De la redacción
“Los líderes demócratas parecían tener poco margen de maniobras para frenar el progreso del proceso de procedimiento de la propuesta de recortes de impuestos. Y al finalizar la votación declararon: ‘Nuestros colegas republicanos, en su prisa por hacer un proyecto de ley, están legislando de manera irresponsable, especialmente cuando se trata de algo tan importante y complejo como el código tributario’”.
Se abre paso en el Comité de Presupuesto del Senado el proyecto de recortes de impuestos de los republicanos, y varios vociferantes senadores, como Ron Johnson, de Wisconsin, Bob Corker, de Tennessee, y Susan Collins, de Maine, que habían mostrado desacuerdo cambiaron de parecer ayer martes tras obtener garantías de que Trump y el liderazgo republicano atenderían sus preocupaciones.
Y una de las mayores preocupaciones era que el paquete legislativo, cuyo contenido exacto lo desconocen hasta los propios legisladores que votaron por él, es que suma 1.5 millones de millones de dólares al déficit fiscal de la nación en los próximos diez años. Pero los senadores repubicanos ‘dieron su brazo a torcer’ y aprobaron el proyecto dando un paso importante para su consideración completa en el pleno la cámara alta, presumiblemente a fines de esta semana.
En una apretada votación a lo largo de líneas partidistas, con 12 votos republicanos contra 11 demócratas se consumó esta primera revisión fiscal, que de acuerdo con la Oficina de Presupuesto de Congreso (CBO), recortará cientos de miles de millones de dólares a los individuos más acaudalados y a las corporaciones, mientras que gravará distintas tasas impositivas a la clase media –que dice querer ayudar- y a los trabajadores de más bajos ingresos así como a los más pobres. Además dejaría a por lo menos unos 13 millones de derechohabientes sin seguro de salud.
El paquete republicano también reserva un hostil tratamiento fiscal para las pequeñas empresas, a pesar de que diversas instituciones de investigación científica sobre temas económicos han demostrado que son las mayores fuente generadoras de empleos; y de impuestos, pues las grandes corporaciones y los individuos o familias más ricas evaden al fisco con una serie de trucos financieros que les permiten generosas deducciones, y hasta como hemos visto últimamente con los famosos ‘Papeles de Panamá’, o más recientemente con los ‘Papeles del Paraíso’, simplemente esconden sus fortunas en paraísos fiscales que no rastrean el origen del dinero depositado en ellos.
Y se sabe también que es allí, en los paraísos fiscales, donde se amasan -¿o lavan?- indiscriminadamente verdaderas fortunas tanto de empresarios como de millonarios deportistas y celebridades del mundo artístico y del entretenimiento, mandatarios de países del globo entero y jeques de reinados o emiratos, el propio Vaticano y hasta miembros del crimen organizado, entre otros, según ha trascendido en la prensa nacional e internacional.
De acuerdo con algunos medios de comunicación la visita de Trum al almuerzo con los senadores republicanos, que en su primer año de “gobierno” controlan tanto al Congreso como a la Casa Blanca -y hasta la Corte Suprema-, con las promesas que el presidente les hiciera, y amonestando a otros, ayudó a amarrar el apoyo de esos pocos indecisos que habían expresado preocupación.
Al parecer esto fue suficiente para dejar de lado los intereses de sus propios electores, que verán un aumento en sus impuestos. Sin embargo, dicen, esto abre y deja una factura pendiente para las elecciones de 2018, que los republicanos tendrán que saldar en su oportunidad, y que los demócratas podrían tomar como bandera de lucha en sus respectivas campañas de reelección o de elección popular.
De hecho, la misma votación de ayer en el referido Comité de Finanzas del Senado se efectuó, según pudo verse en distintos canales televisivos, en medio de sonoras protestas que intentaron boicotear dicha votación con gritos de denuncias contra el paquete legislativo y los perniciosos efectos que tendrá sobre la población estadunidense si pasa en el pleno del Senado; al grado que la votación tuvo que esperar unos minutos mientras la policía de esa cámara sacaba a rastras del recinto y arrestaba a los manifestantes que protestaban, incluidos algunas personas deshabilitadas o en sillas de ruedas. Los gritos que se escuchaban repetidamente y en voz alta eran: “Kill the bill”… “Kill the Bill”… “Kill the bill”… (maten el proyecto).
Sin embargo, de acuerdo con The New York Times, “Los republicanos salieron del almuerzo cada vez más optimistas sobre el destino del proyecto de ley y minimizando las preocupaciones que amenazaban con entorpecer su aprobación”.
Los demócratas del Comité de Presupuesto, que votaron unánimemente “No”, atacaron a sus colegas republicanos que sin importar el 1.5 trillones (para EEUU) de dólares al déficit respaldaron el proyecto de marras, que es, dicen expertos, fiscalmente irresponsable. Muchos senadores republicanos abandonaron el recinto inmediatamente después de que los manifestantes interrumpieron la reunión.
Según el Times, “los líderes demócratas parecían tener poco margen de maniobra para frenar el progreso del proceso de procedimiento, de la propuesta de recortes de impuestos.
«Nuestros colegas republicanos, en su prisa por hacer un proyecto de ley, están legislando de manera irresponsable, especialmente cuando se trata de algo tan importante y complejo como el código tributario», dijo el senador Charles «Chuck» Schumer, demócrata de Nueva York y líder de la minoría en el Senado■