De la redacción
La Corte Suprema rechazó otra solicitud de los republicanos para revocar los resultados de las elecciones presidenciales en Pensilvania, que ya habían sido certificados tres veces. Con una lacónica respuesta los jueces dijeron que no bloquearían un fallo del tribunal más alto de Pensilvania, que rechazó una impugnación al uso de boletas por correo en el estado. La orden de la Corte Suprema fue de una sola sentencia sin que se notara alguna disensión.
En el caso, KELLY, MIKE, ET AL. V. PENNSYLVANIA, ET AL, «la solicitud de medidas cautelares presentada al Juez Alito y por él remitida a la Corte, es denegada”, dijo en lacónica respuesta la Corte Suprema de Jusiticia. Y dio vuelta a la página.
La solicitud del presidente a la Suprema Corte para revertir los resultados de la elección y acreditárselos a Trump fue considerada por los magistrados, además de ridícula, sin méritos legales y hasta insultante. Pues es tanto como pedirle a los miembros del máximo tribunal corromperse para favorecer a Trump, quien había basado su estrategia electoral en una Corte Suprema a modo, en la que nada más en los últimos años ha designado a tres de sus miembros, con la esperanza de que lo ayudarían a reelegirse si perdía la elección. Como sucedió.
Vale saber que durante las últimas cinco semanas Trump y sus aliados republicanos han perdido alrededor de 50 impugnaciones legales luego de haber concluido las elecciones presidenciales el 3 de noviembre.
“Ya que los jueces en al menos ocho estados han rechazado repetidamente una letanía de afirmaciones no comprobadas: que las boletas por correo se enviaron incorrectamente; que los votos ausentes también se contaron incorrectamente; que los observadores de las urnas no tuvieron acceso adecuado al recuento de votos; y que las potencias extranjeras piratearon y manipularon las máquinas de votación”, Reporta The Washington Post.
Pero dichas acusaciones han quedado desnudadas como falsas, resultado de los conteos, tres hasta el momento, en los estados ‘campos de batalla’.
De cualquier manera ayer se cumplió la fecha para que los estados certificaran los resultados de las elecciones, que serán oficializados a nivel nacional el 14 de diciembre, o sea, en menos de una semana, cuando se reúnan los Electores o funcionarios del Colegio Electoral para certificar la elección presidencial de 2020 que ganó el presidente y la vicepresidenta electos, Joe Biden y Kamala Harris.
Y a estas alturas ya no queda pues recurso legal alguno para revertir la elección, dicen analistas, pues el proceso entró ayer en lo que se conoce como el periodo “Safe Harbor”, el llamado plazo de ‘puerto seguro’ en que generalmente se acepta como la fecha en la que se completan todos los desafíos legales al proceso electoral en el nivel estatal, como recuentos y auditorías.
Pero mientras el tribunal desestimaba el caso de Pensilvania el martes, se presentó ayer una segunda demanda a un tribunal, en la que el fiscal general de Texas, Ken Paxton, quien actualmente enfrenta un proceso judicial en su contra, demandó sin embargo a otros cuatro estados campos de batalla para que reviertan sus resultados y le den la victoria a Trump.
Paxton argumenta que Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin habían incurrido en «irregularidades electorales que requieren que el tribunal prohibiera el uso de resultados electorales ‘ilegales’ sin revisión y ratificación por parte del acusado», o sea Trump. Pero los expertos legales calificaron la demanda de «absurda», señala el New York Times.
Y aunque la Constitución parece requerir que el tribunal escuche los casos presentados por los estados, no obstante ha dictaminado que tiene la discreción de rechazarlos, como suele hacerlo. Con todo, ayer Texas pidió a los jueces que pusieran su caso en una vía «excepcionalmente rápida».
Por su parte Richard L. Hasen, profesor de derecho de la Universidad de California en Irvine, dijo en un blog que Texas había presentado “un comunicado de prensa disfrazado de demanda judicial»■
Nota:
El próximo lunes 14 de diciembre de 2020 comienza el periodo del voto por adelantado, o votación temprana en Georgia, para la elección especial o de segunda vuelta el 5 de enero de 2021, por dos escaños en el Senado que determinarán el control de la cámara alta, lo que podrá limitar la autoridad, los nombramientos del Gabinete y las legislaciones de la entrante administración Biden-Harris.
