En esta reseña de Línea Abierta se exploran los resultados del pleito legal que recientemente sometió un grupo de cuidadores de ovejas, borregueros u ovejeros ante el Departamento del Trabajo contra la industria del ganado ovino en California. Acusan a los rancheros, organizados, de conspirar ilícitamente para mantener los salarios de estos trabajadores muy por debajo del mínimo legal. La demanda sigue su curso en las cortes federales. Además, se revisan las nuevas reglas que elevan el pago salarial para los borregueros de todo el país, emitidas recién por la referida agencia federal del trabajo. Todos, o casi todos estos trabajadores son trabajadores huésped, que llegan a este país contratados con permisos de trabajo o Visas H2A.
Acaban de entrar en vigor las reglas que elevan el salario a nivel nacional para los ovejeros que llegan con la visa de trabajo H 2A, y que subirán de los 750 actuales a los 993 dólares mensuales a partir del pasado mes de noviembre, y a poco más de mil 200 este diciembre.
Para el abogado Chris Schneider, un eminente especialista en el campo de los derechos laborales y asiduo defensor de los borregueros durante décadas y actualmente jubilado, el anuncio de las autoridades laborales le deja un sabor agridulce, pues para él se trata de “noticias buenas… y malas” al mismo tiempo. “Cualquier aumento es noticia buena”, afirma, “porque esos trabajadores no han recibido ni un aumento en su salario, con excepción de unos estados… por décadas”.
Agrega: “Hace 50 años el sueldo mensual de los ovejeros era 650 dólares (mensuales), hasta octubre de este año (2015)…”. El decano defensor de los trabajadores H 2A cota sin embargo que el referido aumento, “basado en la inflación, el sueldo de 650 en el año ‘65, es igual a 4 mil 814 dólares, en el 2014… Entonces, me alegro que haya un aumento, pero es un aumento muy pequeño, y no es un aumento justificado, por lo poco que es”.
Alcanzar este aumento, interviene Samuel Orozco, Director de Noticias de Radio Bilingüe y quien conduce la plática con Schneider en este programa de Línea Abierta, requirió de una demanda en el nivel federal interpuesta ante las autoridades laborales por parte de los trabajadores ovejeros. “Porque cuando los federales hicieron las reglas acerca del pago y las condiciones (laborales) de los ovejeros, no recibieron información ni (requirieron de su) opinión, según el requisito de la ley” acerca de las personas afectadas con dicha ley. Y agrega que las autoridades “solamente hablaron con os rancheros (ganaderos), y se basaron en lo que dijeron” estos para escribir dichas reglas.
El también exdirector ejecutivo de la Central California Legal Services (Servicios Legales de California), una agencia de ayuda legal gratuita para los trabajadores pobres del campo, señala que la referida demanda, “fue una demanda para exigir las reglas o hacer regulaciones, y basada en esa demanda una corte dijo que tenían que hacerlo, entonces abrieron el procedimiento para abrir los comentarios”.
Orozco replantea que se trata en realidad de dos propuestas ante las autoridades del trabajo: una, la de los defensores de los borregueros, y otra la del aumento salarial sometida por la industria del ganado ovino en el país. Las autoridades federales del ramo inclinaron su apoyo a la propuesta de los ganaderos, recapitula Orozco.
Durante los debates sostenidos ante las autoridades federales del trabajo sobresalió también la necesidad de redefinir el importante concepto de “open ranch” o “campo abierto”, apunta Orozco. Dice que los defensores pedían una reconsideración del significado de este término. Y pregunta sobre su importancia, o cómo se refleja esto en las condiciones laborales del borreguero.
Cercano colaborador de César Chávez en los años 70 y 80, en la Unión de Trabajadores del Campo (UFW), donde comenzó su profesión como abogado, Schneider afirma que la redefinición de dicho concepto fue algo muy importante en los debates en la corte.
“Porque cando fue implementado al principio, el sueldo de los ovejeros que trabajan en campo a vierto, era en un tiempo cuando una persona que estaba trabajando con su rebaño estaban en áreas muy aisladas, en lo desierto de las montañas, y pues casi no podían tener contacto con otras personas”. Esto significa, agrega el abogado, quien acaba ser recientemente distinguido por la Barra de Abogados de California con la presea otorgada al servicio legal, el Loren Miller Services Award, los borregueros, de acuerdo con la definición de su trabajo “tenían que estar en el campo las 24 horas del día, 7 días a la semana y todo el año, para recibir un sueldo que “en aquellos tiempos era el equivalente a 520 horas (de trabajo) a la semana” Recuerda que es a partir de que comienza a haber más transportación, “las personas ya no necesitan estar en campo abierto, para hacer su trabajo. Muchas veces los rancheros les traen y les ponen en lugares muy cercanos a ciudades, o entre las áreas donde está viviendo gente”.
Schneider señala además que los ovejeros comienzan a aparecer también en campos con cultivos variados, que no necesariamente son pastizales. “Es muy como, por ejemplo aquí en el área de Fresno, mirar a los ovejeros pastorear en los campos que una semana antes había cuadrillas de personas levantando la cosecha de tomate, o de zanahoria”. Y en vez de estar en un área de miles y miles de acres, están en áreas cerradas. Y están muy cercanos a los pueblos, pero todavía los rancheros les tiene prohibido salir de esa área”.
Como se recordará tal vez, desde 1989 Radio Bilingüe pudo constatar que el abogado Schneider ha estado involucrado en la defensa de los trabajadores ovejeros, particularmente en el estado de California, porque esta red de emisoras de radio pública latina dio cobertura en sus servicios informativos por aquellos años a esos incipientes esfuerzos de la organización de defensa legal del trabajador, recuerda Orozco. Desde entonces, dice, un grupo de pastores asesorados por la agencia legal rural pidieron a la autoridad laboral de California que eliminara las exenciones que pesaban en contra de los borregueros en la ley estatal de salarios mínimos. Las autoridades del ramo por esas fechas se ‘lavaban las manos’, o se desentendían, argumentando que ese asunto no le incumbía, por ser más bien de competencia federal. El director de Noticias de Radio Bilingüe pregunta al prominente abogado sobre los hallazgos más relevantes de la referida investigación.
-¿Qué fue lo que más te sorprendió de los que hallaste a la hora de internarte en los campos donde trabajaban los borregueros? –pregunta Orozco.
“Pues yo recuerdo que la primera vez que yo estuve con unos ovejeros, que habían sido despedidos de su trabajo por haber pedido mejor comida”, responde Schneider, también autor de Suffering in the Pastures of Plenty (Sufriendo en las Pasturas de la Abundancia, que trata de la experiencia de los borregueros con visa H 2ª, en el Valle Central de California). Una situación que al investigador le pareció raro, porque por lo general, dice, por lo general los ovejeros llevan su propia comida.
“Ellos me platicaban de condiciones que yo no podía creer, que tenían que estar en el campo las 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año; que estuviera prohibido tener visitantes, que no tenían ningún tipo de transportación, que su comida se la traían los rancheros cada semana o cada dos semanas, aisladas completamente, sin calefacción, sin servicios, ¡y que tuvieran prohibido tener visitantes!, para platicar con otras personas, y hasta recibir periódicos, porque tenían que estar cuidando todo el tiempo a las ovejas, y que vivieran en trailas, que eran de 5 por 10 pies… y cuando llegué al campo yo no podía creer lo que estaba mirando”. Para entonces, afirma el abogado, “yo tenía ya como 20 años trabajando con los trabajadores del campo… y había visto a muchos en condiciones muy malas, pero nunca nada en comparación con lo que vi en los campos de los ovejeros”.
– Tras más de una década de litigios, ustedes lograron cambios en la ley estatal, ¿qué se logró en California?
El luchador abogado de los de abajo sostiene que en el año 2000 lograron elevar el salario a mil 200 mensuales, que hasta ese momento era de 750 al mes, “el mismo los otros estuvieran recibiendo hasta octubre de este año”. También lograron otras protecciones, como permitirles hablar con otras personas o el derecho a recibir visitantes; el derecho a ir a un médico cuando fuera necesario, y el derecho a tener días libres, que en la realidad no se cumplía.
No obstante, a 20 años de que diera comienzo la defensa legal de los trabajadores borregueros, y con el anuncio de estas nuevas garantías y buenas leyes que se lograron para beneficio de los ovejeros, el asunto de la vigilancia y el cumplimiento de las mismas seguía siendo un problema que a Schneider y a otros defensores les preocupaba.
-¿Se ha avanzado en ese pendiente?
“Después de lograr esas nuevas protecciones llevamos a cabo otro estudio, que se llama Watching sheep and waiting for justice (http://www.fresnobee.com/news/local/article36634905.html) (Cuidando ovejas y esperando la justicia), descubrimos que aunque había leyes escritas en los libros, ¡no había cumplimiento!”. En dicho estudio, señala este pionero en el ramo de la defensa política y jurídica que pavimentó con su esfuerzo el camino para alcanzar las reformas legales que llevaron a mejoras salariales y en condiciones de trabajo de los borregueros contratados con las visas H-2A.
Como se sabe, las leyes que protegen a estos trabajadores, difiere en otros estados, apunta Orozco.
-Ahora, ¿cómo se comparan las leyes de California con las de otros estados como Colorado o anfitriones de borregueros?
En base a lo visto en entrevistas, lecturas y consultas durante su investigación con borregueros de distintos estados, el abogado afirma que “las condiciones laborales aquí en California son mucho mejor que en cualquier otro estado”. La razón de esto, continúa Schneider, “es que los ovejeros de aquí hace 20 años o más se comenzaron a organizar, para tener más derechos, para tener m protecciones. Esto fue lo que hizo la diferencia”, desde entonces.
En la actualidad, este gremio de borregueros y sus defensores sin embargo ya no está tan activo. No obstante en Colorado y otros estados existe una demanda en contra de los rancheros, acusados de conspirar para mantener el salario muy bajo, expone Orozco.
“Yo creo que sí hay conspiración. ¿Cómo es posible que los sueldos no hayan podido amentar por más de 40 años?, en una industria ¡Esta es la única industria donde no aumenta el salario!”, opina Schneider.
Aunque existen reglas que regulan y permiten la participación de opiniones mientras se elabora una ley, “pero lo que siempre ha hecho el Departamento de Trabajo es que cuando ellos hicieron sus reglas solamente hablaron con la Western Ranch Association y otros rancheros. Y no pidieron la opinión de los abogados de los ovejeros, fuera de la opinión de la industria”. Los empleadores, agrega, argumentaron que experimentarían la banca rota si subían los salarios…”.
Apostando en el interés que en el pasado la Western Ranch Association en participar en programas sobre este tema, en Línea Abierta, Radio Bilingüe invitó –sin éxito- a los encargados de prensa a participar con uno de sus representantes en este programa. En cambio enviaron una declaración escrita donde la Western Ranch exige el cumplimiento de aplicación de todas las leyes federales, estatales y locales del trabajo. Reivindica su compromiso con los derechos de los trabajadores H-2A y la industria lanera y el pastoreo, y continuará facilitando y maximizando el cumplimiento de sus miembros ganaderos. Y afirma que el programa H-2A es indispensable para la cadena de suministros continuos de la industria lanera y de la ganadería ovina en Estados Unidos. Y dice apoyarse en el marco normativo del Departamento del Trabajo aplicable para el programa H-2A. Y hala de otras cuestiones relativas a salarios por regiones.
Una risa franca e irónica le arranca al abogado escuchar la lectura que hace Orozco del documento de la Western Ranch. “Lástima que no mandaran a nadie a este programa los de la Western…”, lamenta, “porque hay una historia, de ellos, de no cumplir con la ley. Y siempre dicen que un miembro de su organización no cumple las reglas, es expulsado de la misma. Pero lo que yo he visto en realidad, es que ellos saben que ha habido muchas violaciones en las regulaciones, y ellos nunca cumplen. No están interesados en cumplir con las reglas”.
El abogado añade que es muy común que “aunque se tiene que pagar un sueldo bajo, muchas veces ni eso pagan”. Y afirma haber conocido ovejeros en otros estados que no han recibido su pago hasta por 5 meses, escuchando sólo las promesas de sus empleadores. Y trabajadores que hasta han sido golpeados por sus patrones o supervisores. “Es un abuso extremo que ocurre en muchos estados donde hay ovejeros”, concluye esta primara parte del programa de Línea Abierta que aquí reseñamos, el eminente abogado Chris Schneider, quien ha dedicado varias décadas de su vida a la defensa legal de los trabajadores con visa H-2A■