Marco Vinicio González
A pesar de que el voto tempranero por correo y en persona rebasa ya los 14.7 millones de boletas a nivel nacional, miles de texanos que intentaron votar por correo en las primarias de marzo chocaron con la restrictiva ley de votación de 2021 del Partido Republicano de Texas, conocida como Proyecto de Ley del Senado 1, actualmente en litigio.
Esta ley exige al elector texano para votar por correo escribir su número de licencia de conducir, su número de identificación personal o los últimos cuatro dígitos de su número de Seguro Social en la solicitud de su boleta por correo; y escribir en el sobre de esa boleta el número que usó originalmente para registrarse, cualquiera que haya sido.
Un estudio del Centro Brennan para la Justicia señala que “las solicitudes y boletas enviadas por correo de asiáticos, latinos y texanos negros fueron rechazadas en las primarias de marzo en Texas debido al nuevo requisito de identificación, de la SB 1, pero a tasas mucho más altas que las boletas de los votantes blancos.
Además de las restricciones de la ley de votación, «los factores existentes arraigados en el racismo sistémico, como la falta de recursos en los idiomas nativos de las personas y otras barreras socioeconómicas probablemente desempeñaron un papel en las altas y desproporcionadas tasas de rechazo”.
Los nuevos requisitos de identificación rechazaron 12 mil solicitudes de boletas en ausencia y más de 24 mil boletas por correo. Esto generó una tasa de rechazo del 12 por ciento en todo Texas. “Representó un aumento significativo en comparación con años anteriores. Por ejemplo, la tasa de rechazo para las elecciones presidenciales de 2020 fue del 1%».
Los votantes asiáticos y latinos tenían más de un 50% de probabilidades que los votantes blancos de que se les rechazara la boleta; uno en cada cinco votantes asiáticos (19%) vio rechazada las solicitudes para las boletas por correo debido a las disposiciones de la SB1, seguidos por el 16.6% de los votantes negros y el 16.1% de los votantes latinos. Para los votantes blancos el rechazo fue del 12%.
El estudio agrega que de los 245 condados revisados, 89 condados, incluidos 12 con poblaciones de más de 50 mil habitantes informaron tener cero solicitudes de boletas electorales por correo rechazadas; aunque es probable que muchos condados grandes tuvieron rechazos. Los investigadores solicitaron datos más precisos de los condados grandes y recibieron la información completa de tres: los condados de Travis, El Paso y Webb.
Se excluyeron del conjunto de datos de rechazo de solicitudes los condados de Bexar, Bell, Ector, Fort Bend, Hays, Hidalgo, Nueces, Potter y Waller. Las poblaciones blancas en estos condados son más pequeñas que los condados incluidos. “Por lo tanto, incluso si asumimos que estos condados desproporcionadamente no blancos no rechazaron una sola solicitud, persisten discrepancias raciales significativas en todo el estado”, dice el estudio.
También las personas mayores que viven solas, las que no hablan inglés o quienes carecen de una identificación oficial con fotografía corrieron con suerte similar. El Departamento de Justicia cuestionó las restricciones de la ley electoral texana sobre cómo las personas que votan por correo verifican sus identidades, así como sus límites sobre la asistencia a los votantes con discapacidades y aquellos que hablan otros idiomas además del inglés.
Coaliciones de grupos de derechos civiles también presentaron demandas impugnando el proyecto de ley SB 1•