De la redacción
El mandato para que todas las personas compren un seguro bajo Obamacare, que siempre fue impopular entre los republicanos, puede terminar con el plan impositivo del Senado. Entonces, ¿cuál es el caso de mantenerlo?
El año se aproxima a su final y los republicanos podrían irse de vacaciones de esta legislatura con las manos vacías, en términos de leyes o paquetes legislativos aprobados en el Congreso, si tampoco pueden pasar su proyecto de recorte de impuestos, que transferiría más de mil 500 millones de dólares a los más ricos y a poderosas corporaciones. ¿Cómo?, desmantelando deducciones y alivios fiscales para la clase media trabajadora. Y en sus impulsos derogatorios de programas sociales implementados en administraciones pasadas, como en la de Obama, han puesto de nuevo en el blanco de sus ataques a la Ley de Cuidados de la Salud Costeable (ACA), coloquialmente conocida como Obamacare.
En el Senado los republicanos han decidido incluir o mantener vivo en su paquete mal llamado de reforma fiscal la derogación del requisito de ACA, de que la mayoría de las personas tenga seguro de salud. En su extensa reescritura de propuestas fallidas, hasta el momento, “han fusionado en este nuevo itento la lucha sobre la atención médica con el esfuerzo de alto riesgo para recortar impuestos”, reporta hoy The New York Times.
Y es los republicanos, que han hecho una “apuesta calculada” para ayudar a acelerar su proyecto de ley tributaria en una votación de línea de partido, buscan cumplir con un requisito de procedimiento: “los republicanos revelaron ayer martes por la noche que establecerían todos sus recortes tributarios para individuos, a fin de que expiren a finales de 2025”. Pero su profundo recorte a la tasa impositiva corporativa “se mantendría permanente”.
Tanto la decisión de someter a expiración la referida ley, como la decisión de detener la derogación del llamado mandato individual en la revisión de su propuesta fiscal, “son intentos de los republicanos para resolver dos problema: matemática y política”.
Por ejemplo, revocar el mandato, un objetivo republicano de larga data, “ahorraría cientos de miles de millones de dólares durante la próxima década”. Eso liberaría el dinero que derivaría de la expansión de los recortes tributarios a la clase media”, dice la fuente.
Además, los republicanos intentan establecer provisiones individuales que hagan expirar la ayuda del gobierno, “para mantener bajo el costo general de la factura, y así poder agregar sólo unos mil 500 millones de dólares al déficit en 10 años; y no podrían aumentar los déficits después de los primeros 10 años”.
La derogación del mandato de tener cobertura médica también “podría ayudar a asegurar los votos de los senadores más conservadores, permitiendo a los legisladores aprobar el proyecto de ley a lo largo de líneas partidarias”.
De acuerdo con el HuffPost, hasta esta semana los republicanos no habían manifestado mayor interés en agregar Obamacare a su paquete de ‘reforma’ fiscal. Pero he aquí el dilema para los republicanos más conservadores, “el proyecto de ley de impuestos en la Cámara de Representantes, que podría ver un voto en el pleno esta semana, no incluye la disposición del mandato individual de tener seguro del Obamacare”. Pero incluir la derogación del mandato ayudaría a recuperar parte del dinero que el proyecto de ley republicano pierde a través de recortes de impuestos, o mejor dicho, de transferencia de capital a los más ricos y a las corporaciones.
En otro gran giro de la nueva legislación tributaria de los senadores republicanos, éstos “hacen que muchos de los recortes de impuestos individuales en el plan sean temporales en un intento por cumplir con las reglas del Senado, que prohíben que cierta legislación aumente el déficit del presupuesto federal después de 10 años.
El HuffPost señala que el líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Schumer (N.Y.), tras conocer el plan republicano dijo esta mañana en una declaración de prensa que “con los recortes de impuestos, al atardecer los republicanos se pondrían en la posición de imponer más tarde grandes aumentos de impuestos a la clase media”.
Indica que decenas de millones de contribuyentes pagarán significativamente más, “mientras este plan entre en vigor, o un futuro Congreso extenderá las exenciones impositivas, haciendo que el agujero del déficit que están creando sea más profundo».
Los republicanos están avanzando en su legislación de acuerdo con reglas especiales de ‘conciliación presupuestaria’, que permiten que los proyectos de ley pasen al Senado con sólo 51 votos en lugar de 60. “Y como los republicanos controlan 52 escaños en el Senado, el proceso de reconciliación les permite recortar impuestos sin ningún apoyo demócrata, concluye el HuffPost■