Rompe el silencio la Suprema Corte sobre ley antiaborto de Texas

Al desentenderse de la apelación que la Corte del Quinto Circuito turnó a la Suprema Corte de Justicia, sobre la ley de Texas SB8 contra el aborto, el máximo tribunal de la nación prácticamente inhabilitó Roe contra Wade para ese estado sureño, como reportamos oportunamente en este espacio informativo. Pero además, con esto sienta un precedente para la inminente expansión de leyes antiaborto en otros estados del país. Una un anhelado deseo de los republicanos. Hoy la Suprema Corte se pronunció imponiendo la voluntad de la mayoría conservadora.

De la redacción

En una apretada votación de 5 a 4 el máximo tribunal de la nación impuso hoy su mayoría conservadora y dejó que entrara en vigor la ley SB8 de Texas, tras negar este miércoles una apelación de emergencia de los proveedores de servicios de aborto y otros que buscaban bloquear la aplicación de dicha ley texana. Ésta entró en vigencia el miércoles y prohíbe la mayoría de los abortos en Texas al tiempo que despoja a las mujeres de su derecho a ejercer esta práctica, que se legalizó en Estados Unidos con la decisión de la Suprema Corte de Justicia en 1973, en el caso Roe contra Wade.

Promulgada en mayo por el gobernador republicano Greg Abbott, la ley estatal texana SB8 prohíbe interrumpir los embarazos a las seis semanas, tan pronto como se detecte el latido cardiaco del feto en el vientre de la madre, aunque no hay consenso en la comunidad científica acerca de que dicho latido comience efectivamente a las seis semanas de gestación, cuando la mayoría de las mujeres suelen no percatarse siquiera de que están embarazadas.

Los jueces conservadores de la Suprema sugirieron sin embargo que su orden probablemente no sea la última palabra sobre si la ley puede mantenerse, porque aún se pueden presentar otras impugnaciones. Por lo menos otros 12 estados del país han implementado prohibiciones al aborto en las primeras etapas del embarazo, pero todas han sido bloqueadas en tribunales para que no entren en vigor.

La SB8 es la ley más estricta contra el derecho al aborto en Estados Unidos desde Roe v. Wade, y es también parte de un impulso más amplio de los republicanos en todo el país para imponer nuevas restricciones al aborto. Poco antes de la medianoche del miércoles los jueces declinaron detener la ley de Texas. No obstante dijeron que “esta orden –no firmada- no se basa en ninguna conclusión sobre la constitucionalidad de la ley de Texas”, reporta Prensa Asociada (AP).

Cada uno de los cuatro jueces disidentes escribió en declaraciones separadas, “expresando su desacuerdo con la mayoría” conservadora, tres de estos jueces impuestos por Trump. El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, habría estado en desacuerdo con los tres magistrados liberales de la corte, al señalar que si bien la mayoría negó la solicitud de ayuda de emergencia, «la orden de la Corte es enfática al dejar en claro que no puede entenderse como que respalda la constitucionalidad de la ley en cuestión».

Por su parte, la jueza Sonia Sotomayor calificó la decisión de sus colegas conservadores como «asombrosa… Ante una solicitud para prohibir una ley flagrantemente inconstitucional, diseñada para prohibir a las mujeres ejercer sus derechos constitucionales y evadir el escrutinio judicial; la mayoría de los jueces han optado por enterrar la cabeza en la arena”, escribió Sotomayor.

Como dijimos en su oportunidad, la ley de Texas permite a los ciudadanos privados demandar a los proveedores de servicios de aborto y a cualquier persona involucrada en facilitar o incentivar un aborto, lo que incluye a cualquiera que lleve a una mujer a una clínica para que se le practique el procedimiento. Según la ley, cualquier persona que demande con éxito a otra persona tendrá derecho a al menos 10 mil dólares. Los que redactaron la ley también dificultaron impugnarla en los tribunales, porque es difícil determinar a quién demandar.

Los opositores a la SB8 solicitaron la revisión del Tribunal Supremo. En un comunicado hoy jueves temprano, la directora del Centro de Derechos Reproductivos, que representa a los proveedores de servicios de aborto que desafían la ley, Nancy Northup prometió «seguir luchando contra esta prohibición hasta que se restablezca el acceso al aborto en Texas», concluye AP■

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