Marco Vinicio González

Noticiero Latino, Nueva York

Luego del alcanzado un acuerdode último momento para reabrir el gobierno y continuar las negociaciones sobre el tope de la deuda, el presidente Obama exhortó al Congreso, entre otras tareas, a pasar una reforma migratoria este año. Hay sin embargo quienes piensan que no pasará, como dijo Raúl Labrador, congresista republicano por Idaho y respaldado por el ala intransigente de su partido, el Tea Pary,en evento con otros republicanos, reportó The Huffington Post.

«La reforma está muerta… No pueden confiar más en el presidente en el tema migratorio», declaró Labrador.

Sin embargo, todo es cuestión de enfoques. Pues hay también quienes creen que esta reforma pasará, y este año, como afirmó el fin de semana a Noticiero Latino en un foro sobre lectores y escritores en Washington Heights, aquí en Nueva York, el congresista demócrata por Illinois, Luís Guitiérrez, quien dijo ser el único que ve luz donde nadie más:

“Sin duda se va a hacer. Y no lo digo como una fantasía… sino porque yo veo esperanza, yo veo luz donde más nadie quizás la ve”, sostuvo, luego de mantener una larga charla sobre el tema en la que enfatizó entre otras cosas en el “doloroso asunto de las deportaciones”, charla que fue conducida por el reconocido escritor de Los Ángeles, Rubén Martínez.

“Estoy plenamente convencido de que se va a hacer. Quizá no se firme este año”, matizó el legislador, “pero de que la Cámara de Representantes adopte medidas este año, que se pueden reconciliar con la versión del Senado, y llevar un paquete de legislación al presidente, eso sí se va a poder hacer”.

Añadió: “Pero hay algo que entender, en este juego de barajas políticas…, y a mi ya me han dado unas barajas flojas”.

El infatigable luchador por los derechos de los inmigrantes explicó que en el Senado –donde su partido tiene mayoría, 54 senadores de los 100 que componen ese cuerpo legislativo-, le han dicho que trate de conseguir lo mismo en la Cámara de Representantes. “Cuando nosotros estamos en la minoría, los demócratas; y qué me han dicho: Ningún cuidado de salud por los primeros diez años (para los inmigrantes que se nacionalicen); poner 20 mil agentes más de la Patrulla Fronteriza en la frontera y criminalizar la frontera con México… ningún beneficio del Estado, ¡Ninguno!Pero eso sí, paga todos tus impuestos… Aprende inglés, vete a trabajar, pero no te enfermes. Mira, no te vayas a caer en la calle, no te vayas a envenenar, que no te pase nada por 10 años porque el gobierno te va a decir: ¡Buena suerte! Es más, si te enfermas y no puedes trabajar te quitamos la visa… Ese es el Senado”.

Gutiérrez agregó que el Concejo Nacional de la Raza, “quizás el grupo de pensamiento más reconocido en Washington, DC, cuando analizó la propuesta del Senado dijo que de los 11 millones de indocumentados tres millones no va a llegar a la legalización, y mucho menos a la ciudadanía… ¡20 por ciento!, esa es la mano –de cartas– que el Senado me dio, y yo estoy en desventaja en al Cámara de Representantes”.

La última vez que hubo una reforma migratoria se liberaron tres millones de inmigrantes indocumentados en 1986, con la ley conocida como IRCA, promulgada por el expresidente, Ronald Reagan, continuó Gutiérrez, quien dice entonces que si legaliza ahora a ocho millones quedan tres millones restantes.

“Pero mira, tú no puedes continuar con los efectos devastadores del sistema. Alguien muere en la frontera todos los días; mujeres, y aquí quiero ser muy claro: son ultrajadas todos los días, y no hay nadie, nadie que las defienda. Hay que darle una visa a esas mujeres, para que puedan llamar al 9-11, y mandar a la cárcel al que la está abusando”

Luís Gutiérrez recordó con alarma que “hoy, mil 100 personas fuero deportadas. ¡Hoy!. Eso quiere decir que hay cientos de niños llorando en algún lugar de este país porque deportaron a su papá, o a su mamá… ¡Hay que hacer algo!”.

Ante la posibilidad de que no pase la reforma migratoria este año, cosa que en definitiva Gutiérrez se negó a aceptar, peroque como algunos piensan puede pasar y entonces el foco de la lucha debiera dirigirse a parar las deportaciones, el congresista respondió:

“Bueno, yo creo que el presidente… todos tienen responsabilidad. Los republicanos, porque son recalcitrantes, y el presidente porque sigue con las deportaciones. Y nosotros tenemos que mantener la presión. Este movimiento de derechos de los inmigrantes no puede ser un movimiento que está en el bolsillo de los demócratas, ni de los republicanos; tiene que estar en el bolsillo de los inmigrantes”.

En la medida en que se conserve la independencia con respecto a los juegos e intereses políticos en el Capitolio la tarea de sus miembros es legislar, continuó Gutiérrez: “Y yo soy independiente, soy del Partido Demócrata, pero si yo tengo que largarme yo me voy, no tengo ningún problema con eso; porque mi compromiso no es mayor con el partido, sino con el pueblo”, concluyó.