Marco Vinicio González
La Cámara de Representantes de Texas publicó un reporte de 77 páginas sobre la presencia de 367 agentes de los departamentos policiales mejor equipados, en el tiroteo de la escuela elemental Robb, en Uvalde, que permanecieron por más de una hora sin intervenir mientras el joven gatillero asesinaba a 19 menores y dos maestras.
El reporte, dado a conocer a los medios afirma que nadie pudo evitar que se llevara a cabo el ataque del pistolero ante “la torpe respuesta que provocó”, el tiroteo escolar más mortífero en la historia de Texas; en parte, dice, debido a “fallas sistémicas y una toma de decisiones atrozmente mala» por parte de casi todos los involucrados “que estaban en una posición de poder”, según las imágenes de un video que captó la presencia ociosa de los agentes armados en el pasillo contiguo al salón donde se consumaba el asesinato masivo.
El informe ofrece también “una descripción condenatoria” de un grupo de autoridades “incapaz de reconocer las señales de advertencia… un distrito escolar que se había desviado del cumplimiento estricto de su plan de seguridad… y una respuesta policial que no tuvo en cuenta su propio entrenamiento activo de tiradores”.
Explica cómo el pistolero, que “los investigadores creen que nunca había disparado un arma antes del 24 de mayo… pudo almacenar rifles, accesorios y municiones de estilo militar sin despertar sospechas de las autoridades”.
Y señala cómo luego ingresar a una escuela “supuestamente segura” sin obstáculos y asesinar a tanta gente, “los 376 agentes de la ley, una fuerza mayor que la guarnición que defendió el Álamo, descendieron sobre la escuela en una escena caótica y descoordinada que duró más de una hora”.
Porque esas fuerzas policiales “carecieron de liderazgo claro», pues el jefe de la policía en Uvalde, Pete Arredondo estuvo en la escena pero sin ejercer realmente un liderazgo efectivo, sumado a «fallidas comunicaciones básicas y suficiente urgencia para acabar con el pistolero”, dice el informe.
Pero quizás lo más notable del informe es que por primera vez critica también la “inacción de las autoridades estatales y federales”; pues señala que “la gran mayoría de los que respondieron eran fuerzas del orden público federales y estatal: 149 eran la Patrulla Fronteriza y 91 eran policías estatales cuyas responsabilidades incluyen responder a ‘ataques masivos en lugares públicos’».
Había 25 policías de Uvalde y 16 alguaciles. La policía escolar del Jefe Arredondo en la escena fueron cinco oficiales. El resto de la fuerza estaba compuesto por policías de condados vecinos, alguaciles y agentes federales de la Administración de Control de Drogas, la DEA.
Se desconoce si el número de muertos habría sido menor si la policía hubiera intervenido de inmediato, porque aunque “la mayoría de las víctimas murieron rápidamente, destrozadas por balas diseñadas para los campos de batalla”, algunos menores murieron rumbo al hospital o habiendo llegado a él, por la sangre que perdieron durante el tiempo que estuvieron tirados en el suelo sin que nadie interviniera■