De la redacción
La administración Trump lanzará mañana una agresiva campaña contra las jurisdicciones con políticas Santuario; es decir, aquellas ciudades donde las corporaciones policiales locales se niegan a colaborar con los agentes federales de Inmigración para arrestar a un inmigrante indocumentado, a menos de que los fededrales cuenten con órdenes judiciales en contra de individuos específicos que hayan cometido crímenes y pongan en riesgo a la sociedad. El servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE prepara una serie de redadas, con las elecciones presidenciales en la mira, después del bochornoso primer debate de anoche.
De acuerdo con The Philadelphia Inquirer funcionarios federales “describieron un plan con mensajes públicos que se hacen eco de la campaña del –supuesto- orden público”, que se desprende de la retórica antinmigrante del presidente de Estados Unidos.
Conocida informalmente como la «Operación Santuario», las redadas podrían comenzar en California a finales de esta semana. Y según dos funcionarios de la administración federal, que hablaron a la fuente bajo condición de anonimato sobre los delicados planes gubernamentales de aplicación de la “ley”, luego las redadas se trasladarían a Denver y a Filadelfia.
El secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Chad Wolf viajará al menos a una de las referidas jurisdicciones donde se llevará a cabo la operación, “para impulsar las afirmaciones del presidente Trump” acerca de que los líderes oficiales en esas ciudades “no han protegido a los residentes de criminales peligrosos”, habrían dicho los funcionarios anónimos.
Como hemos publicado ampliamente en este mismo espacio informativo, Trump ha arremetido contra las llamadas jurisdicciones santuario a lo largo de su presidencia; y ha ampliado esos ataques para incluir a alcaldes demócratas en ciudades convulsionadas por protestas derivadas de la injusticia racial, con disturbios esporádicos que arreciaron tras la muerte de George Floyd mientras estaba bajo custodia policial en mayo; y cuyo perpetrador o asesino, de la raza balnca, asfixiaba a Floyd con su rodilla presionando el cuello del afroestadunidense y mirando cínicamente a la cámara que lo grababa mientras le iba quitando la vida a su víctima.
La Operación Santuario, de Inmigración, “se sincronizaría con dos temas de la campaña de reelección de Trump: su represión contra la inmigración, y su impulso para vilipendiar a las ciudades lideradas por demócratas”, a quienes culpa falsamente por el crimen y la violencia, dice el Inquirer.
Según las últimas estadísticas del propio ICE, el 70 por ciento de los arrestos que realiza esta agencia federal ocurre después de que ICE ha sido notificada sobre la liberación pendiente de inmigrantes en cárceles o prisiones estatales. De 2019 a la fecha, ICE ha reportado más de 160 mil de tales «detenciones» en las agencias policiales locales. Y afirma que dichas jurisdicciones santuario han generado una gran acumulación de lo que los federales han dado en llamar, «extranjeros criminales y fugitivos que buscan detener».
Pero los funcionarios de las jurisdicciones santuario aseguran que sus políticas “preservan la confianza de la comunidad en los vecindarios de inmigrantes, donde los oficiales necesitan que los residentes locales denuncien los delitos y cooperen con la policía local sin temor a ser deportados”.
La fuente afirma también que “al enterarse de operaciones santuario, los inmigrantes en numerosas ciudades se han adentrado más en la clandestinidad, por temor a ser arrestados y deportados mientras sus hijos, tantas veces ciudadanos estadunidenses, se quedan atrás”.
Este lunes ICE anunció una docena de arrestos en el condado de Mecklenburg, Carolina del Norte, donde los votantes eligieron a un alguacil en 2018 que frenó la cooperación de esa jurisdicción con ICE. Le puso fin al programa federal 287g. Esa campaña apareció de manera destacada en la serie documental de Netflix, «Immigration Nation«.
Vale recordar que las llamadas ciudades y jurisdicciones con políticas santuario evitan o prohíben la coordinación con ICE; generalmente se niegan a mantener a los inmigrantes en la cárcel por más tiempo del requerido para que los oficiales de ICE puedan detenerlos. Además, tales ciudades tampoco ayudan a ICE al verificar el estatus legal de los sospechosos que son arrestados o detenidos por delitos menores.
“Los agentes de ICE que operan en jurisdicciones santuario aún pueden tomar la custodia de presuntos infractores de inmigración, pero sin la cooperación local enfrentan el desafío adicional de averiguar cuándo esos individuos serán liberados de la cárcel y no tienen el beneficio de una transferencia», concluye el Inquirer■