A 60 años de la histórica decisión de la Suprema Corte sobre el caso, Brown vs Board of Education, que prohibió la segregación escolar, ésta sigue viva y goza de cabal salud en las escuelas de la nación, concluye un reporte del Proyecto de Derechos Civiles de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). El documento dice entre otras cosas que Nueva York tiene las escuelas más segregadas del país, similar a una suerte de Apartheid escolar. Y que en California las escuelas son las que más segregan a los estudiantes latinos. Se trata de una gran ironía, por ser vistos estos dos estados como el corazón de la lucha por los derechos civiles, y sus ciudades como centros urbanos de larga trayectoria progresista en algunas de sus políticas públicas. En esta reseña de Línea Abierta, con la participación de especialistas Chelis López, conductora del reconocido programa de Radio Bilingue, aborda este delicado asunto como parte de la serie Diploma en Mano, y de American Graduate, Let’s Make it Happen!, una iniciativa de los medios públicos para tratar la crisis de deserción escolar, con el apoyo de la Corporación para la Difusión Pública.
Basándose en un informe del Proyecto de Derechos Civiles de la Universidad Estatal de California en Los Ángeles, que examinó el tema, se halló que hoy en día, a pesar de las gloriosas luchas civiles por la igualdad y la integración en las escuelas, la segregación sigue más vigente que nunca. En California, por ejemplo, tanto los alumnos afroestadunidenses como los latinos sufre la segregación tres veces más que los anglos. Y además de ubicar a las minorías entre los que padecen mayor desventaja escolar, estas sufren también discriminación racial y económica. El estudio afirma también que la pobreza es un factor negativo para dichos grupo minoritarios, pues el lugar donde viven afecta incluso hasta el acceso a servicios de salud, lo que impacta fuertemente el desarrollo de los estudiantes.
El informe de UCLA agrega que las escuelas en vecindarios pobres, donde asisten generalmente los alumnos negros y latinos, son las de más bajo rendimiento académico y con la menor tasa de graduación escolar; allí los maestros no están tan preparados, y la disciplina estudiantil es más severa que en otras escuelas, así como las suspensiones del salón de clases, son más comunes.
No obstante, hay estados donde esta situación descrita es aun más crítica, pero lo irónico de Nueva York y California es que estos son los centros más progresistas del país, y son considerados además como el corazón de la lucha por los derechos civiles, sostiene Chelis López.
¿Qué pasó con Brown vs Board of Education y su prohibición constitucional a la segregación? ¿Cuáles son los problemas que trae el estudiar en una escuela segregada? Estas son algunas de las preguntas que la conductora de Línea Abierta, intenta responder con la referida ayuda de expertos en la materia.
La Doctora Patricia Gándara, co-directora del Proyecto de Derechos Civiles de UCLA, y también comisionada para la Iniciativa de Excelencia Educativa Hispana de la Casa Blanca, participó desde México, DF en este programa.Para comenzar, puso foco en los motivos que habría que señalarse hoy, en el 60 aniversario de la citada decisión histórica de la Corte Suprema, Brown vs Junta de Educación.
“Lo que nosotros hemos encontrado es que no debemos tener celebraciones”, dijo Gándara, sonriendo con ironía, “porque la cosa se ha puesto peor cada año; y en los últimos años las escuelas en Nueva York, bueno, en todo el país, pero estamos hablando de Nueva York y de California, se han puesto todavía más segregadas”. Los más grave para esta Dra., dice, es que al parecer, !nadie está poniendo atención!, a este problema”.
Patricia Gándara explica que California y Nueva York son estados con amplias minorías, y que en esto radica parte del problema. En California, sostiene la experta, los blancos son apenas como el 37 por ciento de la población, y en Nueva York estas cifras son similares. “Entonces, cada día hay menos blancos en los centros urbanos de los estados. Y es donde encontramos más segregación. Pero además de eso, es que no hemos estado haciendo nada para confrontar el problema. Y es como si todo mundo hubiera decidido que está bien tener escuelas separadas, y esto que puede dar igual. Pero ya sabemos, durante estos sesenta años, que ¡no es cierto! Que no puede ser igual si los negros y los hispanos están tan segregados, tan aislados”.
Gándara insiste en que gran parte de este problema es la ausencia de una política pública de vivienda, que contribuya o ayude a atacar dicho problema de segregación. “Porque las personas no pueden conseguir vivienda en partes del estado o de las ciudades donde no está tan segregada la población”.
¿Qué ha sucedido con las reformas para desegregar las escuelas? ¿Sigue vigente la integración racial en las escuelas públicas?
Lo que se necesita son políticas públicas, estatales y municipales, para que las personas con pocos recursos puedan acceder a viviendas en lugares donde la población no está tan segregada. “O sea, vivienda para personas de bajos ingresos en esos barrios que por muchos años han quedado aislados, fuera de los vecindarios donde viven los blancos y los asiáticos, o los que cuentan con mayores recursos”, dice la invitada.
Vale anotar que los ingresos que las ciudades y condados destinan a las escuelas están relacionados también al impuesto que pagan los propietarios de vivienda, en base al valor predial o de las propiedades en cada vecindario; de tal manera que los barrios más adinerados destinan mayores recursos a sus escuelas, como maestros mejor pagados, y consecuentemente mejor preparados, la mayoría de las veces, así como mejores insumos, instalaciones y equipo, etcétera.
“Últimamente ha habido un fenómeno, de que muchas personas de la clase media están regresando a los centros urbanos. Pero una vez que tienen hijos, salen de los centros urbanos hacia los suburbios”, explica la doctora, y se se pregunta: “¿Por qué no existe una política para atraer a estas personas nuevamente a los centros urbanos, con escuelas fuertes, que los puedan mantener ahí?”.
Con esto Gándara quiere decir, escuelas con maestros bien pagados y bien preparados, con programas fuertes en esas escuelas. “Y si no podeos mantener escuelas así, sino con personal que cada dos o tres meses está cambiando, los maestros salen, los administradores salen, y luego traen otros… es que necesitamos personas con experiencia, y más que nada para la población hispana necesitamos maestros bilingües, que no tenemos. Y hay una razón por la que no tenemos maestros bilingües: tampoco hemos tenido una política para atraer a ellos”.
La Dra. Gándara señala que el reporte menciona a las escuelas imán (magnet school), como las escuelas menos segregadas. “Y tampoco tenemos una política fuerte para crear más escuelas imanes”. En realidad, se desconocen las razones que explican por qué no se han creado más escuelas imanes, pero Gándara adelanta una explicación: “Lo que ha pasado es que hoy día tenemos montones de escuelas charter, que ya es como si fuera la gran cosa, y todos quieren tener escuelas charter; pero las escuelas charter son, en Nueva York más que en ningún otro lugar, las escuelas más segregadas de todas. Casi 90 por ciento de las escuelas charter de Nueva York están inmensamente segregadas”.
La invitada plantea que se podría impulsar la creación de las escuelas imanes porque atraen a una mezcla de estudiantes, “pero no lo hemos hecho por políticas del estado y de las ciudades. Y no puedo decir por qué no tenemos más. Pero me gustaría añadir que las escuelas bilingües, o sea, de two way immersion, donde se incorporan estudiantes que hablan inglés como primer idioma, y hispanos que hablan español como primer idioma… son las escuelas más fuertes para los hispanos”. Y hoy en día, más que nada en California, añade la invitada, cada vez hay más y más de esas escuelas imán. “Pero no las suficientes, y debemos estar también concentrándonos en crear más de esas escuelas”.
Además, las escuelas charter no sólo aumentan la segregación racial con las minorías aisladas, sino también con los estudiantes de educación especial. Hay estados que se puede decir que políticamente están patrocinando la segregación, apunta Chelis López.
Patricia Gándara: “Bueno, yo entiendo bien por qué hay algunas personas que quieren montar escuelas así, que están dedicadas a las necesidades de algunos grupos. Y entiendo que haya quienes piensan que es una muy buena idea tener por ejemplo academias para los jóvenes negros, o para los hispanos, donde quieren ofrecer un programa para ellos, o para los de educación especial. Pero el problema es que no están pensando en las ventajas de tener esos mismos niños, esos estudiantes, con personas de la clase media, que vienen de otras partes; con personas que hablan otros idiomas. Porque esto es tan importante para esta nación tan multirracial, tan multilingüe”.
¿Cuáles serían entonces los beneficios de una integración escolar, según los hallazgos del estudio?
La invitada opina que los jóvenes van a estar viviendo en un país donde van a tener que convivir, intercambiar y trabajar junto a gente de muchas partes. “Y si no saben hacerlo bien, van a sufrir”. Aparte de eso, continúa Gándara, “yo creo que a las personas se les olvida qué tan importante es tener socios en la escuela que vienen de otras partes. Que saben cómo van las cosas aquí en Estados Unidos. Muchas veces los inmigrantes, más bien hispanos, están tan aislados, ¡triplemente aislados!, de pobreza, de lenguaje, y también de ética”. Están tan aislados, dice la doctora, que esos estudiantes que están en las escuelas segregadas nunca conocen a jóvenes de la cultura dominante (mainstream) de la población.
“Y si no tienes amigos que saben cómo son las cosas fuera de esos barrios segregados, eso perjudica mucho a los jóvenes que están tan segregados”.
¿Cuáles son pues, las recomendaciones que se desprenden del referido estudio de la UCLA, para frenar o evitar esta segregación?
“Se necesita hablar con los políticos. Es preciso que ellos entiendan qué tan importante es la integración para el futuro de este país, y también que creen en este país políticas para confrontar este problema que tenemos, porque cada día se pone peor. Yo creo que todos nosotros debemos estar hablando con nuestros representantes políticos, al nivel del estado y también de la ciudad; decirles que queremos escuelas imanes, y también escuelas de inmersión doble, bilingües”.
En el año 2007 la Corte Suprema dictaminó una prohibición para que en algunos estados como Washington, en Seattle por ejemplo, los distritos escolares utilizaran este balance racial a la hora de asignar escuelas a los estudiantes para ubicarlos en poblaciones con diferentes clases sociales y diferentes razas, cuando los candidatos a las escuelas rebasaran los lugares disponibles de una escuela, plantea López.
¿Qué tanto será verdad este argumento de algunas de esas escuelas, cuando casualmente se trata de estudiantes latinos y afroestadunidenses?
La doctora Patricia Gándara responde: “Sí. Es una tristeza lo que ha pasado con la Suprema Corte, porque es claro que estaba en contra de la integración de las escuelas… es una cosa que es muy difícil de explicar, la falta de entendimiento entre ellos -los magistrados- sobre la falta de importancia a cerca de este asunto”.
No todo está perdido sin embargo. Todavía se pueden hacer varias cosas, asegura la experta. “Podemos utilizar por ejemplo la pobreza, como para integrar jóvenes de diferentes clase económicas. También podemos utilizar la cuestión del lenguaje, que es una de las razones de los programas bilingües, o sea de two way immersion; ya que esos programas son tan fuertes, porque incorporan a los jóvenes estudiantes de la clase media que sus padres quieren que aprendan a hablar otro idioma, con hispanos y otros que hablen un idioma que no sea inglés”. Esta, dijo Gándara, es una manera muy buena de integrar a los estudiantes sin mencionar nada relativo a la raza.
¿Qué podría retomar California de lo que propone Nueva York, respecto a estas escuelas de inmersión doble en el lenguaje, sin perder al habla materna pero sí aprendiendo bien académicamente el idioma inglés? ¿Y a su vez Nueva York, que puede aprender de California, a pesar de las diferencias demográficas?
“Bueno, Nueva York tiene ahora una nueva política para los que llamamos los English learners, o aprendices de inglés, que es muy fuerte. Y ellos están reconociendo que la educación bilingüe es la mejor manera para que los estudiantes sobresalgan en el inglés. Aunque haya alguna gente que piensa que sólo se necesita más inglés y más inglés y más inglés, para que salgan mejor. Y no es cierto. Yo creo que California puede aprender de Nueva York, en ese sentido, y crear más programas bilingües”.
Continúa…
Foto de porta e interior, cortesía del Proyecto de Derechos civiles, UCLA
Foto de porta e interior, cortesía del Proyecto de Derechos civiles, UCLA
–>