De la redacción

Como reportamos oportunamente, que habría sorpresas en enero, y que la fecha límite para “respirar” un poco sería hasta que Joe Biden y Kamala Harris sean juramentados y comiencen a levantar el tiradero que deja la administración saliente, con daños consumados que durarán generaciones. Tal es el hecho de que 70 millones que apoyaron a Trump, y un grupo de legisladores que lo siguen a ciegas, dice creer que el sistema electoral falló y han perdido la confianza en el proceso democrático. En tanto, la pandemia de Covid-19 sigue tragando terreno.

La más reciente ‘sorpresa’ de la Casa Blanca, dada a conocer públicamente el sábado es la llamada telefónica de una hora que hizo Trump, en la que presionó a funcionarios republicanos de Georgia, donde mañana hay elecciones por dos escaños en el Senado federal, y en la que particularmente amenazó al Secretario de Estado, Brad Raffensperger para que modificara el resultado de las elecciones del 3 de noviembre y le diera el triunfo.

Y es que el presidente de marras lanzó amenazas vagas insinuando que los funcionarios electorales de Georgia podrían ser procesados penalmente si no cumplían sus órdenes. El secretario Raffensperger, el primer republicano que contradice al presidente en tiempo real, o sea durante la llamada telefónica, y no como otros de sus correligionarios, más tarde y en conversaciones privadas o out of record, rechazó amable pero tajantemente los esfuerzos del presidente: “Los datos que usted tiene son incorrectos”, dijo Raffensperger a Trump.

La respuesta de Raffensperger contó con datos sólidos acerca de la derrota de Trump, y del triunfo de la nueva administración entrante, tras un conteo que ha sido revisado hasta tres veces en Georgia, y otro tanto en otros estados impugnados o ‘campos de batalla’.

No obstante, el mandatario se niega a aceptar su derrota, dejar el cargo y permitir una sucesión de poderes pacífica, como ha venido dándose desde la confección de la Constitución política de Estados Unidos en 1790; y llamó a oscuros y violentos grupos nacionalistas blancos y hasta del KKK, y algunos perpetradores de terrorismo doméstico como los Proud Boys para desatar desmanes violentos el miércoles en Washington, DC, el día que el Congreso certifica a la nueva administración Biden-Harris. “Sera salvaje” dijo Trump.

En tanto, un grupo de legisladores republicanos cuyo futuro político depende de los votantes seguidores de Trump, se ha sumado a la demanda sin sentido y sin fundamentos del presidente. Pero 10 exsecretarios de La Defensa todavía vivos le advirtieron a Trump que “tratar de involucrar al Ejército de Estados Unidos en el conflicto postelectoral resultaría muy peligroso”, queriendo decir con esto que en este caso la armada debe permanecer al margen del conflicto.

Por el otro flanco de ataque la pandemia de Covid-19 sigue tragando terreno a pasos agigantados, mientras las vacunas contra el virus tropiezan en su comienzo causando retrasos y una sorda lucha por las prioridades acerca de quién debe recibir las vacunas primero.

En un intento por hacer público cómo la pandemia desnudó el origen de este y muchos otros problemas señalando a la inequidad socioeconómica como causa principal, que derivó en el hecho de que las poblaciones negra y latina sufran desproporcionadamente las embestidas de la pandemia, con muertes y hospitalizaciones en una proporción de por lo menos 2 a 1, respecto a los blancos, el gobernador de Nueva York hizo publica su posicion al respecto.

Cuomo declaró a la televisión este domingo que “Yo no me voy a vacunar hasta que sean vacunadas todas las personas de mi edad (63 años), de las comunidades negra y latina, y de los pobres”. Se debe dar prioridad, dijo, a todos los trabajadores esenciales, no sólo de hospitales sino del resto de las actividades económicas, como en las tiendas de servicio, las farmacias, el transporte público, etcétera, o todas aquellas actividades donde los trabajadores tienen contacto directo con la gente, «lo que nos permite a muchos trabajar a salvo desde casa».

Porque la pandemia reporta hoy un saldo de más de 352 mil muertes y 20.6 millones de contagios, con casi 126 mil personas hospitalizadas. En california, por ejemplo, convertida hoy en el actual epicentro de la pandemia con 2.4 millones de infecciones, 21 mil 510 hospitalizaciones y 26 mil 635 defunciones, la situación ha llegado al punto en que los hospitales no pueden recibir a otros enfermos que no sean de coronavirus, por falta de camas debidamente equpadas en las unidades de cuidado intensivo (ICU); y lo más preocupante es la falta de personal entrenado para manejar bien todos los instrumentos y contar con las habilidades requeridas en un ICU. Porque el mes que culminó este lunes 3, reportó la peor cifra de nuevas infecciones en un solo mes en lo que va de la pandemia en Estados Unidos: 201 mil 980 personas infectadas en diciembre de 2020.

Esto, en pocas palabras dice el Dr. Anthony Fauci, es el resultado del comportamiento irresponsable de la gente, que sigue viajando en las festividades. «Las cosas van a estar peor», advirtio, «y dentro de unas dos semanas veremos un gran aumento de casos», refiriendose a los casi dos millones de viejeros durante las Navidades y el Año Nuevo.

Por otro lado en Georgia se registró la mayor afluencia a las urnas en unas elecciones anticipadas. Más de tres millones de electores han emitido ya su voto, en persona y por correo durante estas elecciones tempraneras para ocupar dos escaños senatoriales que darán al partido que los gane el control del Senado. Es decir, permitirán -o no- la gestión de la agenda de la nueva administración. Todavía ayer se observaban largas filas de votantes, que reaparecerán mañana martes 5 de enero cuando se vuelque a las urnas otro gran grupo de los que prefieren votar ‘el día de las elecciones’ y en persona.

Los partidos políticos han echado ‘toda la carne al asador’, y tanto el presidente Trump como el presidente electo, Joe Biden harán hoy una última presentación en persona en Georgia, antes de las elecciones de segunda vuelta de mañana martes. Está previsto que Biden viaje a Atlanta para hacer campaña en nombre de los candidatos demócratas al Senado, Raphael Warnock y Jon Ossoff. Se espera que Biden hable en un evento de campaña hoy a las 4:30 p.m. (tiempo del Este)■