Rehúsa conceder, pero deja abierta la puerta

Bernie Sander durante su campaña en Reno, NV. Foto: www.sacbee.com

Bernie Sander durante su campaña en Reno, NV. Foto: www.sacbee.com

De La Redacción

El precandidato presidencial demócrata, Bernie Sanders rehúsa conceder el triunfo a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, a pesar de que ésta ganó el número de delegados y super delegados la semana pasada para convertirse en la candidata oficial del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos, reporta The New York Times.

El precandidato demócrata  a la presidencia de Estados Unidos, Bernie Sanders ha declarado que llevará su disputa por la nominación hasta la Convención Nacional Demócrata, que se realizará del 25 al 28 de julio en Filadelfia; dice que convencerá a los super delegados que apoyan la nominación de la también ex senadora por Nueva York, Hillary Clinton, con el argumento de que él está más capacitado, según encuestas, para vencer al candidato republicano, Donald Trump en las elecciones generales de noviembre por la Casa Blanca.

Sanders, sostiene la fuente, ha dejado entrever la posibilidad de una salida del Partido Demócrata, que lo cobijó haciéndolo uno de los suyos para competir por la Presidencia en esta elección. Sin embargo, sus planes se antojan cada vez más difíciles, después de que el presidente Obama lo endosara el jueves pasado, así como también hace unos días el vicepresidente, Joe Biden y la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren. Por si fuera poco, el senador por Oregon, Jeff Merkley, el único senador que apoyaba a Sanders decidió cambiar de opinión y ahora apoya a Hillary Clinton, segun declaró a la cadena televisora, CNN.

Tras reunirse con la plana mayor de sus asesores Sanders ha cambiado un poco su discurso y dejado de hablar de derrotar a Clinton, y ha hecho más énfasis en sus discursos en trabajar para vencer a Trump:

«Vamos a llevar nuestra campaña a la Convención en el entendido de que somos muy buenos en la aritmética y que sabemos que ha recibido el mayor número de votos hasta ahora», dijo. Entre la docena de personas que asistieron a dicha reunión fueron Benjamin T. celoso, ex presidente de la N.A.A.C.P .; El congresista Raúl M. Grijalva de Arizona; Nina Turner, una ex senadora del estado de Ohio; y Bill McKibben, el ambientalista y autor. La idea del senador por Vermont es transformar las reglas del Partido Demócratas, dando señales de que quizá su principal objetivo no sea buscar su propia nominación.

Algunos analistas piensan que aparte de intentar cambiar los modos y costumbres del Partido Demócrata, Sanders intenta lograr incluir en la plataforma de este partido, de cara a las elecciones de noviembre, los temas de un programa de salud universal, la matrícula universitaria gratis, temas a cambio de los cuales intentará negociar sus delegados, ganados hasta el momento, para cedérselos a Clinton. Pero si la negociación fracasara, y Sanders se negara a conceder sus delegados a Clinton, esto pondría en peligro el triunfo demócrata en noviembre, en un momento en que la exsecretaria de Estado está tratando de proyectar una imagen de unidad partidista, sostiene la fuente.

Y aunque en los últimos días Sanders dejó en claro sin embargo su intención de permanecer en la carrera, y hasta ayer domingo no descartaba la posibilidad de que podría reconocer formalmente la nominación en los próximos días, el senador por Vermont declaró a la cadena MSNB que se reunirá con Clinton maña para intentar convencer a la exsenadora a incluir las referidas demandas en su plataforma de campaña por la Presidencia, luchar vigorosamente por las familias de la clase trabajadora, e impulsar un desarrollo económico que incluya a todos, así como políticas en defensa del medio ambiente.

Por el momento, Sanders cuenta con una base de apoyo de aproximadamente 10 millones de votos, y una enorme lista de donantes, dice el Times, que Hillary Clinton querrá sumar a sus arcas de campaña. El problema, como es sabido, es que muchos de los seguidores de Sanders han expresado que no apoyarían a ningún otro candidato que no sea el propio Sanders. De cuán vocal sea senador por Vermont, para convencer que sus seguidores apoyen a Clinton dependerá, concluye el Times, el éxito demócrata en las urnas el próximo 8 de noviembre■

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