La Oficina federal del Censo anunció que suspenderá las labores de visita domiciliaria y recopilación de datos más temprano de lo planeado. En vez del 31 de octubre, los trabajos del conteo terminarían un mes antes, el 30 de septiembre. Esta repentina decisión amenaza con sabotear el censo y dejar fuera a millones de familias que son difíciles de alcanzar. Eso dicen líderes de derechos civiles. Beatriz Valenzuela (BV), portavoz de Equality California, en Los Ángeles, habló de esto con Samuel Orozco (SO), Director de Noticias de Radio Bilingüe, y del arranque de las visitas puerta a puerta.
Fragmento de la plática:
SO: Beatriz, háblanos de lo que hasta el momento se ha avanzado en el conteo del censo, en un estado que es crónicamente subcontado, como lo es el estado de California. Esta vez la buena noticia del estado es que los índices de respuesta de California superan los del resto de la nación. ¿Cómo pintarías el panorama?
BV: Si tenemos el 64 por ciento quiere decir que casi 40% de la gente no se ha hecho contar. Hay unos condados en donde estamos al 50%, o hay unas áreas también que están hasta menos que eso. Tradicionalmente esas son las áreas como Los Ángeles, que siempre han sido muy difíciles de contar. Hay comunidades, como la latina, gente negra, LGBTQ, asiática… Todas estas personas han tenido históricamente bajos números de ser contados. Y esto todavía continúa en 2020.
SO: En respuesta este mes la Oficina del Censo empezó a tocar puertas, a visitar hogares, y se espera que estas jornadas de visitas se extiendan a nivel nacional para estos principios y mediados de agosto. ¿Cómo va esta labor de visitas, en qué consiste, qué debe esperar cada vecino que no haya contestado su forma?
BV: En California eso va a empezar el 11 de agosto. Estos trabajadores del Censo van a ir las casas, van a tocar en las puertas y le van a preguntar a las personas ahí las mismas 9 preguntas que están en el formulario que la gente horita puede llenar en línea, o por teléfono, o regresando su formulario por correo.
SO: Nos has comentado anteriormente de cómo efectivamente se reportó que debido a presiones de la Casa Blanca, o sea a presiones políticas, que la Oficina del Censo pudiera parar su acciones un mes antes de lo proyectado. Los planes del Censo, de realizar entrevistas con personas para el conteo, finalizarían el 30 de septiembre en vez del 31 de octubre, la fecha que se había anunciado en abril sería necesaria para contar a todo mundo. ¿Qué tan en serio va la noticia?
BV: Eso ya es algo que es casi seguro que va a pasar, así que sí se va a acortar. Y la razón de por qué esto es algo que va a causar muchísimos problemas es porque ahora los trabajadores del Censo tienen menos tiempo para visitar a las casas.
SO: Muchos líderes de organizaciones civiles en California están dándose a la tarea de animar a todos los que no han participado en el censo, juntar esfuerzos. ¿De qué se trata?
BV: Lo que nosotros, en Equality California, y en otras organizaciones aquí en California y también en todo el país, lo que estamos haciendo es que designamos el 6 como el día de salir y llenar el censo. Todavía tenemos tiempo. Los estamos invitando a todos ustedes a que por favor, llenen el censo. Es algo que pueden hacer, que toma diez minutos y le va a afectar a su vida y la vida de sus familiares, la ciudad, sus vecinos, por lo próximos 10 años. Por cada persona que no es contada en California, el estado y la comunidad específica donde vive, pierde 2 mil dólares al año. ¡Por los próximos 10 años! Quiere decir que por cada persona no contada, la comunidad pierde ¡20 mil dólares! Hasta que se haga el próximo censo, que va a ser en 2030. Si se pone a pensar que eso es lo que podemos perder, solamente con una persona no contada… Ahora imagínate si una familia de 4 no se cuenta. O un vecindario entero no se cuenta. Estamos perdiendo millones de dólares, que es dinero que nosotros trabajamos. Es nuestro dinero, que en vez de regresar a nuestras comunidades…