Presos en un programa de tratamiento de drogas en Knox, Indiana, esperan el almuerzo. Lo mismo puede verse a escala nacional. Foto: Huffpost.
De la redacción
En medio de una crisis de sobre dosis de drogas donde apenas el 2016 murieron 64 mil personas en Estados Unidos, un aumento del 22 por ciento respecto al año previo, investigadores, médicos, agentes del orden público, usuarios de drogas, sus familias y proveedores de tratamientos se unen para pedir una respuesta urgente fundada en ciencia y derechos civiles, dice un comunicado conjunto de La Alianza contra las Drogas y la Unión Estadunidense de Libertades Civiles, ACLU, en Ohio.
En tanto, una amplia gama de distinguidos oradores se reunirán mañana jueves y el viernes para explorar el impacto de las leyes y las políticas de justicia penal vigentes, en combinación con los daños del consumo de drogas, incluidas las muertes por sobredosis. Ofrecerán un marco alternativo basado en la evidencia científica, la compasión y los principios de reducción de daños.
Para tal efecto estos expertos se reunirán en la Universidad Estatal de Ohio, en una conferencia innovadora: «Del castigo a la salud pública: Adopción de soluciones basadas en evidencia para la crisis de sobredosis».
El evento ocurre en Ohio, epicentro por ejemplo de la crisis del opio, precisamente cuando los líderes del mundo se reúnen en Nueva York para discutir sobre estos temas en la Cumbre Mundial número 73 de las Naciones Unidas, ONU. Y sin embargo, dentro de los planes y objetivos para intentar solucionar los problemas urgentes que aquejan, como el control y prevención de enfermedades y epidemias contagiosas, curiosamente no está mencionado específicamente entre sus prioridades este año el tema de las sobredosis ni de la Guerra contra las Drogas.
La conferencia también sucede en Ohio, cuando además de la crisis de sobredosis ésta se halla ligada al tema de “las prisiones y cárceles, a punto de reventar, rondando el 130% de su capacidad”, donde muchos de los presos están ahí por posesión de cantidades menores o adicciones agudas al fentanol (fentanyl).
Además, durante demasiado tiempo la adicción se ha visto desde la perspectiva de la justicia penal, dice la fuente. “Cuando en realidad es un problema de salud pública. Nuestros legisladores se han estancado en reformas largamente atrasadas, y ahora tenemos la propuesta Número 1 en la boleta de Ohio”, afirmó por su parte Jocelyn Rosnick, directora de políticas de la ACLU de Ohio.
“Ahora es el tiempo de reducir el peso de la criminalización en la política sobre las drogas. Que las personas puedan salir de las sombras y pedir la ayuda que quieren”.
Esta conferencia es un primer paso, señala Lindsay LaSalle, Directora de Ley de Salud Pública y políticas sobre las drogas en ACLU, Ohio.
Ha llegado el momento de discutir una nueva visión para un Ohio seguro y saludable», dice Rosnick.
