De la redacción
El proyecto de recortes impositivos de los republicanos y el presidente Trump contiene lo que muchos esperaban. Tras la primera y única breve audiencia pública de este miércoles, hoy la legislación se mueve a través del Congreso y ambas versiones tratan de reducir drásticamente las tasas impositivas a las empresas y los más ricos, así como eliminar algunas importantes deducciones a los individuos, que eventualmente terminarían pagando más impuestos que los ricos después de 2025. Los líderes de la mayoría republicana en ambas cámaras acordaron, en principio, “cerrar las brechas entre sus respectivas versiones, que compiten por el costo del millón de millones de dólares -trillón para EEUU- de su respectivas legislaciones… y se encaminan hacia una votación final la próxima semana, con el objetivo de entregar un proyecto de ley al escritorio del presidente Trump como regalo de Navidad. Pero ambos proyectos, sin embargo, se diferencian en varios detalles cruciales.
El proyecto legislativo del Partido Republicano se encamina hacia los votos finales tan pronto como la próxima semana, luego de la reescritura de recortes de impuestos más radical en décadas, coinciden en señalar distintas fuentes y diversos analistas financieros. De hecho, se espera que el resultado de la llamada reconciliación de los proyectos de ambas cámaras recorte más impuestos a los ricos y a las corporaciones que antes de la discusión bicameral.
Y aunque la mayor parte del proyecto del Senado pareció estar incluida en la versión final, “los cambios incluyeron una tasa de impuesto corporativo ligeramente más alta, del 21 por ciento en lugar del anterior 20%, en la legislación que aprobaron ambas cámaras, y una tasa impositiva individual más baja del 37 por ciento para los estadunidenses más ricos, que actualmente pagan el 39.6 por ciento”, dice por su parte The New York Times.
Echando mano a un análisis de la Oficina del Presupuesto del Congreso (CBO) sobre la versión del Senado, el esquema conciliado reduce los impuestos a las personas que ganan más de 75 mil dólares anuales, tanto a corto como a largo plazo, afirma el semanario inglés, The Guardian. “Si bien los hogares de clase media pueden ver una caída inmediata de sus impuestos, en la próxima década terminarán viendo aumentar sus impuestos y recortar los programas que los sirven».
Y lo que es peor, abunda, las familias de menores ingresos que ganan menos de 30 mil dólares al año “se verán afectadas de inmediato por este proyecto de ley”. Estos trabajadores de bajos ingresos verán fuertes aumentos en sus impuestos y recortes profundos a los programas que los benefician, “recibiendo un impacto de casi 2.6 billones de dólares – o millones de millones de dólares- en 2019, y un total de casi 43 billones de dólares en la próxima década.
Por si esto fuera poco, además reducirá algunas exenciones tributarias populares, incluidas la deducción fiscal estatal y local, y la deducibilidad del interés hipotecario, entre otras. En el proyecto de la Cámara de Representantes, por ejemplo, “el acuerdo habría permitido a los contribuyentes continuar deduciendo de su propio bolsillo elevados gastos médicos, y retendría una disposición que permite a los estudiantes de posgrado que reciben estipendios de matrícula evitar el pago de impuestos sobre ese beneficio”, retoma el Times.
La propuesta del Senado también incluye la derogación de la cláusula de la Ley de Cuidado de Salud Costeable (ACA), a través de la cual los estadunidenses tienen que comprar un seguro de salud o pagar una multa; además de una disposición que abre el Refugio Nacional de la Vida Silvestre del Ártico en Alaska para la exploración energética. Aunque “no está claro si los senadores republicanos lo apoyarán rotundamente”, pues de acuerdo con analistas financieros el proyecto de marras “es tremendamente impopular”, dice la cadena NBC.
Sin embargo, este proyecto otorga una desgravación fiscal a algunos estadunidenses, “sobre todo a las empresas cuya tasa de impuestos disminuirá en 15 puntos y los propietarios de haciendas adineradas, que según esta ley sólo pagarán impuestos si el valor de su propiedad supera los 22 millones de dólares”.
Y de acuerdo con un análisis del Centro para Presupuesto y Prioridades de Políticas, “Sorprendentemente los ahorros impositivos del patrimonio de sólo uno de esos hogares podrían cubrir becas Pell para mil 100 estudiantes de bajos y moderados ingresos”, como pueden ser miles de estudiantes latinos y de otras minorías pobres.
Pero las recientes derrotas electorales de los republicanos en Virginia, Nueva Jersey y ahora ¡Alabama!, para algunos legisladores de este partido que buscan su reelección, han venido a despejar una enorme carga sobre sus hombros; porque demuestran que ni Trump ni su ex asesor, Steve Bannon tienen ya tanto poder como un electorado furioso que los espera en las urnas en 2018, y que se muestra en asambleas comunitarias y sentones de desobediencia civil y reclamo tanto en las oficinas de los legisladores en el Capitolio como en sus propias localidades.
Con todo, todavía no está claro el costo general de la legislación revisada, “que no puede exceder el canon de 1.5 billones de dólares que los legisladores han permitido si quieren aprobar la ley sin el apoyo demócrata”. Varias de las disposiciones agregadas por el Senado, dice la fuente, para ayudar a pagar el proyecto de ley general “se revirtieron o redujeron en la versión de consenso, y se agregaron algunas exenciones fiscales eliminadas por la Cámara de Representantes”.
Además, con el requisito de 2010, de ‘Paga lo que consumas’, la caída en los ingresos automáticamente generará caídas en otros programas, dice The Guardian. “Incluido Medicare (- 25 mil millones de dólares); un programa que permite a los veteranos recibir tanto el pago de jubilación como la compensación del VA (- 7.5 mil millones); el Programa de Seguridad Agrícola e Inversión Rural (- 3.8 mil millones); el Seguro Nacional de Inundación (- 1.5 billones); el Seguro de Desempleo (- 800 millones), y el Buró de Protección Financiera al Consumidor (- 630 millones).
El proyecto incluye disposiciones que tanto a la senadora republicana por Maine, Susan Collins como a su colega texano de La Florida, Marco Rubio les preocupan, según dijeron a la prensa durante la semana pasada. “Collins ha dicho que no está a favor de una tasa individual más baja, y Rubio ha presionado por un crédito tributario por hijos, más generoso”.
Según el Guardian, “Un estudio de Demos encontró que la mayoría de los donantes, sin tener en cuenta la afiliación partidaria, rechaza las políticas económicas comprobadas para reducir la desigualdad y fortalecer las oportunidades económicas”. La influencia de los donantes sobre varios republicanos y la presión que están ejerciendo para acelerar el proceso, sostiene la fuente, “están subvirtiendo las aspiraciones y valores de la nación”.
La propuesta de reforma tributaria ponen a prueba el valor de los miembros del Congreso, concluye la fuente: “¿Podrán enfrentarse a los donantes egoístas que buscan consolidar su poder y riqueza mediante la siembra de divisiones? ¿Podrán defender los valores centrales como nación, servir a sus electores y crear un sistema que atraiga las contribuciones de todos al mejoramiento común?”.
Muy pronto lo sabremos. La última bofetada electoral a los republicanos obliga a recalibrar los anteriores rumores de éxito todo poderoso, pero el sentido común aconseja calcular con prudencia las expectativas finales■