De la redacción
Los refugiados en Estados Unidos son un valor activo, también en Texas, dice una coalición de 10 organizaciones inmigrantes y religiosas. Estos grupos, que ofrecen trabajos, servicios sociales, legales, de idioma, y en general apoyo a los refugiados en Texas, se han unificado en oposición a las declaraciones hechas el viernes por el gobernador texano, Greg Abbott, que rehúsa aceptar nuevos refugiados en el estado. La coalición pidió públicamente al gobernador Abbott que reconsidere su decisión.
Para quienes expresan temores por la seguridad del país, que sin datos que lo demuestren afirman que amenazan supuestamente a la seguridad del país, hay que saber que el programa estadunidense de reasentamiento de refugiados implica un incisivo proceso de investigación de antecedentes, excepcionalmente estricto para el solicitante.
Los refugiados que llegan a Estados Unidos, dice The Dallas Observer, “han sido examinados y examinados, y tienen documentación legal. De alguna manera han sido confundidos con inmigrantes no autorizados”.
Un comunicado de la organización nacional de defensa de la inmigración, America’s Voice, dice que “la decisión de la coalición se produce en respuesta a la orden ejecutiva del presidente Trump, que exige a los estados y localidades dar su consentimiento al reasentamiento de refugiados”.
Según informa, Texas reasentó a más refugiados que cualquier otro estado en 2018. que hasta ahora, 42 gobernadores, incluidos 19 republicanos han consentido reasentar a los refugiados en sus estados.
Y además de las consideraciones morales, «sólo en 2015 los refugiados en Texas contaban con un poder adquisitivo combinado de 4 mil 600 millones de dólares, y ese año pagaron un total de mil 600 millones de dólares en impuestos», dice el comunicado.
El Principal Gerente (CEO) de Marek Brothers Construction, con sede en Houston, Stan Marek dijo según la fuente que Abbott cometió un gran error: “Texas siempre ha hecho un gran trabajo con el reasentamiento de refugiados. Esta es una visión muy miope de nuestro gobernador… ¿Qué aprenderán nuestros hijos de tal ejemplo?».
The Dallas News reproduce una serie de opiniones de sus lectores sobre la decisión de Abbott, orientadas a un cambio de enfoque acerca del tema, dirigido más bien a invertir en el enorme potencial de los reasentamientos de refugiados. Citamos un par de ellas:
Toni Ford, Washington, D.C.:
“La decisión del gobernador Greg Abbott de retirar a Texas de los programas de reasentamiento no sólo es vergonzosa sino también cobarde. Abbott es víctima de conceptos erróneos que combinan la inmigración y los refugiados en un solo problema. Los inmigrantes y refugiados son dos grupos distintos de personas.
A pesar de lo que usted cree sobre la inmigración, los acontecimientos en nuestra frontera sur por ejemplo tienen poco que ver con la difícil situación de una familia de refugiados sirios o congoleños, expulsada de su hogar por la guerra.
Los números que muestran a Texas como un estado líder en el reasentamiento de refugiados no son hechos para ser intimidados, sino vistos como una oportunidad. He pasado años trabajando con refugiados en Texas y es fácil ver su espíritu, su entusiasmo por tener éxito y su disposición a retribuir a sus comunidades”.
Alex Whitman, Dallas / Lake Highlands
Deshonra el legado de Texas
“Una de las historias más inspiradoras sobre esta tradición acogedora fueron los esfuerzos de Lyndon B. Johnson para ayudar a los refugiados judíos que huían de la persecución nazi en Europa a reasentarse en Texas antes de la Segunda Guerra Mundial, lo que ayudó a establecer una vibrante comunidad judía de Texas…
Su decisión deshonra ese orgulloso legado de Texas. Ya sea impulsado por un cálculo político frío, complaciendo a una minoría ruidosa de sus electores o al presidente, o simplemente por una mala política; el anuncio de Abbott se hace eco de los fracasos de tantos con capacidad de ayudar a los necesitados antes y durante el Holocausto, y que le dieron la espalda a su prójimo.
Acoger a los refugiados fortalece nuestro estado, ya sea social, cultural, económica o moralmente. La historia no se verá bien con la vergonzosa decisión de Abbott■