en la ley de salud actualmente vigente.

A pesar de no haber leído el proyecto de ley final, guardado celosamente por los senadores republicanos “en la más vergonzosa secrecía”, varios de ellos ya han expresado su preocupación por la legislación propuesta y por el estado de las negociaciones. “Conservadores como los senadores Rand Paul de Kentucky y Mike Lee de Utah quieren ver el proyecto de ley que va más allá en la revocación de Obamacare”, dice la cadena MSNBC.
Pero los moderados, como las senadoras Susan Collins, de Maine, y Lisa Murkowski, de Alaska, “quieren una eliminación más lenta de la expansión de Medicaid, debido a su impacto potencial en los residentes de bajos ingresos en sus estados”. En las últimas 48 horas, en las oficinas se sus congresistas en Arizona, Nevada y Ohio, entre otros estados, verdaderos motines han tenido lugar por parte de indignados y furiosos votantes republicanos porque los legisladores que supuestamente los representan les han ocultado el contenido de la nueva ley de salud que reemplazaría al Obamacare.

Unos temen perder su cobertura de salud, como ha dicho el análisis de CBO sobre los 23 millones de derechohabientes que se quedarían sin seguro médico, y otros no creen que el proyecto de los senadores republicanos haga los suficiente para revocar a Obamacare.
Ayer miércoles los demócratas siguieron protestando por “la grosera secrecía” del proyecto de ley de salud, que fue redactado a puerta cerrada y no se espera que reciba ni una sola audiencia pública■

This entry was posted in Homepage Feature, Salud. Bookmark the permalink.

Encuéntranos en Facebook

Síguenos en Twitter

Suscríbete

Suscríbete a nuestra lista de correo