Prisioneros aprovechan su tiempo en cautiverio para iniciar o continuar estudios superiores en la cárcel y poder enfrentar la vida después de la prisión. Foto: Common Dreams.
Un grupo de legisladores de ambos partidos presentó en el Senado de Estados Unidos un nuevo proyecto de ley que permitiría a los reclusos federales aspirar a becas Pell, a fin de darles la oportunidad de financiar sus estudios superiores. Con esta reforma se intenta poner fin a la prohibición de dichas becas para cursos universitarios, impuesta hace 25 años en un clima político de mano dura a la delincuencia. El autor de la iniciativa es el senador republicano de Utah, Mike Lee (ML), patrocinador líder del proyecto conocido como Ley de Restauración de Educación y Aprendizaje (o Ley REAL), quien compartió algunos detalles con el productor ejecutivo de Línea Abierta, Samuel Orozco (SO).
ML: Este proyecto de ley permitiría a los reclusos federales que pudieran participar en programas federales de educación superior. Es muy importante dar oportunidades a los que están encarcelados en nuestro país, para que después de que ya no están encarcelados puedan buscar y encontrar un trabajo.
SO: Con este proyecto, tengo entendido, se trata sobre todo de poner las becas Pell al alcance de los presos federales, ¿de acuerdo?
ML: Sí, es un proyecto pequeño pero muy importante.
SO: Sabemos que usted fue parte activa de una reforma al Sistema de Justicia Penal y Penitenciario, llamada Acta First Step, Ley del Primer Paso ¿Qué le hizo pensar que este otro plan, el de la educación superior debía de ser el siguiente paso en la dirección de reformar el sistema?
ML: Cuando el Congreso pasó la First Step Act abrimos la puerta a las personas encarceladas para que pudieran recibir entrenamiento para buscar trabajos después de la prisión. Este proyecto quiere proveer más oportunidades a las personas encarceladas, entonces esto será el paso segundo.
SO: Tengo entendido que hasta hace 25 años, hasta el ’94, los presos federales tenían derecho a aspirar a las becas Pell y a los estudios universitarios; pero les fue prohibido por la Ley llamada del Control del Crimen con Violencia ¿Qué consecuencias tuvo o ha tenido esa prohibición en estos pasados 25 años? ¿Es posible medirlo, senador?
ML: Las personas encarceladas en estos 25 años después de que pasó aquella ley no han tenido esas oportunidades, nosotros pensamos que deben tenerlas”.
SO: ¿Qué le hace creer a usted, senador, que esta será una buena inversión, una inversión segura, una inversión redituable? ¿Hay señales que le indiquen que será una buena inversión?
ML: Sí, tenemos muchos datos que indican que cuando una persona recibe una educación en la prisión, esa persona va a tener más oportunidades para ganar un trabajo después de salir de la prisión. Cuando una persona tiene oportunidades para ganar trabajo, no va a cometer más crímenes en su vida.
SO: Uno supondría que para todo mundo sería algo de sentido común esto de dar facilidades a los presos para que sigan educándose, pero seguramente muchos no están de acuerdo. ¿Por dónde prevé usted la mayor resistencia? ¿De los que prefieren la opción de mano dura contra los presos, o de los conservadores fiscales que no estén de acuerdo en pagar la factura, en pagar los costos?
ML: A mí me parece que la oposición más significante viene de los que piensan que los que han cometido crímenes deben de ser encarcelados, y ya nada más, la sociedad debe de olvidarlos. Pero, eso no es posible. La gran mayoría de todas las personas encarceladas en nuestro país un día van a salir y en ese momento será importante para ellos poder encontrar trabajo. Por eso debemos de luchar mucho para pasar este proyecto de ley”■
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