Tanto políticos y analistas, como importantes medios de comunicación y hasta el propio presidente Obama, así como el vicepresidente Biden han dado señales de lo que comienza a prefigurarse como un inminente cambio en las políticas de migración en Estados Unidos, que podría incluir una acción ejecutiva del mandatario si la Cámara baja no actúa, y pronto.
Ayer por ejemplo la publicación especializada en finanzas, Bloomberg News publicó un editorial, («Obama debería reducir las deportaciones»), en donde culpa a la falta de acción legislativa de los republicanos de la Cámara, mientras que azuza al presidente Obama a reformar las prioridades de control de la inmigración e ir más allá del éxito del programa de Acción Diferida, DACA , si el Congreso no actúa en el futuro inmediato.
«Para ser un cadáver legislativo, la reforma de inmigración de Estados Unidos ha estado echando una buena cantidad de polvo”, dice de manera irónica el referido editorial.
Como hemos reportado oportunamente en este espacio, activistas pro-inmigrantes han estado protestando frente a la Casa Blanca y ha censurado al presidente Barack Obama, a quien incluso han llegado a llamar el ‘Deportador en Jefe’. Y es que todos los días son deportados desde Estados Unidos mil cien mexicanos, y 500 mil menores han sido deportados durante el gobierno de Barack Obama, según denuncias de organizaciones no gubernamentales.
«Mientras tanto el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano por Ohio, John Boehner, hizo noticia el mes pasado en su Ohio natal, cuando reprendió a sus colegas por ser demasiado tímidos para sacar adelante una legislación de inmigración; aunque como ya vimos, apenas regresó a Washington se retractó diciendo que estaba bromeando con sus colegas, porque cuando se le quiere bien a alguien se le pueden hacer este tipo de bromas, dijo, y volvió al guión original de culpar a Obama de esta situación, porque para Boehner casi dos millones de deportados no son suficientes.
Un reporte del periódico mexicano, La Jornada, reveló que el gobierno de México, lejos de combatir esta situación ominosa contra sus connacionales, “por el contrario, parece que mantiene un acuerdo con el gobierno estadunidense y las grandes corporaciones para mermar los derechos laborales de los migrantes”. Estas acusaciones fueron hechas por integrantes de la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC), el Frente Auténtico del Trabajo (FAT) y la Federación Estadunidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO).
El vicepresidente del Consejo Laboral por el Progreso Latinoamericano, de la AFL-CIO del norte de California, Al Rojas sostuvo que durante el gobierno de Obama “empresarios y grandes corporaciones han asumido una postura antisindical, anti movimiento laboral y contra los sectores organizados; sólo el año pasado los sindicatos perdieron 400 mil agremiados, afirmó durante una conferencia de prensa donde anunció que este miércoles se efectuará el foro binacional Experiencias de solidaridad, lucha y resistencia en las instalaciones del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana, dice La Jornada.
Por su parte, La Voz de América (America’s Voice) sostiene que “Obama debe dar Boehner y la Cámara baja más tiempo, por si acaso”. Se refiere –suponemos- a que debe dejar que pasen el mes entrante las primarias republicanas para que estos representantes se despojen de la presión de sus bases respecto al tema de la inmigración, y puedan entender la dinámica electoral afectada definitivamente por los grupos emergentes; léase, los latinos. Luego, “una vez que el paciente esté realmente muerto –que sea conclusivo que los republicanos no van a votar por un proyecto de reforma- el presidente debe actuar”, dice la Voz de América, con sede en Washington, DC.
Como se recordará, en días pasados Obama encomendó al secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson que revisara las políticas de detención y deportación para darles un tinte más humano, ante la fuerte opción a facilitar las deportaciones. Informes de prensa sugieren que la administración tomará medidas modestas, si acaso hace algo en absoluto, pero advierten que es un poco tarde para medidas modestas, frente a los reiterados ataques en contra de los inmigrantes mexicanos.
La desaparición de una reforma migratoria sería un fracaso humanitario, así como de carácter político, sostiene America’s Voice en un comunicado. “Millones de inmigrantes indocumentados están bloqueados en su lugar, con profundas raíces en sus respectivas comunidades, pero con una capacidad limitada para desarrollar todo su potencial y contribuir en plena medida a la economía” estadunidense.
America’s Voice no está sola en esto. Se estima que unos 4.4 millones de inmigrantes indocumentados tienen hijos que son ciudadanos estadunidenses. Y otros 600 mil inmigrantes indocumentados por lo menos tienen cónyuges que son ciudadanos estadunidenses o residentes legales. La mayoría han estado en este país por una década o más. Y además de familias, muchos de ellos tienen puestos de trabajo, y otros hasta generan empleo.
Después de haber aplazado las deportaciones de los Dreamers Obama debe ampliar la política en términos similares a los inmigrantes indocumentados con largas residencias en Estados Unidos. Y los miembros de la familia que son ciudadanos estadunidenses o residentes legales, dice La Voz de América. El poder del presidente para facilitar las deportaciones no es explícito, pero sin duda tiene la facultad discrecional en la aplicación de la ley de inmigración. Algunos afirman que la discreción va a la par con el poder de perdonador de un presidente.
“Un amplio ejercicio de tal discreción procesal seguramente no resolvería la batalla política sobre la inmigración. De hecho, sería atizar la oposición y polarizar más el debate”. Los opositores no dudarían en etiquetar este movimiento como una ‘amnistía’, continúa America’s Voice -y tal vez sería correcto. “¿Pero cuál es su alternativa? La posibilidad de que EU va a deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados no es más que una cruel fantasía. Y todas las partes están de acuerdo en que el status quo es destructivo, y socava tanto el Estado de Derecho como el potencial de los inmigrantes”.
Lo ideal sería que la Cámara baja siguiera el ejemplo de una mayoría bipartidista del Senado que ya ha mostrado el camino. Aunque esto se antoja lejano. Sin embargo, como dijo la cadena MSNBC, que dedico un segmento ayer a este tema, el vigoroso movimiento pro reforma de migración, que se manifiesta de manera diversificada e intensa a lo largo del país, con los ‘soñadores’ y sus familiares desplegando imaginación y acciones concretas van a terminar poniendo a Obama contra las cuerdas, como lo hicieron con la acción diferida. De hecho, en una edición de análisis político ayer la cadena reveló declaraciones hechas por el Presidente y por el vicepresidente, en distintos eventos conmemorativos del Cinco de Mayo, que daban a entender que la falta de acción está motivando la necesidad de ejercer una acción ejecutiva, sugiriendo que ésta es inminente. Habrá que esperar a que finalice junio, cuando vence el ultimátum que el movimiento inmigrante ha dado a Obama, y que pasen las elecciones primarias republicanas. Y si entonces el ‘cadáver’ –como gustan pensar los republicanos a cerca de dicha reforma- está bien muerto, lo seguro es que viene una orden ejecutiva; de otra manera noviembre, y sobre todo 2016 será demoledor para ambos partidos, pero principalmente para los republicanos. Veremos.