Después de tres semanas de intensa presión nacional, finalmente el Procurador General de la nación, William Barr hizo público el informe de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la alegada interferencia rusa en las elecciones del 2016. Barr defendió en conferencia de prensa su decisión de abstenerse de procesar a Trump por obstrucción de justicia. Mientras tanto, líderes demócratas de la cámara baja anuncian que citarán tanto a Barr como a Mueller a testificar ante el Congreso, en lo que se anticipa será una intensa batalla política rumbo a las elecciones del 2020. Con el reporte desde la capital, Washington, José López Zamorano.
Se escucha sonido de cámaras fotográficas disparando…
Ante las cámaras, el procurador Barr resumió en tres palabras las 448 páginas del informe Mueller, mismas que repitió en media docena de ocasiones: ‘No hubo colusión’.
“Después de 2 años de investigaciones y cientos de citatorios, el fiscal especial confirmó que Rusia interfirió en las elecciones, pero no encontró que la campaña del presidente o algún estadunidense se coludió en esos esfuerzos”, dijo Barr.
El informe (parcial, con muchas secciones bloquedas), revela que cuando Trump se enteró de la designación de Mueller, confesó a sus allegados que era “el fin de su presidencia… Estoy fastidiado”, dijo. Pero a raíz de la segunda absolución por parte del Departamento de Justicia, Trump mostró un ánimo celebratorio:
“Estoy teniendo un buen día. Se llama: no hubo colusión ni obstrucción. No hubo ni habrá. Tenemos que ir al fondo de esto. Esta farsa no debe pasarle a ningún otro presidente”
En contraste, el ánimo de los demócratas fue sombrío: el informe detalla al menos 10 instancias de posibles intentos de obstrucción de la justicia por parte del presidente.
El demócrata Jerry Nadler, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes exigió el reporte completo, incluida la evidencia en bruto; y no descartó un impeachement, o juicio de destitución a Trump una vez que sea analizado el reporte en su totalidad.
“Esa es una posibilidad. Hay otras también. Tenemos que llegar al fondo del asunto y tomar cualquier acción necesaria. Es demasiado temprano para llegar a conclusiones”
Para el abogado Luis Salgado, el cálculo de un juicio político no es sencillo, no sólo porque los demócratas están divididos sino porque podría ser un callejón sin salida, como el juicio a Bill Clinton, que afectó más a sus acusadores republicanos que al presidente.
«La Constitución le da primero la oportunidad a la Cámara de Representantes para decidir si van a un ‘impeachment’ y hacer el caso político como en el caso de Clinton. Luego si determinan que sí, entonces pasa al juicio y el Senado hace la decisión final. En el caso de Clinton fue exonerado«, afirmó Salgado.
Es decir, el riesgo para los demócratas es que un juicio de destitución se estanque en el Senado, dominado por los republicanos y quienes se mantienen sólidamente detrás del presidente. Su líder es Mitch McConnell:
“No pudo haber habido ninguna investigación más completa que la realizada por el fiscal Mueller”, señaló.
El episodio más revelador del informe fue que Trump pidió personalmente al entonces abogado de la Casa Blanca que despidiera al fiscal Mueller, pero éste se rehusó y amenazó con renunciar. Es decir que Trump intentó obstruir la justicia, pero no pudo.
Los demócratas anunciaron que el 2 de mayo interrogarán al procurador Barr para que aclare varias contradicciones en sus declaraciones públicas. Segun Barr, el fiscal no tomó en consideración una regulación interna del Departamento de Justicia que impide enjuiciar a un presidentes a la hora de decidir si presentaba cargos contra Trump. Pero el informe deja en claro que para el equipo del fiscal esa fue la consideración más importante. Dos semanas después comparecerá Mueller ante el Congreso.
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino, desde la capital, Washington, Foto y Texto de José López Zamorano.
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