A principios de esta semana, movido por la desesperación un grupo de nueve inmigrantes indocumentados que se hallan detenidos en el centro de reclusión federal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en Adelanto, California, inició una huelga de hambre en protesta por la falta de las más mínimas condiciones de higiene, médicas y alimentarias, así como por el trato inhumano de los custodios y la incertidumbre acerca de los procesos legales a los que son sometidos los detenidos en esa cárcel gobernada por la corporación de prisiones del Grupo GEO.
De la redacción
GEO Group es una corporación global, la más grande del mundo en el negocio de la construcción de prisiones privadas, que también administra servicios de alimentación, limpieza y uniformes, así como de guardias provistos para para la vigilancia y corrección de los detenidos.
Por cierto que el primer contrato millonario para construir la primera prisión de ICE en la era Trump ha sido asignado al Grupo GEO, luego de que el Departamento de Justicia haya dado Luz Verde a continuación de cárceles privadas.
En su oportunidad, uno de los detenidos desde el interior de la prisión de Adelanto, ubicada en el centro metropolitano de Victorville, condado de San Bernardino, en el desierto de Mojave, Isac López Castillo fungió como portavoz del grupo. Estos detenidos incluso dijeron estar ¡dispuestos a morir! si las condiciones de su reclusión no mejoraban. Y abogaron también por las condiciones de miles de inmigrantes más que al hallarse presos padecen la falta de atención a sus más elementales necesidades; castigo innecesario y exagerado, y falta de información sobre sus procesos legales en este este lugar que según los cánones respectivos viola las normas y los estándares legales que deben regir en las prisiones de Estados Unidos.
Como podrá escuchar en este programa de Línea Abierta que aquí reseñamos, Radio Bilingüe pudo obtener algunas declaraciones que López Cstillo hizo a través de su teléfono celular y desde el interior de la prisión, de tal suerte que el director de Noticias de esta red de emisoras de radio pública, Samuel Orozco dio a conocer el pliego petitorio con las demandas del grupo.
Vale anotar que este grupo de migrantes indocumentados que originalmente vino a este país en busca de asilo político huyendo de la violencia en sus países de origen, en el llamado Triángulo de la Muerte (Guatemala, El Salvador y Honduras), cuando intentaba iniciar su huelga de hambre y tras dirigirse a las autoridades de dicho penal para manifestar su intención. Entonces fueron reprimidos apenas una hora después de haber iniciado su huelga. Los guardias de esa prisión los rociaron con gas pimienta en la cara, porque se negaron a regresar a sus celdas tomándose de los brazos para formar una cadena humana, y luego procedieron a golpearlos salvajemente, según dieron testimonio.
Los ayunantes son parte de una caravana de refugiados, cuenta Samuel Orozco, que bajo el título de ‘Viacrucis Migrante’ viajó por todo México durante la Semana Santa, organizando en el camino a otros refugiados, para culminar su caravana el pasado 9 de mayo en una reunión masiva para pedir a asilo político a Estados Unidos, en el cruce fronterizo de Tijuana, Baja California.
Aquí las demandas iniciales del grupo de los nueve en la voz, vía teléfono, de Isac López Castillo:
“Los motivos son: fianzas demasiado altas; negación de asilo; burla y discriminación por parte del personal de la prisión; agilización de trámites o del papeleo del detenido; mala alimentación; incapacidad del personal médico; exigimos fianzas justas para todos los internos; exigimos asilo; uniformes nuevos, porque estamos usando uniformes usados, particularmente en cuanto a la ropa interior, porque nos están dando ropa interior usada por otras personas y nos estamos enfermando; más tiempo para servicios religiosos; no tirar las pertenencias del detenido; toda la documentación tiene que ser en el idioma materno, porque nos la traen en inglés y no entendemos nada; agua purificada 24 horas; mejora en la alimentación del detenido”.
Tras haber entregado su pliego petitorio a las autoridades migratorias vino la represión por parte de los guardias, en el desayunador de la cárcel donde llevaban a cabo su ayuno. Acto seguido, según comentaron sus defensores, los detenidos fueron estrellados contra paredes y pisos, luego esposados y conducidos a un área de alta seguridad en esa prisión. En un caso, al menos, hubo lesiones graves, dice Orozco.
Por si esto fuera poco, tras la salvaje golpiza los detenidos fueron otra vez humillados, al obligarlos a ducharse con agua caliente, lo que exacerba el efecto del gas pimiento en los ojos y en la piel. Aumentando la aflicción y el dolor.
En el enlace de abajo, en la voz del propio López Castillo, escuchará además la denuncia de estos salvajes hechos:
Escuche el resto del programa de Línea Abierta (06/14/2017), con la apreciable intervención de la radioaudiencia: